Usted está aquí: lunes 21 de febrero de 2005 Sociedad y Justicia En México no se cumple ni se respeta la ley laboral, afirma funcionario de la STPS

Sindicatos han convertido en "gran negocio" la defensa de los trabajadores, señala

En México no se cumple ni se respeta la ley laboral, afirma funcionario de la STPS

PATRICIA MUÑOZ RIOS

En México prácticamente ya no se cumple ni se respeta la Ley Federal del Trabajo, aseguró el propio subsecretario de Desarrollo Humano de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Francisco Xavier Salazar Sáenz.

La realidad rebasó totalmente esta legislación, no se cumple en lo que se refiere a la jornada laboral ni con las formas que se establecen de contratación; ni siquiera con el mecanismo establecido para el pago de salarios, así como tampoco con la mayor parte de los preceptos legales que contiene, aseguró.

En entrevista, sostuvo además que no sólo las empresas hacen caso omiso de la ley, sino también los sindicatos. Y es que se han distorsionado tanto las relaciones laborales que un sindicato puede emplazar a huelga sin tener siquiera trabajadores, y muchas de estas organizaciones han convertido "en un gran negocio" la defensa de los derechos laborales, indicó.

Además, calificó de "gran simulación jurídica" lo que está sucediendo en el país en el mundo laboral, y eso lo saben los sindicatos, por lo que es inexplicable que se opongan a la reforma a la Ley Federal del Trabajo.

La ley actual tiene 34 años sin haberse modificado y es una normatividad que ha sido superada por las circunstancias. La mayor parte de las empresas tienen prácticas que no están contempladas en la ley, simplemente porque cuando se originó no existían éstas y la legislación ha cedido ante la nueva realidad, se ha desdibujado, explicó el subsecretario.

Defendió el proyecto de reforma laboral, al sostener que es mentira que en esta iniciativa se violen los derechos de los trabajadores, se mutilen las prestaciones, se atente contra el derecho de huelga, se impida el registro sindical o se flexibilicen preceptos básicos.

Según acotó, en esta iniciativa no se busca ampliar la jornada laboral, sino que se señala que ésta puede ser convenida por las partes, siempre y cuando haya acuerdo de cómo se distribuiría y eso ya lo hace todo mundo, porque aunque la ley señala que la jornada es de ocho horas durante seis días a la semana, todas las empresas distribuyen el tiempo según sus ritmos de trabajo. Incluso los trabajadores de seguridad laboral 24 por 24 o empresas como la Volkswagen llegaron a acuerdos para laborar cuatro días y descansar tres; en los periódicos se tienen horarios abiertos, en los hospitales, etcétera.

En otro punto, negó que en la reforma se desconozcan los derechos de los sindicatos y que se pongan más obstáculos para el registro sindical, "ya que lo que se les pide es que digan la verdad, que si van a solicitar un registro demuestren que tienen trabajadores, porque en la realidad hay muchas organizaciones que tienen registro y que no tienen agremiados"; es más, "hoy los sindicatos pueden emplazar a huelga aún sin tener un solo trabajador", operan bajo mecanismos de chantaje laboral y esto, desde su punto de vista, no es válido.

En este sentido, Salazar Sáenz relató que hace poco en una junta de conciliación y arbitraje le dijeron que ya hay "catálogos de demandas", que son puras letanías de mentiras de uno y otro lado; "los trabajadores dicen 'el patrón me hacía trabajar como esclavo, nunca me pagaba, me escupía', y del lado del empleador se dice 'pues si yo lo quería como si fuera mi hijo'".

Entonces el proyecto de reforma pide que se señalen, bajo protesta de decir verdad, las declaraciones, y si mienten el caso se va a un delito que se llama de simulación jurídica, y es otro recurso, otro camino legal, porque en el mundo del trabajo hay mucho de esta farsa.

Otro de los puntos fundamentales de la iniciativa es que los sindicatos deberán establecer los mecanismos para la rendición de cuentas a los agremiados sobre los fondos y recursos que manejan.

-¿Las cuotas sindicales se han convertido en gran negocio para los sindicatos?

-Para evitar esto, la solución es que estas organizaciones gremiales rindan cuentas obligatoriamente.

-Entonces, ¿si no viola los derechos de los trabajadores ni menoscaba la situación laboral de éstos, por qué no se ha podido impulsar su aprobación?

-En este momento están dadas las condiciones para sacarla adelante, para que sea discutida y aprobada. No se aspira a tener la absoluta unanimidad, porque en este país es muy difícil llegar a ella, pero sí a tener una mayoría bastante notable en favor de este proyecto de ley.

Hay cierta inquietud porque no se ha presentado la reforma ante el Congreso de la Unión, sobre todo porque ya varios partidos han mostrado su acuerdo apoyándola, pero la verdad es que todas las fracciones la tienen en su agenda y han entendido la importancia del tema y de que éste sea discutido, por lo que en cualquier momento podría entrar a debate, indicó el subsecretario.

Reconoció que aclarar y modernizar la actuación de los sindicatos significaría acabar con cotos de poder y con "prácticas de chantaje", mediante mecanismos tan simples como la rendición de cuentas o el registro sindical "real" y no simulado. Pero también la reforma de la ley obligaría a las empresas a cumplir con los nuevos esquemas de contratación y de trato laboral, y no que éstos queden a la libre determinación de los empleadores, como actualmente sucede.

También desmintió que el proyecto de reforma laboral se haya tasajeado, ya que sostuvo que de las más de 500 modificaciones a la ley que contiene, no se han eliminado, con el propósito de lograr consenso. "Quedan las mismas 500, y casi la totalidad de las mismas ya fueron aceptadas por los partidos; sólo quedan 65 en las que aún no hay acuerdo total, que los legisladores creen que tienen todavía que ser discutidas, pero en general con todo lo demás ya hay consenso y los desacuerdos son en su mayoría por el cambio de la palabra patrón por la de empleador, pero si no la quieren aceptar no pasa nada, no afecta el proyecto de ley", indicó el funcionario.

En cuanto a las declaraciones de la Unión Nacional de Trabajadores en el sentido de que en cuanto entre la reforma al pleno del Congreso iniciarán una serie de movilizaciones de repudio, que podrían llegar al paro nacional, el subsecretario expuso que esta organización no puede llamar albazo a un proyecto de ley que tiene más de seis años de discusión.

En el mismo tono añadió que es el Congreso de la Unión el que tendrá que tomar la decisión, ya que ellos representan a las mayorías, y las minorías no pueden detener al país.

 
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