RUTA SONORA
Chemical Brothers, indie-trónico
Cramps, punky, Metal
Ampliar la imagen Chemical Brothers FOTO Archivo
EN LOS AÑOS 90, las "estrellas" del electrónico salieron del subterráneo para desplazar a las de rock; inclusive, figurones del rock comenzaron a agregar sonidos electrónicos a su música para estar al día. En esos años, fue histórica la aparición de The Chemical Brothers , joven dúo que sorprendió con un electrónico pop pleno de poderosos break-beats, sintetizadores acid-house, sampleos a lo hip-hop, y reminiscencias de sicodelia sesentera, elementos que en conjunto crearon un género en sí, el big beat. A diferencia de muchos diyéis de su generación, un sello de los Quimicarnales es que rompieron el estigma de que la música electrónica carecía de corazón, al llenar sus temas de emociones y concretar sus rítmicas en temas pop, en "canciones", más que en beats interminables. Con este sonido único, llegaron al gusto de ravers y roquers; no hubo punchis más rocanrolero. Exit planet dust (1995), Dig your own hole (1997) y Surrender (1999) son soundtracks indispensables de los años 90.
A DIEZ AÑOS, la escena electro-bailable ha cambiado; no hay más "guerra" entre géneros sino que las herramientas de ambos se complementan: el rock se nutre de sonidos digitales y análogos, y el electrónico emplea guitarras y rítmicas propias de su otrora "antagonista". Así, dada la preferencia del público por esta fusión, más que por irse con uno solo, la escena dance como la conocimos en los años 90, se halla en declive. Varios de sus congéneres, también destacados por su electrónico asentado sobre "canciones", como The Prodigy, Fatboy Slim, Underworld, Orbital o Leftfield , se están retirando o ya no tienen el eco que tuvieron.
EN MEDIO DE esta lucha de supervivencia, con el Come with us (2002), los Chemical ya comenzaban a dar batalla, introduciendo guitarras loopeadas, efectos grandilocuentes; el resultado fue un disco extraordinario, pero ya en la colita del movimiento global asiduo al rave. El retorno al garage, lo retro-ochentero y los clubes, se impuso comenzando los dosmiles.
CON ESTE PANORAMA, el reto era notar tal declive y que en electrónica ya hay gente más avanzada que ellos, para entonces sacar un álbum que se desmarcara de lo creado. Así, en cuanto a electrónica pop, la libran con Push the button (2005), no con el grado de vanguardia que les ha caracterizado, pero sí con una dignidad notable. Aquí, su actitud viró de lo "reventado" y la "hermandad" sugerida en Come... a una más existencial; aun en sus pasajes instrumentales es notoria una mayor introspección y cierto grado de melancolía esperanzada.
PUSH... ES ECLECTICO, disparado entre un track y otro. Primera gran carta es el sencillo Galvanize (galvanizar: dar vida pasajera a algo en decadencia), que en obvio auto-escarnio se roba el disco, con el genial rapeo de Q-Tip , que entre violines árabes y frases que parecen anunciar el fin del mundo tras oprimir un botón, remite a una crítica a la guerra en Irak. Musicalmente, beats y sonidos se vuelven más austeros: tendencia electro y rapper actual, que toman sin llegar a un clonaje vulgar que los llevara a abandonar su sello. The Boxer, con Tim Burgess de los Charlatans en voz, es un soul-pop casi fusilado a The Neptunes ; Believe lleva a la pista con un antiguo acid house de Chicago, con toques Chemical, y una voz clamando: "necesito que creas en algo"; Hol tight London es un housecito de bajo impacto, con percusiones orgánicas, como de madera, y una femenina voz a lo Cocteau Twins ; tambores africanos, texturas exóticas, guitarra acústica y scratcheo en Shake break bounce; baladita soñadora y espacial, es Close your eyes, con el grupo indie Magic Numbers . Quizá las más notables son The big jump, un post-electro-clash guitarroso, con ese ritmo funk-post-punk tan en boga, y reminiscencias de Duran Duran ; Marvo Ging, un electro-mantra feliz y soleado, que remite a los Happy Mondays ; y la deliciosa y volátil Surface to air, muy Dig your ... con una progresión de acordes que remite tanto a los Strokes como a U2 .
LLEGAR AL ULTIMO track de Push the button deja una sensación de nostalgia, como de una época que se va. Y es que desde el diseño, una emulación de cartel revolucionario de los 70, con un puño en alto sobre una chimenea dentro de un cerebro, los Chemical subrayan que la suya aquí es una actitud de resistencia, tanto social como musical.
VIERNES 25: THE Cramps Revenge!! Psychobilly, gothic, electro... DJ's: Soda, Malva, Lord Murphy . UTA (Donceles 80, 2º piso, Centro). 20 horas, 30 pesos.
SABADO 26: 1. Garage-indie-trónico. Con Bulberáizer (psycho-garage con Jessy B , ex Ultrasónica), Flanger Garden (electro-romanticismo con Güili D , ex Esquizito, ex Lost Acapulco), Los Licuadoras (garage&trónico), Robota (indie-synth-punk a lo Add (N) to X ), Nosllamamos (indie-punk). Foro Alicia (Cuauhtémoc 91-A, Roma). 20:30 horas, 50 pesos. 2. Punk-rock-emo con Maple, Genesis 315, Re-evolución, Drakma 676, Biotremenss. Alameda Central (kiosco). 15 horas, acceso libre. 3. Metal Concert . Festival itinerante con bandas mexicanas de metal; cinco fechas, en varias ciudades, incluyendo el DF (marzo 19). Con Forsaken God y Eternna (SLP); Piraña (Querétaro), Bruja (DF), Black Forest (Aguascalientes). Inicia en San Luis Potosí: Bar del Patrón (Santos Degollado 1015), 20 horas, 40 pesos.