Francisco Pérez, quien militó en Toros Neza, evitó la muerte súbita
La Comisión del Jugador pagó un implante para el corazón del Bondojito
Especialistas recomiendan a futbolistas realizar dos electrocardiogramas al año
La Comisión del Jugador de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) hizo su mejor obra altruista; le salvó la vida a Francisco Fernández Cabrera, futbolista de 27 años que el 14 de febrero fue sometido a una operación para colocarle un desfibrilador muy cerca del corazón. Aún con la tez pálida por la reciente convalecencia, el apodado Bondojito mostró el pecho, se quitó el parche y exhibió la herida inflamada.
Jugó a nivel amateur en Cuautla, luego pasó a Toros Neza, era reservista en la época de los técnicos Jorge Vieira y Nelson Sanhueza, pero cuando el equipo descendió se fue al Zacatepec.
En febrero de 2004 sufrió un desmayo mientras jugaba y tardó 10 minutos en recobrar el conocimiento, fue cuando se confirmaron sus padecimientos cardiacos, más aún con el antecedente de su progenitor.
Su papá, del mismo nombre y apodado el Bondojo, jugó en el Atlético Español, Zacatepec, Morelia y Tigres, y recién retirado sufrió la muerte súbita mientras jugaba basquetbol, por lo que el cardiólogo Manlio Márquez señaló que los más probable es que Paco haya heredado el padecimiento llamado displasia arritmogénita del ventrículo derecho.
Y a pesar de que existe la posibilidad de que el jugador vuelva a su actividad deportiva, de inmediato lo descartó, pues cualquier golpe en el pecho, donde tiene colocado el aparato, podría afectarlo y poner de nuevo en riesgo su vida.
"Pienso estudiar una carrera, ir a la universidad... Desafortunadamente cuando uno está metido en el futbol no haces caso a la escuela.
"Pero la verdad es que con un poco de esfuerzo sí se pueden combinar ambas cosas. Creo que me gustaría ser maestro normalista, casi todas mis tías son profesoras y siento que es una buena opción para mí", señaló.
Félix Fernández señaló que la comisión erogó 230 mil pesos para el tratamiento y cirugía de Francisco. Tan sólo el desfibrilador costó 150 mil pesos y le durará entre cinco y 10 años. Luego deberá renovarse el generador que lo hace funcionar.
El ex portero del Atlante prometió que seguirán haciéndose cargo de su situación.
Los cardiólogos Gabriel Salica y Márquez manifestaron que los futbolistas deben hacerse al menos dos electrocardiogramas al año, pues en ocasiones un primer examen no revela problemas.
Asimismo recomendaron tener el equipo necesario a la mano para actuar con rapidez en caso de algún imprevisto. "Se debe actuar máximo en cuatro minutos para que el paciente tenga una sobrevivencia adecuada", precisaron.
Fernández informó que la primera A alista el programa llamado Corazón Seguro y cada club de ese circuito contará con los aditamentos idóneos, "pero de momento es imposible cubrir la totalidad de los afiliados, unos seis mil en todas las ramas", lamentó.