Los Simpson en huelga
La actitud del señor Burns, patrón de Homero Simpson en el pueblo de Springfield, se ha visto reflejada en nuestra realidad cotidiana en dos conflictos laborales: la huelga en la empresa Grabaciones y Doblajes Internacionales SA de CV, propiedad de Demetrio Bilbatúa y Luis Castañeda en la ciudad de México, y el cierre de la planta de la trasnacional Confección Dickies, en Parras, Coahuila.
Las maniobras de la empresa de doblaje son comunes en nuestro ambiente laboral, se cambia una sola palabra en la razón social y se pretende desconocer la contratación colectiva, en este caso, con la Asociación Nacional de Actores (Anda). Sus intenciones son claras: dejar de cubrir la seguridad social de los trabajadores y contratar "trabajadores libres", que no tengan defensa alguna.
La cerrazón de la empresa y la confianza que ostenta en sus influencias provocaron la huelga que estalló el miércoles pasado en sus instalaciones, ubicadas en Heriberto Frías 1145, colonia Del Valle; para ello las saqueó previamente con toda impunidad. Los trabajadores lo denuncian "...ante los ojos de los actuarios de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, cargaron con el equipo en una camioneta de Transporte y Grúas Martínez SA de CV, placas 058CS1..."
Los artistas de doblaje viven condiciones de trabajo muy especiales; cobran en razón de llamadas de la empresa y del número de sus intervenciones vocales, 25 palabras o 15 segundos integran un loop; no tienen salario garantizado, a pesar de ser trabajadores que requieren de gran calidad artística y disposición de horarios; no gozan de aguinaldo, prestaciones, ni son afiliados al Seguro Social y sólo se ven protegidos por los servicios que la Anda les otorga. Ahora la empresa pretende suprimir la presencia de esta organización para que los trabajadores le resulten más baratos.
Es impresionante conocer a estos artistas del doblaje y constatar su amor a la profesión, reflejada en la calidad de sus voces, secuencias y pausas. Doblan a muchos personajes, aunque la familia Simpson les haya generado simpatías particulares, sobre todo porque la inteligencia de Marge y Lisa, esposa e hija de Homero, reflejan la sensibilidad y agudeza mental de las mujeres. La popularidad del programa, transmitido diariamente por un canal televisivo durante 15 años, ha provocado apoyo generalizado hacia los trabajadores que realizan el doblaje, a tal grado que el rechazo a los esquiroles contratados por la empresa para sustituir a las voces originales han llevado a la suspensión temporal de la serie.
En otro lugar del país, una empresa de la confección ha decidido cerrar su planta de pantalones, simplemente porque no está conforme con tener un sindicato democrático. La trasnacional Dickies, con plantas en 14 lugares del mundo y matriz en Dallas, Texas, ha decidido que sólo acepta contratos de protección imponiendo sus reglas a las autoridades laborales en Parras, Coahuila.
En los dos conflictos descritos, se refleja la situación laboral de muchos trabajadores: la tendencia a precarizar el trabajo en grado extremo, el control gremial y la constante violación de nuestras leyes laborales, sin obtener respuesta adecuada de los impartidores de justicia.
En el caso de los trabajadores del doblaje se decide no solamente la suerte de 20 empresas similares, sino de muchos trabajadores a quienes se niega la protección elemental derivada del trabajo.
En el rechazo de Dickies al sindicalismo auténtico se expresa también la condición que viven los trabajadores de maquilas, impedidos de ejercer su más elemental derecho de asociación. En ambos casos, resultará fundamental la presión de los consumidores. Los Simpson, con voces alteradas, deberían ser rechazados por el público, y los jóvenes que gustan de los pantalones de mezclilla Dickies podrán exigir, como muchos otros, que sus prendas de vestir sean confeccionadas por trabajadores sujetos a condiciones dignas en su labor. Finalmente, ellos en el futuro también serán trabajadores y reclamarán la misma solidaridad.
Los abusos de los señores Burns son inadmisibles.