Enrique Ramos señala que el sector entró en una severa crisis laboral y financiera
Pende de un hilo la industria azucarera, expresa el relecto líder de los cañeros
La alta fructosa procedente de EU y aspectos del TLCAN, entre las causas de la situación
La industria azucarera entró en una severa crisis laboral y financiera, por lo que peligra su contrato ley, existe la amenaza de que en los próximos meses se lleven a cabo despidos masivos de cañeros, así como declaración de quiebra de ingenios y venta de los mismos a extranjeros, denunció ayer el líder del sindicato azucarero, Enrique Ramos.
El dirigente hizo un análisis de la situación del sector durante el 22 Congreso Nacional Ordinario de Trabajadores de la Industria Azucarera, efectuado el fin de semana en las instalaciones de la Confederación de Trabajadores de México. En este foro resumió la situación por la que atraviesa el sector y dijo que la crisis se debe en mayor medida a las elevadas importaciones de fructosa, la mala negociación de este rubro en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y al hecho de que ahora, el país enfrenta contrabando por más de 300 mil toneladas anuales de azúcar procedentes de Centroamérica y Brasil.
Enrique Ramos, quien fue electo por otro periodo de seis años al frente de este sindicato, apuntó que la llegada anual de 600 mil toneladas de alta fructosa procedente de Estados Unidos, otros compromisos firmados por México al amparo del TLCAN y el decreto cañero han propiciado que el futuro del sector "penda de un hilo". De continuar así el panorama y si el gobierno no toma medidas al respecto, para 2008, cuando se liberalizará totalmente este mercado, esta industria nacional podría quedar prácticamente "borrada", previó el dirigente.
Planteó que en medio de esta crisis los nuevos dueños de los ingenios buscarán no sólo desaparecer el contrato ley, porque aducen que es muy caro para los productores, sino que además, ya amenazaron con reducir plazas, porque dicen que hay sobrepoblación de trabajadores y quieren obtener aún mayor rentabilidad, por lo que se prevén tiempos difíciles de negociación en este sector.
Remarcó, sin embargo, que la alerta máxima está en el hecho de que varios empresarios han manifestado la posibilidad de querer declarar en quiebra los ingenios y cerrarlos o malbaratarlos, lo que dejaría a diversas comunidades sin ingresos, como pueblos "fantasmas", porque toda su economía depende de los ingenios.
En el acto, en el que por unanimidad fue relecto Ramos Rodríguez para el periodo 2005-2011, éste planteó que el sindicato no se opone a la modernización, siempre y cuando ésta no signifique la pérdida de derechos para los trabajadores y se respeten los principios fundamentales del contrato ley.
Lo que los empresarios buscan es mayor rentabilidad de la producción y las ganancias, pero esto no podrá hacerse con base en recortes de personal, sostuvo, y añadió que los trabajadores están preparados para enfrentar la competitividad y la globalización, pero no por ello permitirán retrocesos en sus conquistas laborales.
Los niveles de la zafra y en particular la del periodo 2003-2004, en la que se sobrepasaron los 5 millones de toneladas de azúcar, evidencian que hay una importante rentabilidad en los ingenios y que no es necesario recortar personal.