Bases naturales del régimen fiscal de Pemex
No lo olvidemos. En 2004, Pemex aportó al fisco 56 mil 675 millones de dólares, 8.4 por ciento del PIB: 25 mil 340 millones de dólares (45 por ciento) pagado por los consumidores de sus refinados; y 31 mil 335 (55 por ciento del total) por la fertilidad natural de los yacimientos nacionales de crudo y gas. ¿Cuál fertilidad? Los últimos datos oficiales lo aclaran. Pemex explota cerca de 4 mil 870 pozos: a) 2 mil 968 producen petróleo y gas asociado (3 millones 383 mil barriles y 3 mil 10 millones de pies cúbicos al día, respectivamente), y b) mil 902 pozos producen un millón 563 mil pies cúbicos diarios de gas natural no asociado.
¿Cómo medir la fertilidad? Con base en lo producido por pozo. En promedio mil 140 barriles al día de crudo y 939 mil pies cúbicos diarios de gas natural. Pero los promedios -lo sabemos bien- ocultan la realidad, como el de que cada mexicano dispone de 6 mil dólares al año. Hay pozos muy fértiles, como los mejores del Pérsico, donde en promedio se producen 3 y hasta 5 mil barriles diarios por pozo, tres y cinco veces más que en México. ¿Ejemplos? Cinco de ellos en el caso del petróleo: 1) Cantarell, con 9 mil 800 barriles al día por pozo; 2) Ku-Maloob-Zaap con 6 mil 400 barriles diarios; 3) Abkatún, con 4 mil 250 barriles; 4) Pol-Chuc con 3 mil 730; 5) y los del litoral de Tabasco, con 3 mil 250 al día.
¡No cabe duda que mucho -muchísimo- debemos a la sonda de Campeche y al litoral de Tabasco, donde descansa lo más sólido de la aportación fiscal de Pemex! ¿Por qué? Porque, además de producir las más importantes cantidades de crudo, su altísima fertilidad les permite muy bajos costos de producción, a pesar de que -efectivamente- cada día se invierte más para explotarlos o, más bien, sobrexplotarlos.
¿Por qué sobrexplotarlos? Porque su participación en la producción es mucho mayor que en las reservas, lo que hace que su reserva probada remanente baje drásticamente, hecho profundamente lamentable. Por hoy, el ejemplo típico: Cantarell representa 20 por ciento de las reservas y 62 por ciento de la producción. Y sólo le queda 17 por ciento de su petróleo probado, no más de 10 años de producción, si se logra extraer el total original.
¿Por qué esta sobrexplotación? Muy sencillo. Cantarell tiene costos de producción muy inferiores a los 3 o 3.50 dólares por barril, costo fijado por Hacienda los últimos años como base impositiva para determinar los derechos de extracción que debe aportar cada yacimiento. Por ello, estos campos de altísima fertilidad nos regalan lo fundamental de esos derechos al fisco mexicano, lo esencial de la renta petrolera mexicana. Una ilustración de ello. Este viernes el barril de la mezcla mexicana se vendió a 35.44 dólares. Así, por cada barril equivalente de esta mezcla producido en Cantarell, el mismo viernes Pemex aportó al fisco no menos de 23 millones de dólares (ocho mil millones anualizados a ese precio). Y esto porque Cantarell -para bien y para mal- produce ese 62 por ciento del total del crudo mexicano. Y lo seguirá haciendo hasta que se obligue a Pemex, a Hacienda, a Energía, a los gobernadores y hasta a la mismísima Presidencia a cambiar esta situación. ¿Solución? Capital privado, Fox dixit. ¡Qué tristeza! ¡Qué poca creatividad! ¡Qué falta de valor para decir que el problema es la evasión de impuestos y que Hacienda no ha hecho bien su trabajo!
El caso del gas natural es similar. Hay yacimientos especialmente fértiles -tanto de gas asociado como de gas no asociado- en los que descansa la producción anual de gas natural, a más de que tienen muy bajos costos: menos de 1.50 dólares por mil pies cúbicos, nivel fijado por la misma Hacienda. Termino con la cita de dos campos de gas asociado: l) Muspac (Chiapas), donde cerca de 90 pozos producen casi 7 millones de pies cúbicos al día, y aportan 21 por ciento del total de gas asociado; 2) el mismo Cantarell, que con 3.5 millones de pies cúbicos al día por cada uno de sus 12 pozos, aporta 25 por ciento. Y con la mención de dos de gas no asociado: 1) desde luego que la famosa y envidiada cuenca de Burgos (Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas), con mil 671 pozos que diariamente producen 617 mil pies cúbicos de gas seco, 75 por ciento del gas no asociado del país, y 2) los 106 de Veracruz (ahí está el anhelado Lankahuasa) que aportan 15 por ciento de ese gas no asociado, con muy alta fertilidad promedio, de casi 2 millones de pies cúbicos al día.
¿Hacen falta más ejemplos, para mostrar el absurdo de la obsesiva determinación gubernamental de sobrexplotar yacimientos, por un lado y, por otro, plantear la urgencia de la participación privada -finalmente, a la que se teme cobrar impuestos- en la apropiación de la renta petrolera? El diseño de un buen régimen fiscal de Pemex exige: 1) claridad respecto a esta fertilidad; 2) valor para obtener de otras fuentes fiscales lo que Pemex conservará para su propio desarrollo; 3) entereza para plantearlo a la nación; 4) honestidad a toda prueba para merecer su confianza. ¡Nada más!