Usted está aquí: viernes 25 de febrero de 2005 Economía Alerta CEESP de desequilibros en balanza de pagos

Regulación excesiva

Alerta CEESP de desequilibros en balanza de pagos

DAVID ZUÑIGA

Las remesas de los migrantes y los altos precios del petróleo son los factores que han mantenido la "relativa estabilidad" de la balanza de pagos de México; sin embargo, las operaciones comerciales y de servicios muestran "desequilibrios estructurales" provocados, entre otros factores, por la falta de estrategia del gobierno mexicano para integrar a más empresas a los mercados de exportación, señaló el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

En un análisis, el organismo señala que el déficit en cuenta corriente del año pasado (poco más de 8 mil 700 millones de dólares) fue uno de los más bajos en siete años y puede financiarse con recursos de largo plazo, especialmente inversión extranjera directa (IED).

Sin embargo, México tuvo un déficit comercial de 8 mil 530 millones de dólares, 47.6 por ciento superior a la de 2003, a pesar de que las ventas de petróleo, que representan 12.5 por ciento de las exportaciones totales, aumentaron 27.3 por ciento.

En 2004, detalló, las importaciones totales crecieron 15.6 por ciento, un punto porcentual más que las exportaciones.

El documento destaca que las exportaciones manufactureras aumentaron 12.6 por ciento, pero los beneficios se concentraron en unas cuantas empresas. La falta de una política industrial que integre a más negocios a las exportaciones "seguirá siendo una limitante para un mayor crecimiento de las exportaciones de mercancías".

La mayoría de las empresas mexicanas, señala, están imposibilitadas para abastecer de insumos a las industrias exportadoras debido a que enfrentan numerosos obstáculos, entre ellos una regulación excesiva y baja inversión en tecnología.

El estudio señala que México importa cada vez más bienes de consumo, como maíz, gas natural, gasolinas, textiles y productos de acero, entre otros, a pesar de que podría ser un productor importante. Esta situación hace evidentes los desequilibrios estructurales que impiden reducir el déficit comercial e incluso lograr un superávit.

 
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