Requieren AL y el Caribe duplicar su inversión en 2005
De acuerdo con el Informe de seguimiento de la educación para todos en el mundo (EPT) 2005, pese a los esfuerzos de los países de América Latina y el Caribe para incrementar su gasto en educación será necesaria "ayuda" de organismos internacionales para lograr los objetivos del proyecto EPT. Esa ayuda deberá duplicarse en 2006 hasta al-canzar 3 mil 500 millones de dólares.
Cumplir este objetivo será difícil porque la región recibe sólo 10 por ciento de la ayuda total para educación, lo cual es mucho menos de lo que reciben los estados árabes (18 por ciento), Asia oriental y el Pacífico (27 por ciento) y el Africa subsahariana (30 por ciento). Según la UNESCO, la suma necesaria para lograr los objetivos de la universalización de la enseñanza primaria y la paridad entre los sexos en educación es de 7 mil millones de dólares anuales.
Este déficit de recursos -resalta el organismo- debe orillar a las naciones a "garantizar que la ayuda que se emplee sea utilizada con la mayor eficacia posible y se destine a los países que más la necesitan"
Según la Unesco, la ayuda externa se ve "mermada por su excesiva dispersión", pues el promedio de países que reciben ayuda de los 21 estados miembros del Comité de Asistencia para el Desarrollo, de la OCDE, es su-perior a 16. Plantea que las naciones beneficiarias deben tratar con un promedio de siete a 12 donantes, pero hay casos como el de Nicaragua que recibe ayuda de 17. Es por ello que en algunas naciones se hacen esfuerzos para "armonizar" y "coordinar" mejor los programas de ayuda.
El informe de la Unesco subraya que la ayuda externa si bien incrementa los recursos para educación, "en ningún caso" puede compensar la inexistencia de un proyecto de la sociedad encaminado a la mejora de ésta, "porque ese proyecto sólo puede emanar de cada sociedad en particular y no puede organizarse ni aplicarse por elementos ajenos a ella". Según el organismo, el proceso "político interno es el único factor que puede ga-rantizar el éxito de la reforma educativa en última instancia".
En cuanto a la calidad de la educación en la región, el reporte sostiene que aunque no existe una "panacea" para mejorar este aspecto, un buen inicio consiste en determinar un conjunto de elementos básicos en los cuales centrar las acciones.
Entre ellos, establecer un tiempo mínimo de instrucción por estudiante, aumento de los recursos, que los lugares para aprender reúnan las condiciones adecuadas de seguridad y salubridad, y contar con un profesorado formado y "capaz de dominar los contenidos y la pedagogía". Destaca que naciones como Brasil y Chile se han constituido en ejemplos que "están abordando de manera convincente la cuestión de calidad".
Carolina Gomez Mena