Llama ex funcionario a darle autonomía de gestión; pasivos por $519,444 millones
La banca de fomento sigue expuesta a quebrantos por tentaciones políticas
Ampliar la imagen Edificio de Banobras en Buenavista que jam�fue utilizado y construido a costa de los contribuyentes FOTO La Jornada
La banca de desarrollo sigue siendo vulnerable a sufrir quebrantos por tentaciones políticas, por lo que es necesario reforzar sus mecanismos de control y vigilancia, advirtió Jesús Villaseñor, ex funcionario con 40 años de experiencia en el sector y autor del libro Los retos de financiar el desarrollo empresarial.
Por su parte, el subgobernador del Banco de México, Jesús Marcos Yacamán, reconoció que la historia de la banca de fomento en México ha sido ruinosa, pues las instituciones "se han tenido que tragar" enormes pérdidas de empresas privadas y han sido rescatadas varias veces a costa de los contribuyentes.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), hasta septiembre del año pasado los pasivos de la banca de desarrollo ascendían a 519 mil 444 millones de pesos.
En entrevista, Villaseñor señala que aún existe el riesgo de que se pretenda utilizar a la banca de desarrollo con fines políticos. "Por eso mi posición es dar a las instituciones autonomía de gestión y una gobernabilidad muy efectiva para que tengan una mayor capacidad de resistir ese tipo de presiones. El hecho de que la banca de fomento sea propiedad del Estado, y el mismo Estado tenga intereses políticos, siempre será un peligro latente".
Villaseñor González inició sus actividades profesionales en el Banco de México cuando se creó el Fondo para el Fomento a las Exportaciones de Productos Manufacturados (Fomex). Durante 12 años fue director general del Fondo de Equipamiento Industrial (Fonei). Posteriormente se hizo cargo de la restructuración de Nacional Financiera para transformarla en banca de segundo piso. Se jubiló en 1991 y desde entonces es consultor privado.
El ex directivo considera que esa institución debe darle mucho más impulso a las garantías para promover que se canalicen más recursos a las micro, pequeñas y medianas empresas. La garantía es un respaldo económico que ayuda a perder el miedo a invertir.
"Yo favorecería un programa de garantías dinámico de Nafin, definir muy claramente su vocación de servicio a las pequeñas y medianas empresas, establecer un financiamiento a proyectos para fomentar la inversión en maquinaria, equipo e instalaciones".
Según el ex funcionario, la recuperación del crédito a las empresas será gradual, pero hay señales positivas: la banca comercial está volviendo al mercado y hay otros competidores, como las sociedades financieras de objeto limitado y las uniones de crédito.
"Prácticamente todos los bancos han entrado al financiamiento empresarial. Empezaron con esquemas de muy corto plazo como el factoraje, pero comienza a haber condiciones para el financiamiento de inversión en maquinaria y equipo a largo plazo.
"Yo siempre he estado convencido de que la banca comercial, por su infraestructura y por su naturaleza, tiende a apoyar básicamente a empresas medianas y grandes. En todo el mundo intermediarios no bancarios como las cooperativas, sociedades de ahorro y préstamo -que aquí llamamos Sofol- o las sociedades financieras populares, que son de nueva creación en México, tienen más capacidad de atender a los negocios muy pequeños, microempresas y negocios familiares
"Más que pretender que los bancos miren hacia abajo habría que apoyar a los organismos que tienen la atención puesta en los sectores productivos de la base de la pirámide. Este es un proceso que apenas está empezando en México".