Luego de la operación "se veía tranquilo", dice el vicesecretario de gobierno italiano
Someten al Papa a una traqueotomía por nueva crisis respiratoria aguda
Recibe el líder de la Iglesia católica miles de mensajes de solidaridad de todas partes del mundo
Ampliar la imagen Cesare Catananti, director del hospital Gemelli (izquierda), y Gianni Letta, vicesecretario de la jefatura de gobierno italiano (centro), captados al salir de la habitaci�e Juan Pablo II FOTO AP
Roma, 24 de febrero. El papa Juan Pablo II, de 84 años, fue sometido esta noche a una traqueotomía en el hospital romano Gemelli, donde fue internado de urgencia en horas de la mañana debido a una crisis respiratoria.
"La traqueotomía tuvo éxito", declaró el vocero del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, al término de la intervención que según analistas es un episodio que pone en duda la estrategia de la Iglesia católica de mostrar que el polaco Karol Wojtyla puede seguir al frente de los mil millones de fieles en el mundo.
Aunque el Papa es comparado a menudo con un jefe de Estado o el director de una compañía multinacional, a diferencia de una democracia o el mundo corporativo no tiene un segundo al mando, en un momento en que según el especialista John L. Allen, la Iglesia está acosada por crisis que van desde los escándalos por abusos sexuales en Estados Unidos a una creciente secularización en Europa y la incursión de grupos evangélicos en América Latina.
La Iglesia católica "necesita un liderazgo enérgico, algo que un Papa anciano y en declive no puede proporcionar", consideró recientemente Allen.
Un comunicado del Vaticano dijo que "el síndrome de la gripe, que motivó este jueves en la mañana la hospitalización del Santo Padre en el policlínico Gemelli, se complicó con nuevos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, causados por una estrechez de la laringe".
"Este cuadro clínico obligó a realizar una traqueotomía para asegurar la adecuada ventilación del paciente", precisó. El Papa fue informado sobre la necesidad de la operación -que consiste en abrir un orificio en la garganta para facilitar la respiración al paciente- y "dio su consentimiento", agregó el texto.
"Entré al hospital Gemelli triste y preocupado, y salí muy satisfecho", declaró a la prensa Gianni Letta, vicesecretario de la jefatura de gobierno italiano, que acudió en nombre del primer ministro Silvio Berlusconi.
Según Letta, el Papa, que estaba "muy sereno y tranquilo", se despertó lúcido de la operación, que duró unos 30 minutos.
"Al despertarse de la anestesia general, dirigiéndose hacia los médicos hizo un gesto con la palma de la mano, como de recriminación, similar al que se hace cuando los niños han hecho una maldad", describió.
Las condiciones de salud del Papa se agravaron el miércoles por la tarde, por lo que sus médicos decidieron internarlo en el Gemelli, señaló por su lado Navarro Valls.
Según fuentes médicas, Juan Pablo II, al que le colocaron un tubo en el orificio situado debajo de las cuerdas vocales para permitir la entrada de aire a los pulmones, no podrá hablar durante un tiempo.
Una vez "superados los espasmos, es posible que le retiren el tubo y cierren la herida. No se trata de algo permanente", aseguró el otorrinolaringólogo Roberto Filipo.
Hace exactamente dos semanas el Papa regresaba al Vaticano a bordo de su papamóvil tras permanecer hospitalizado diez días en la misma clínica por graves deficiencias respiratorias.
Este jueves temprano, el médico personal del Papa, Renato Buzzonetti, quien lo asiste desde hace 25 años, decidió reingresarlo en el hospital debido a una nueva crisis respiratoria aguda.
A primera hora de la noche, los médicos optaron por realizarle una traqueotomía, a pesar que implica "graves riesgos de infección y no siempre está indicada, porque al abrir un orificio en la garganta se elimina un filtro importante", declaró Giovanni D'Urso, especialista en vías respiratorias.
Las medidas de seguridad se reforzaron en torno del hospital, donde cientos de periodistas están pendientes de la salud del jefe de la Iglesia católica. Como parte de ese dispositivo, se ha restringido el acceso al décimo piso, donde se encuentra el apartamento del Papa, quien suele llamarlo "Vaticano tres", después del palacio apostólico y la residencia de verano de Castelgandolfo, cerca de Roma.
El Papa estuvo ingresado nueve veces en ese hospital, donde permaneció 159 días como paciente y fue sometido a siete intervenciones quirúrgicas, contando la traqueotomía de este jueves.
Varios médicos consultados por medios de prensa temen que se trate de un agravamiento de la enfermedad de Parkinson, que afecta al sistema nervioso central obstaculizando el proceso respiratorio.
Miles de mensajes de solidaridad han sido enviados desde todo el mundo, mientras en las parroquias, comunidades religiosas y monasterios oran por la recuperación del Papa, según el cardenal Camillo Ruini, presidente de la conferencia episcopal italiana.
La enfermedad del Papa avivó nuevamente las especulaciones sobre sus posibles sucesores, entre ellos el llamado "candidato secreto", el cardenal alemán Joseph Ratzinger, el llamado "guardián del dogma", de 77 años, que preside el colegio cardenalicio, una personalidad fuerte para que no se añore la autoridad férrea de Juan Pablo II.
Actualmente el Sacro Colegio está compuesto por 120 cardenales de menos de 80 años, límite de edad para elegir en caso de Cónclave, es decir de muerte del pontífice, un nuevo Papa.
Durante la anterior hospitalización del Papa, el debate se dio entre aquellos que reclamaban que Juan Pablo II se retirara frente a quienes le instaban a continuar al frente de la Iglesia, lo que supuso un reflejo de la batalla entre liberales y conservadores.
El Vaticano, entre tanto, se esforzaba por subrayar la naturaleza "preventiva" de la hospitalización a principios de este mes y Navarro Valls aseguraba que no había "motivos para la alarma".
Pero desde su regreso al Vaticano Juan Pablo II apenas hizo apariciones públicas, lo que no impidió que se anunciara que en abril iría a visitar al palacio Quirinale al presidente de Italia, Carlo Azeglio Ciampi. El cardenal Ruini a su vez dijo que Wojtyla viajaría a Colonia en agosto para el Día Mundial de la Juventud.
Wojtyla, el primer papa eslavo de la historia, que lleva al frente de la Iglesia católica casi 30 años, impuso un estilo a la vez moderno y conservador. Dejó de lado la silla utilizada por sus antecesores para aparecer en público, y se mostró entre las multitudes, dejándose tocar y alzando a niños en sus brazos.
Este ex actor de teatro ha hecho más de un centenar de viajes, por lo que se ganó el sobrenombre de "Papa peregrino", y ha mantenido una actividad mediática sin precedente.
El 13 de mayo de 1981, el turco Mehmed Ali Agca le disparó tres balazos en la Plaza de San Pedro. Juan Pablo II se salvó, pero desde entonces comenzó a sufrir problemas de salud: además de las dificultades para recuperarse de las heridas de bala en el estómago y una mano, padeció luego cáncer de intestino, fractura de fémur y de un hombre, y desde los años 90, la enfermedad de Parkinson.
Esto no impidió su actuación en Polonia y su influencia en los acontecimientos que precipitaron la caída de los regímenes comunistas de Europa del este, según coinciden muchos historiadores.
Idéntica energía desplegó para aislar a los defensores de la Teología de la Liberación en América Latina, y para alentar el desarrollo de movimientos ultraconservadores, como el Opus Dei.
Entre los temas capitales que aborda en sus discursos y encíclicas destaca la crítica al aborto y la reafirmación de los principios más rígidos de la Iglesia en el campo de la moral sexual.