El costo
El vacío de poder que muchos advierten en el país es consecuencia de la lucha que se libra en el interior del gobierno y de Acción Nacional para encontrar una salida a la acusación infundada de Los Pinos contra el jefe de Gobierno de la capital y al hecho de que nadie quiere ahora pagar los costos.
1. Los actos de abuso de poder cometidos por Vicente Fox en el último año al utilizar de manera ilegal las instancias del Estado en su intento por inhabilitar como candidato presidencial en 2006 a Andrés Manuel López Obrador e imponer en la silla presidencial a su protegido Santiago Creel le están mereciendo una condena cada vez mayor de diversos sectores, preocupados por las gravísimas consecuencias que su proceder, descabellado y atrabiliario, tiene para el país en lo político y en lo económico: deslegitimando a las instituciones públicas, poniendo en riesgo la economía y evidenciando que no hay cambio alguno y que el titular del Ejecutivo actúa en México por encima de la legalidad, tal como hacían los presidentes priístas, aunque ahora de manera mucho más burda.
2. Coloquios y seminarios de especialistas sobre el régimen político de México, que se han multiplicado en meses recientes, han coincidido en que el presidencialismo a la mexicana sigue en pie como en los años del priísmo y que es urgente redefinir las instituciones nacionales para terminar con el estatuto de impunidad de que goza el presidente de la República, consagrado en el artículo 108 constitucional (que sólo permite enjuiciarlo por traición a la patria y delitos graves del orden común), a fin de someterlo a la legalidad, y así se han propuesto todo género de posibles cambios: desde la instauración de un régimen semipresidencial hasta la institución de mecanismos de control ciudadano sobre los gobernantes.
3. Las críticas al proceder irracional del Ejecutivo en éste su quinto año de gobierno no tienen precedente en la historia reciente, pero Fox sigue obsesionado en manipular el proceso electoral de 2006 para eliminar de manera ilegal a un posible adversario sin darse cuenta de que no sólo él se halla inmerso en un problema descomunal, sino que está arrastrando hacia el desastre a su grupo y a su partido y con él a buena parte de las instituciones públicas, no obstante lo cual continúa su campaña de desinformación persuadido de que cuenta con el apoyo de Salinas y de Zedillo, así como de un sector del PRI, y de que a través de los medios puede seguir engañando a los mexicanos, de ahí su discurso risible de que él, que tanto ha socavado las instituciones republicanas, representa "la legalidad".
4. Una semana después de que José Luis Soberanes, presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, acusara a Fox en su presencia de gobernar con estupidez (18 de febrero), y a tres días de que un grupo de artistas y académicos le hiciera ver en un desplegado dirigido a los diputados, pero también a él, lo que aquí tanto se ha dicho de que su intento de "exterminar al contrario" pone en entredicho "la legitimidad de las elecciones de 2006" (21 de febrero), las cúpulas empresariales acusaron a Fox de poner en peligro la economía por la pugna que ha abierto (23 de febrero).
5. El desasosiego que está ganando a los panistas, que dócilmente avalaron a Fox en su intentona y que ahora empiezan a darse cuenta del embrollo en que se hallan metidos, está justificado, aunque sólo los más obtusos, como Francisco Barrio o los principales cómplices de la conjura, como Diego, sigan empecinados en decir tonterías y mostrar el rostro más fascista del PAN. De acuerdo con una encuesta de Milenio Diario (23 y 24 de febrero) López Obrador (con 37 por ciento) aventaja de manera más clara a Madrazo (33 por ciento) y a Creel (23 por ciento), y sin él en la boleta Madrazo ganaría de calle a Creel (45 contra 35 por ciento).
6. La tragedia de Fox es que todo el abuso de poder del que ha hecho gala pisoteando las leyes y derrochando los recursos públicos para alcanzar un propósito ilegítimo no ha tenido otro objetivo que imponer a Santiago Creel en la silla presidencial, un abogado irrelevante que a fin de cuentas no es su candidato, sino el de Diego, y el de Salinas, que tiene por lo menos un candidato en cada partido, y que vería con singular alegría las contiendas Madrazo-Creel o Nati-Creel. Aunque el costo principal lo está pagando Fox, en la esperanza de que Creel le cuide las espaldas, proteja los intereses de sus amigos y acreciente el poder de los grupos de ultraderecha incrustados en la administración pública, garantizándoles a él y a Salinas que todo seguirá igual.
7. La historia muestra muchos otros casos de gobernantes empecinados en imponer a su sucesor y cometer para ello todo género de tropelías, pero ni Fox ni Creel conocen la historia nacional y por eso no tendrían que saber quién fue el ingeniero Ignacio Bonillas, otro oscuro hombrecito al que Venustiano Carranza se empeñó en imponer en 1920 en la silla presidencial, con el saldo que se conoce, y que dentro de algunos años seguirá siendo tan desconocido como entonces lo será el propio Creel.
8. El pánico que empieza a cundir en la cúpula blanquiazul por el creciente número de panistas que ya se opone abiertamente al "desafuero", no sólo porque es una injusticia cometida con todo el abuso del poder y para beneficio de intereses particulares, sino por el costo político que implica para ellos esta maniobra ilegal e inmoral, es en este escenario un indicador de que muchos están advirtiendo el desastre que se avecina de proseguirse en la misma vía: no para López Obrador, sino para el PAN y para el gobierno. Y de las consecuencias que esta descabellada acusación tendrá ineludiblemente para el futuro del país, que sabe ya quiénes son los responsables de lo que acontece.
9. Las iniciativas surgidas de sectores de Acción Nacional y del gobierno para salir del embrollo, y que han ido apareciendo en los medios, no garantizan una salida real a este conflicto, que nunca debió darse, como fue la propuesta del vicecoordinador del PAN en San Lázaro, Germán Martínez, quien planteó como salida (aunque después intentara negarlo) que se desaforase a José Agustín Ortiz Pinchetti, el ex secretario general del Gobierno capitalino, que rechazó López Obrador, según reveló La Revista de El Universal (21 de febrero), o la de otros legisladores panistas que sugirieron soluciones seudojurídicas, que avalarían, pero siempre a cargo del acusado, según La Jornada (22 de febrero)
10. La única salida posible que tiene Vicente Fox para salvar la imagen de su gobierno a estas alturas no es, en consecuencia, intensificar el derroche de recursos en comerciales en radio y televisión o multiplicar sus discursos sobre el respeto a la ley, que todo mundo sabe que es él quien la está violando, estrategia que, como se ve, no le ha dado resultado, sino aceptar que está cometiendo un error de proporciones históricas descomunales, y simple y llanamente ordenar a la PGR que se desista de su absurda acusación.