Peligró la confianza de clientes, la paciencia de empleados y la fe de accionistas, admitió
Impulsa Citigroup programa para mejorar la ética y limpiar su imagen
Reforzarán la formación de los trabajadores y el control de la comunicación interna, dice
Nueva York, 20 de febrero. Los directores de Citigroup se esfuerzan por dar vuelta a la página de los escándalos en los que se vio involucrada la empresa financiera número uno del mundo luego del polémico caso Enron, pero este proceso se torna lento por las megadimensiones del grupo.
"Llegó el momento de actuar", dijo el presidente de la empresa Charles Prince a sus empleados en un memorándum enviado la semana pasada.
"En determinados momentos, nuestras acciones pusieron en peligro nuestro más preciado bien: la confianza de nuestros clientes, la paciencia de nuestros empleados y la fe de nuestros accionarios", aseguró.
La empresa ha definido un plan para mejorar la ética dentro de la organización, mediante una mejor formación de los empleados, el refuerzo de los controles y la comunicación interna.
Henry Hu, profesor de derecho bursátil en la Universidad de Texas, indicó que la dirección ha multiplicado las medidas desde la primavera de 2003, "pero no dejan de surgir nuevas cuestiones".
La promoción de Prince al cargo de presidente en octubre de 2003, ex director jurídico del grupo, seguido por la llegada de Sallie Krawcheck, reputada como muy recta, al frente de la casa de cambios del grupo Smith Barney y luego a la dirección financiera, señalan un cambio de rumbo.
El grupo habría tomado también desde marzo de 2003 una serie de iniciativas para aumentar la transparencia y limitar los conflictos de interés luego del escándalo Enron, WorldCom y el de los analistas de Wall Street.
Asimismo, habilitaron una línea telefónica para que los empleados denuncien en forma anónima las prácticas fraudulentas.
Pero, no fue suficiente. El gigante financiero tiene a uno de sus equipos londinenses en la mira de las autoridades bursátiles británicas y alemanas luego de haber realizado transacciones dudosas en los mercados obligatorios europeos.
En tanto, sus actividades de gestión de patrimonio en Japón fueron prohibidas por las autoridades de ese país, luego de otro escándalo este otoño que forzó a Prince a pedir disculpas públicamente.
A pesar de que los resultados operacionales del grupo siguen siendo buenos, "este tipo de problemas le dieron una mala reputación a la empresa", opinó Evan Momios, de la agencia Standard and Poor's.
"Todos esos grandes titulares negativos crean un riesgo", dijo Art Hogan, estratega bursátil de Jefferies.
El grupo, involucrado también en el escándalo Parmalat en Italia, desembolsó hasta 4 mil 950 millones de dólares en 2004 para enfrentar los gastos ligados a sus problemas jurídicos.
Según Evan Momios, el Citigroup está "frente a un problema cultural y llevará un tiempo corregirlo", sobre todo por la dimensión de la gigante empresa que se construyó mediante adquisiciones.
Citigroup es un banco universal y brinda todo tipo de servicios financieros en alrededor de 100 países. Por esa razón, está naturalmente más expuesta a riesgos.
Pero el tamaño de la empresa no explica todo según Henry Hu: "La empresa AT&T antes de su desmembramiento tenía un monopolio en las comunicaciones de larga distancia en Estados Unidos. Y yo no escuché hablar de tantos escándalos sobre ellos".
Según él, "depende mucho del cambio de cultura que Prince intente aplicar", así como de las tablas de remuneración.