El escándalo en Argentina podría servir a fines militares de EU: analistas
La investigación del narcotráfico en la Fuerza Aérea será "a fondo": Kirchner
Buenos Aires, 21 de febrero. Tras haber dispuesto la semana pasada el pase a retiro de al menos una decena de brigadieres de la Fuerza Aérea e intervenido la Policía Aeronáutica Militar por el escándalo de narcotráfico en el aeropuerto de Ezeiza, el presidente argentino, Néstor Kirchner, prometió hoy que la investigación del asunto será a "fondo" y negó que el Estado tenga que ver con la aerolínea por la que se trasladaron maletas con cocaína a España.
Desde que se destapó el escándalo, que había sido ocultado por la cúpula de la Fuerza Aérea, sectores de derecha y algunos de izquierda aprovecharon para arremeter contra el gobierno, en un marco peligroso, cuando trascendió que el secretario de Defensa estadunidense, Donald Rumsfeld, traerá a Argentina en marzo próximo una propuesta para exigir cambios en las políticas de los gobiernos sudamericanos para combatir un presunto "narcoterrorismo".
Al menos eso es lo que algunos analistas locales especulan, cuando este escándalo, más otros sucesos en el Cono Sur resultan funcionales a las necesidades de Washington: radarización de fronteras y control estadunidense de aeropuertos, aceptación de asesorías y compra de equipos estadunidenses.
Algunos hablan incluso de que entre las ayudas estadunidenses para combatir esta presunta amenaza, estaría el ingreso de tropas a la Triple Frontera entre Argentina, Paraguay Brasil.
En este contexto se entendería la renovación de acusaciones contra Irán como autor del atentado contra la mutual judía en julio de 1994 en Buenos Aires.
La revista porteña Poder señaló en su último número cómo sirve a este entramado el escándalo del contrabando, destapado con el hallazgo de cuatro maletas con 60 kilogramos de cocaína abandonadas en una cinta de equipajes en Barajas, con una faja donde se leía como destinatario la embajada argentina.
Para muchos esto es claramente un montaje al cual podrían estar vinculados los grupos de seguridad ligados a la última dictadura militar argentina y a la derecha estadunidense, aún enquistados en lugares estratégicos.
Las maletas viajaron por Southern Winds (SW), una empresa que integra un acuerdo forjado por el gobierno para absorber a los empleados de la quebrada aerolínea LAPA. "No tenemos nada que ver" con SW, dijo Kirchner, quien explicó que el acuerdo que incluye subsidios es para que 800 personas no se queden sin trabajo, pero que la empresa es totalmente privada.
En cambio acusó al gobierno neoliberal de Carlos Menem que en los 90 vació el Estado al privatizar controles de aeropuertos.
Pero los ataques, en medio de las confusas informaciones, también provienen de la izquierda: Elisa Carrió, quien estuvo ligada a los socialistas, ahora compara al mandatario con Menem por este caso.