Invirtió $100 millones sólo en el cascarón
Hendricks dejará el poder sin terminar su obra magna
Prometió que la IP participaría en el proyecto, pero los recursos erogados provinieron sólo del gobierno de QR
Ampliar la imagen Obras en el llamado monumento al mestizaje mexicano, proyecto cultural que dejar�nconcluso el gobernador Joaqu�Hendricks FOTO Javier Ch�z
Chetumal, QR, 24 de febrero. El llamado monumento al mestizaje mexicano, el proyecto cultural más ambicioso del gobernador Joaquín Hendricks Díaz, quedará inconcluso. El próximo 5 de abril deberá entregar el poder a su sucesor, Félix González Canto, y sólo se ha construido el cascarón de lo que albergará un museo, un planetario, un acuario, un restaurante y una sala de fiestas, en lo que ya se invirtieron 100 millones de pesos.
Desde el malecón se aprecia la plataforma de concreto de 10 mil metros cuadrados sobre las aguas del mar Caribe. Un puente de 150 metros lleva hasta donde se erigirá la megaescultura, de 67 metros de elevación, en la zona del "santuario del manatí", protegido por decreto desde 1996.
Elaborada por el artista chihuahuense Enrique Carvajal González, más conocido como Sebastián, la obra tendrá un costo de 280 millones de pesos y será financiada por "fuentes privadas y empresas interesadas en consolidar el desarrollo turístico del sur del estado", aseguró Hendricks en la capital del país el 15 de abril de 2003.
Sin embargo, el proyecto ha sido modificado sobre la marcha, al grado de que el gobernador se ha convertido en su único promotor, ya que ha destinado 100 millones de pesos para que la obra no quede detenida.
"Comparable con obras como la torre Eiffel y la estatua de la Libertad", según Marciano Medina Martínez, presidente del Patronato pro Escultura-, esta estructura arquitectónica no será inaugurada por Hendricks, quien el próximo 5 de abril entregará el poder al priísta Félix González Canto, joven político muy identificado con el mandatario estatal, quien no se ha comprometido públicamente con el proyecto.
Según el empresario Medina Martínez, en lo que resta del sexenio sólo se concluirá el soporte y la colocación de la megaescultura de acero, concreto y cobre. Quedarán pendientes los interiores, que precisan una inversión de 180 millones de pesos. El proyecto incluye, en su interior, un museo, un acuario, un planetario, una sala de fiestas, un restaurante-mirador y un área comercial y de exposiciones.
Tendrá tres elevadores, cada uno con capacidad para ocho personas. En el tercer nivel habrá una terraza al aire libre con vista al mar y la ciudad, con cafetería y sanitarios, y una capacidad promedio para 120 personas. En el quinto nivel estarán los sanitarios y en el sexto y último el mirador principal, con vista sin obstrucción a 360 grados y con telescopios. Su capacidad será para 20 personas.
Pendiente ha quedado la participación de grupos empresariales y fundaciones como Telmex, Banamex, Alfa y McDonald's, a quienes el artista Sebastián presentaría el proyecto, según declaró a principios de año el secretario de Planeación estatal, Iván Hernández Pacheco.
Medina Martínez, quien fue representante de Francisco Labastida en Quintana Roo, cuando éste fue candidato a la Presidencia en 2000, declaró que para concluir la obra se solicitaría el apoyo de la sociedad quintanarroense, de uno a 100 pesos por habitante.
El pase de charola no ha sido recibido con agrado por los chetumaleños, según los sondeos efectuados por rotativos locales, que han confirmado una negativa unánime de amas de casa, taxistas, estudiantes y burócratas.
El proyecto también ha sido terreno fértil para dirigentes de partidos políticos y representantes de agrupaciones civiles, quienes han descalificado la obra señalando que los recursos públicos deben ser canalizados a rubros que no han recibido adecuada atención en este sexenio, como el campo, la educación y la salud.
"Para el gobernador lo importante era cumplirle al amigo, construyendo esta obra de relumbrón que quedará a medias, ya que sólo concluirá la megaescultura", afirmó Roberto Erales Jiménez, diputado local de Convergencia, cuya vivienda está ubicada a 200 metros del lugar donde será sembrada la escultura.
La obra, según Sebastián, "refleja las raíces de nuestra cultura mestiza, simbolizada con dos planos cruzados que dan origen a la escultura: la X de México; la unión de grupos étnicos y sendas cosmogonías.
"En su base y a los costados, a consecuencia del juego de los planos con la luz, se proyecta la cabeza del jaguar, mientras en el otro extremo se encuentra la Cruz Parlante, claros símbolos de la rebelión indígena maya. Sus tres niveles aluden a la cosmovisión maya: inframundo, vida terrenal y espacio celeste."
Para Norma Jiménez De León, titular del Instituto Quintanarroense de la Cultura, la escultura urbana es difícil de comprender en cualquier parte del mundo. Aseguró que la obra "no está en riesgo" con el relevo gubernamental, pese a que quedará inconclusa.
Y aunque el proyecto incluía la creación de un fideicomiso que reuniría y administraría los recursos públicos y privados para la construcción de la obra, nada se ha avanzado en ello.
Tal fideicomiso -según Jiménez de León- "estará representado por los gobiernos del estado y el municipal. Va a quedar bajo la jurisdicción del municipio, de la iniciativa privada y de la sociedad civil. De lo que se trata es de comercializar los locales, y el dinero que se obtenga servirá para la protección del manatí".
"No es un paquete fácil, sin duda, pero lo cierto es que la obra va a enriquecer a la capital del estado, aunque tendrán que pasar dos o tres generaciones para que se asimile por completo."