Los contrastes se presentan en educación y empleo
Difunde Sedeso estudio sobre la desigualdad entre jóvenes
La Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) difundió un estudio sobre las desigualdades que prevalecen entre jóvenes pobres y no pobres, cuyos resultados serán útiles para impulsar nuevas políticas de desarrollo para el sector.
En entrevista, el subsecretario de Prospectiva, Planeación y Evaluación de la dependencia federal, Miguel Székely, informó que las disparidades se reflejan tanto en las opciones educativas, cuidado personal y empleo.
Destacó que, en promedio, los varones no pobres registran ingresos de 21.4 pesos diarios contra 7.63 de los pobres, mientras que en las mujeres esta disparidad es de 20.9 contra 8.24, siendo el grupo más afectado el de aquellas personas que tienen entre 15 y 18 años de edad.
Al hacer un análisis del tema, tomando como base la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH) -elaborada cada dos años por el INEGI-, el subsecretario indicó que en el medio rural se dedican en promedio dos horas menos que en el urbano a aquellas actividades que reditúan alguna remuneración.
Estratos del estudio
El estudio, denominado El uso del tiempo entre los jóvenes, que toma como base datos de 2002, está dividido en cuatro ru-bros, que coinciden con las actividades cotidianas de los miembros del hogar: trabajo remunerado y no remunerado, tiempo libre y cuidado personal, para determinar las diferencias de género, condición de pobreza y estrato.
A escala nacional -precisa- existen 8 millones 687 mil 903 jóvenes de entre 15 y 18 años, y 7 millones 439 mil 117 entre los 19 y 22.
Del primer grupo, 2 millones 423 mil 736 no cuentan con recursos mínimos para satisfacer sus necesidades básicas, incluyendo alimentación, mientras que en el segundo, un millón 462 mil 431 están en esa misma condición.
Luego de un cruce de información de resultados entre ambos grupos, el subsecretario asegura que, en promedio, el sector de los jóvenes no pobres dedica dos horas diarias más a actividades escolares.
Indica también que, de acuerdo con el tipo de trabajo que realizan, las mujeres perciben mayores ingresos debido a que tienen un mayor nivel de instrucción, en comparación con los varones, quienes en general se dedican -en los estratos bajos- a actividades relacionadas con el sector primario.
Desventajas para mujeres
Székely resaltó que los pobres de capacidades -aquéllos que tienen ingresos per cápita menores a los indispensables para cubrir sus necesidades de alimentación, educación y salud, según la definición del gobierno- destinan en promedio 8.8 horas diarias a diversos trabajos, aunque no todos generan pagos o remuneraciones. En cambio, dice, quienes están en un nivel económico más alto destinan 10.26 horas.
De lo anterior se desprende, no obstante, que hay un interés por alcanzar un mayor nivel educativo, aunque en el caso de las mujeres predominan las actividades relacionadas con el trabajo doméstico.
Por ejemplo, en promedio, las mujeres pobres de entre 15 a 18 años dedican 2.5 horas diarias a educación y siete al hogar, mientras las no pobres, cinco y tres, respectivamente.
Cobertura universal en secundaria
Székely explicó que los resultados obtenidos permitirán impulsar acciones en favor de los jóvenes, y una vez que agoten los análisis, la Sedeso insistirá en la necesidad de elevar los niveles educativos.
El compromiso de la dependencia es conseguir que en 2015 haya una cobertura universal en secundaria.
En el caso del bachillerato, apuntó el funcionario, la entrega de becas del programa Oportunidades abrió la posibilidad de incidir en los sectores pobres, en especial en el de las mujeres, a quienes se destinan más recursos de este plan contra la pobreza que a los varones.