Procuro olvidarte y Cómo te va mi amor, las más coreadas

Nostalgia y 24 éxitos ofreció Hernaldo Zúñiga en El Lunario

ARTURO CRUZ BARCENAS

Canciones tercas que luchan por salir del silencio, que se escribieron un día de hace muchos años; tonadas guardadas en un cuaderno en las líneas precisas del pentagrama; recuerdos de mujeres que se dieron en cuerpo y alma, temas del amor que se añora, tales fueron las composiciones que Hernaldo Zúñiga interpretó en el primero de sus dos conciertos, en el Lunario del Auditorio Nacional, el pasado viernes.

A lo largo de dos horas, el cantor nicaragüense desgranó 24 de sus inspiradas piezas, ante un lleno total. Abrió con Ciudad acústica, su himno rítmico a los sueños en la urbe; prosiguió con su idea oteliana sobre los celos que matan; habló después de "una canción que nace del desasosiego titulada Con el primer olor de la mañana, sensible reflexión en torno a las primeras horas del día en la cama, cuando se goza de las sábanas y una llamada inoportuna rompe el disfrute.

Entre cada tema intercaló algunas anécdotas que ubicaron la génesis de las canciones. Todas son vivencias, experiencias. Un coro lo acompañó en Cómo te va, mi amor, que se volvió emblemática del grupo Pandora. La escribió cuando tenía 18 años, en Uruguay, y la concluyó en el hotel El Chapulín, de la ciudad de México.

Qué increíble es la distancia, compuesta hace 15 años. Luego otra que "se fue sedimentando en el alma: Después de todos estos años. La voz grave por momentos se suaviza y el tono del concierto es calmo. La atmósfera une a las parejas que se toman de la mano.

Narra la breve historia de un beso que termina en boda. Un cambio con una dosis de ironía en Cuando se jodió la cosa. Una comunión coral con No tengo más patria: no tengo más patria que tu cuerpo, una especie de nacionalismo en la epidermis.

Mentiras, uno de sus máximos éxitos, que habla de engaños, de una mala mujer que es "una profesional de la mentira". El reclamo por saberse traicionado, pero ya no más.

Se despidió Hernaldo con la más solicitada de la noche: Procuro olvidarte, que conmovió al Lunario.