Aún se está en los primeros pasos, pero son de primer nivel, dice García Sáinz

Avanzan en México estudios de la adrenalina y los oídos de las células

Los receptores adrenérgicos se encargan de escuchar los mensajes transmitidos por las hormonas

Males como asma, hipertensión o trastornos mentales podrían ser causados por fallas en la comunicación

Hormonas, mensajeros celulares

Receptores, "oído de la célula"

Inversión pública, desaliento

LAURA POY SOLANO

Descubierta hace más de un siglo, asociada con las funciones más importantes que realiza nuestro organismo, como la regulación de la frecuencia cardiaca y la tensión arterial, la adrenalina es una de las sustancias químicas más importantes para el cuerpo, pues actúa como mensajera y receptora de un complejo proceso de comunicación celular que hace posibles las acciones más importantes del organismo humano.

En años recientes, su papel en la comunicación celular se ha convertido en uno de los campos de estudio más "efervescentes" de la ciencia contemporánea, que busca conocer cómo responden distintas células a diversos estímulos o mensajes transmitidos por las hormonas y escuchados por los receptores presentes en todo el cuerpo.

La adrenalina es una hormona que tiene la capacidad de actuar en un importante número de células, como las neuronas, pero también en el metabolismo de órganos como el hígado, el tejido adiposo y los músculos, por lo que existen una enorme cantidad de receptores adrenérgicos.

Jesús Adolfo García Sáinz, director del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista en el estudio de los receptores adrenérgicos, es decir, los llamados oídos de las células que se encargan de hacer llegar el mensaje, señaló que el estudio de los receptores, neurotransmisores y hormonas que genera el cuerpo humano permitirá obtener una "perspectiva más real de lo que ocurre en nuestro organismo tanto en condiciones normales como al ocurrir alguna alteración o enfermedad".

Investigaciones recientes señalan que diversos padecimientos como los trastornos mentales, los estados maniacos y depresivos, la alteración en el metabolismo, el asma y la hipertensión arterial pueden estar asociados con alguna alteración en las funciones de los receptores adrenérgicos, es decir, una estructura química (una proteína) capaz de recibir el mensaje y transmitirlo a determinada célula para obtener respuesta.

García Sáinz, especialista en el estudio de la acción hormonal y sus receptores, agregó que el desarrollo de estas investigaciones permitirá conocer no sólo cómo funciona este complejo sistema celular, "sino la posibilidad de atender aquellos padecimientos en los cuales los receptores adrenérgicos tienen un papel fundamental, como en el caso de la hipertrofia prostática (aumento del tamaño normal de la próstata), en los que ya se han diseñado compuestos para bloquear este receptor y evitar que los pacientes afectados sean sometidos a una cirugía como único tratamiento".

En entrevista con La Jornada, agregó que a pesar de que aún se está en los primeros pasos en este campo científico, en México se desarrolla un conocimiento de primer nivel en el que participan diversos grupos de investigadores, tanto de la UNAM como del Instituto Politécnico Nacional y diversas universidades estatales, donde, aseguró, "se cuenta con investigaciones de enorme calidad que permitirán seguir enriqueciendo el conocimiento tanto de las hormonas como de los neurotransmisores".

La capacidad de coordinar y comunicar las distintas funciones que realiza el cuerpo humano se debe, en gran medida, al papel que juegan los mensajes químicos, es decir, las hormonas y los neurotransmisores en el proceso de comunicación celular, el cual puede realizarse en forma distinta, ya que este proceso se lleva a cabo en todas las células y en distintos ámbitos de ellas.

Cuando se sufre una fuerte impresión, la descarga de adrenalina o el mensaje químico que viaja por el cuerpo alerta a determinadas células para que respondan de forma coordinada a un momento de tensión; es decir: estamos atentos de lo que ocurre, con capacidad de acción inmediata, lo que implica un proceso químico y celular complejo, imperceptible para el individuo.

La forma en que las células se comunican y responden a los cambios externos que sufre el cuerpo es el campo de los mensajeros celulares, que se apoyan tanto en el sistema nervioso como en el hormonal o endocrino, debido a que estos mensajeros celulares pueden tener una naturaleza química muy variada.

El proceso de la comunicación celular y su relación con la respuesta hormonal, destacó García Saínz, es uno de los campos de estudio que desde sus primeros pasos, a finales del siglo XIX, ha estado en constante "ebullición" científica debido a la importancia que representa para el conocimiento del cuerpo humano y de los seres vivos.

Agregó que en la actualidad la ciencia estudia miles de hormonas, tanto locales como generales, que intervienen en diversos procesos celulares, pues al menos uno por ciento del genoma humano está dedicado al estudio de los receptores adrenérgicos, "aunque aún existen muchos receptores de los cuales desconocemos su agente de comunicación".

Recordó que hace 25 años, cuando inició su carrera científica, "los receptores adrenérgicos eran un concepto, pues no se había logrado conocer a profundidad su función, pero gracias a los avances de las técnicas bioquímicas y de la biología molecular ahora sabemos que son proteínas, cuántas hay, dónde se ubica su información genética, con qué fuerza se expresan en diversos tejidos y cuáles son sus cambios en la salud y la enfermedad".

En su libro Hormonas: mensajeros químicos y comunicación celular, publicado en 1991, García Sáinz destaca que la función más importante de los receptores es reconocer al mensajero (hormona) para interactuar con él y activar una respuesta en la célula a la que se destina el mensaje.

Sin embargo, en este proceso intervienen diversos factores, como la afinidad y la actividad de los receptores, los cuales, tienen un alto grado de especialización para recibir los mensajes químicos emitidos por los hormonas, en algunos casos, como con la adrenalina, se ha podido comprobar que el cuerpo humano posee por lo menos nueve receptores de esta hormona.

Cuestionado sobre la necesidad de seguir impulsando la investigación científica en este campo del conocimiento, señaló que existe la necesidad de crear una política de Estado que garantice, más allá del sexenio o administración vigente, una cultura científica apoyada por políticas federales y no como "voluntad administrativa de los funcionarios".

Destacó que en el gobierno del presidente Vicente Fox "no se ha hecho nada por apoyar la ciencia, lo que puede ser desalentador para la comunidad científica que enfrenta muchas dificultades para continuar con su labor, sin que exista una política de Estado en la materia".

García Sáinz afirmó que gracias a las acciones emprendidas por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, que "ha buscado revertir la posición asumida por el presidente Fox, los estímulos no han disminuido del todo, lo que ayuda a que el trabajo sea el único camino para mantener el espíritu en alto".