Motín en centro del DF para menores infractores
Ampliar la imagen Familiares de internos en el Centro de Tratamiento de Menores, en la delegaci�lalpan, son controlados en las afueras del inmueble por integrantes de la PFP, la cual se hizo cargo de la custodia del lugar, tras el mot�y enfrentamiento entre menores y custodios FOTOJes�llaseca
JESUS ARANDA
Internos y custodios resultaron heridos ayer durante un motín en el Centro de Tratamiento de Menores -en horas de la visita familiar-, el cual fue sometido por granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, que arremetieron "parejo" a golpes. Los uniformados utilizaron gases lacrimógenos sin importar la presencia de personas de edad avanzada, mujeres y niños.
Inicialmente llegaron granaderos de la policía capitalina bajo el mando del subsecretario Gabriel Regino, quien después de normalizar la situación dejó a un grupo de sus subalternos hasta que fueron relevados por agentes de la Policía Federal Preventiva, por tratarse de un recinto de jurisdicción federal.
El caldo de cultivo del enfrentamiento fue, a decir de los familiares, el maltrato cotidiano que reciben los menores de Teodoro Valdés, director del centro, y la decisión de éste de negar el ingreso de alimentos. "¡No es posible que nos impidan dejarles comida, cuando sabemos que lo que les dan aquí es una porquería; inclusive les entregan sus platos con escupitajos y otras cochinadas!", decían indignadas madres que se arremolinaban afuera del inmueble.
Algunos entrevistados dijeron que sus hijos "son inocentes y los culpan de algo que no cometieron", al tiempo que exigieron que les sean respetados sus derechos.
Según datos extraoficiales, más de 20 menores resultaron con golpes, además de los familiares que resintieron el embate y los estragos del gas lacrimógeno con el que más de 150 granaderos del gobierno capitalino sofocaron el enfrentamiento.
La SSP aseguró que sólo hubo seis personas con lesiones leves, sin precisar si se trataba de custodios o internos.
Bomberos de la estación Tlalpan acudieron a apagar el incendio generado por los internos con colchonetas. Relataron que después de la zacapela los jóvenes tiraron desde sus dormitorios colchones y cobijas y los quemaron. Cuando entraron los tragahumo la situación comenzó a calmarse, pero al llegar los granaderos tolete en mano y lanzando gas lacrimógeno la golpiza se generalizó, hasta que fueron sometidos los menores en unas dos horas.
Personas que ingresaron al penal -el subsecretario de Seguridad Pública federal, Miguel Angel Yunes, arribó al lugar y permitió el acceso de familiares alrededor de las cinco de la tarde- afirmaron que entre los heridos había un muchacho que había sido tirado de un segundo piso y presentaba un fuerte golpe en la cabeza; también una niña de tres años de edad se había perdido en la zacapela.
Testigos presenciales relataron que fueron destruidos talleres, oficinas de trabajo social y el jardín de visitas. En el encuentro que sostuvieron con Yunes, éste se comprometió a cambiar al director del centro -los padres reclamaban el regreso del ex director Marco Antonio Márquez-, a mejorar las condiciones del inmueble y, sobre todo, que custodios no ejerzan represalias ''contra los muchachos del patio uno''.
Gracias a la presión, 15 padres de familia se quedaron toda la noche para verificar que no se agreda a los menores; también se permitió el ingreso de funcionarios de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para verificar el estado de los internos.
Sin embargo, el temor de los familiares ya no fue por la presencia de la fuerza policial, sino que resultaran agredidos por otros internos los menores que estaban con sus familiares en el área de visita cuando ocurrió el incidente.