Usted está aquí: lunes 21 de febrero de 2005 Economía MEXICO SA

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Frases huecas para contrarrestar crisis

Hoy, como en 1994, la irresponsabilidad es absoluta y sólo abona la indeseada inestabilidad

LA TERCIA DE TERREMOTOS políticos registrados en aquel aciago 1994 y sus numerosas réplicas, provocaron frases de cajón que intentaron "contrarrestar" el estallido de la nueva crisis. Por aquellos días el grueso de la clase política -nomenklatura financiera incluida- repetía incansablemente que el momento (válido para el levantamiento zapatista y/o los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu) resultaba delicado, pero que la solidez de las instituciones permitiría enfrentar el desafío.

LAS FRASES HUECAS se desmoronaron al confrontar la realidad y ésta de nueva cuenta hundió al país. Se presumían como tiempos idos, pero más de una década después resultan práctica cotidiana: se aproxima un terremoto político de consecuencias incalculables, y el "eje" (ver foto dominical en La Jornada) pretende neutralizar sus ineludibles consecuencias con las mismas expresiones vacías, a sabiendas de lo que puede suceder.

HOY, COMO EN aquel entonces, la irresponsabilidad es absoluta y sólo abona la indeseada inestabilidad. A lo largo de 1994, los jilgueros y sus dueños cantaban victoria; en 1995, el recuento de los daños, como el presentado por el Banco de México en febrero de ese año:

LA JUNTA DE GOBIERNO del Banco de México analizó las causas del desplome vertical de las reservas internacionales del país a lo largo de 1994; concluyó que en lo económico todo iba bien hasta que algo salió mal, pero en lo político involucró a ciertos personajes con cargos relevantes en el gabinete presidencial de Carlos Salinas de Gortari como causantes -directos o indirectos- de la pérdida masiva de reservas internacionales.

EN SU EXPOSICION, el organismo implicó al ex secretario de Gobernación, Jorge Carpizo, y al ex subprocurador general de la República, Mario Ruiz Massieu, como presuntos responsables de la pérdida de 6 mil 615 millones de dólares de reservas internacionales en dos periodos: la tercera semana de junio y la tercera semana de noviembre de 1994; "ciertos hechos políticos y delictivos coincidieron con las etapas en las que el tipo de cambio llegó al techo de la banda (de flotación) y, consecuentemente, se perdieron reservas".

DOS DE LOS CUATRO "hechos políticos" descritos por el Banco de México fueron la renuncia del secretario de Gobernación, Jorge Carpizo, en la tercera semana de junio de 1994, y su regreso triunfal luego de aceptar la invitación presidencial de continuar en su cargo. De acuerdo con la tesis expuesta por el BdeM, el efecto político derivado de ese hecho se prolongó, por lo menos, hasta mediados de julio, lo que provocó, entre una fecha y otra, que el nivel de las reservas internacionales de México se redujera en 2 mil 902 millones de dólares.

EL SEGUNDO "HECHO político" expuesto se refiere a "las denuncias y renuncia" (en realidad fueron dos: al PRI y a la PGR, en ese orden) del ex subprocurador general de la República, Mario Ruiz Massieu, realizadas una semana antes de que concluyera el sexenio salinista. La actitud del ex funcionario le costó al país 3 mil 713 millones de dólares en reservas internacionales.

DE ACUERDO CON la Junta de Gobierno del Banco de México, la fuga de capitales "no es sorprendente, pues eventos políticos y delictivos, como los ocurridos en 1994, tienden a reducir abruptamente el rendimiento esperado, ajustado por riesgo, de invertir en el país; ello, aunado a la mayor movilidad actual del capital, provoca ajustes de cartera de gran rapidez y magnitud, virtualmente imposibles de contrarrestar mediante alzas en las tasas de interés".

DOS SITUACIONES POLITICAS concretas ocurridas a lo largo de 1994 redondean lo descrito por el Banco de México: el asesinato de Luis Donaldo Colosio, en marzo (con repercusiones hasta mediados de abril), y la "hostilidad intensificada" del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en la segunda semana de diciembre de ese mismo año.

AMBOS ACONTECIMIENTOS, según el Banco de México, habrían costado al país 11 mil 937 millones de dólares en reservas internacionales: 10 mil 388 millones adjudicados a la muerte del candidato priísta y mil 549 millones a la actividad del EZLN. Sin embargo, entre enero y marzo de 1994 -con la irrupción de los zapatistas en la vida política del país- dichas reservas se incrementaron en cerca de 4 mil millones.

ADEMAS, "EN RESPUESTA a graves hechos delictivos, como el secuestro de un prominente banquero (Alfredo Harp Helú) y, sobre todo, el asesinato del candidato del PRI, el incremento del tipo de cambio se exacerbó en marzo y durante el resto del año se mantuvo cercano al techo de la banda (de flotación), y en ciertas etapas lo alcanzaba". El Banco de México dejó a un lado otros hechos "delictivos y políticos", como el secuestro del vicepresidente del Grupo Gigante, Angel Losada Moreno -en abril- y el asesinato del secretario general del PRI, José Francisco Ruiz Massieu -el 28 de septiembre-, o los "errores de diciembre".

EL DETERIORO DE las reservas internacionales comenzó con el secuestro de Alfredo Harp Helú y el desplome a raíz del asesinato de Colosio. En resumidas cuentas, ese aciago 1994 -Ernesto Zedillo dixit- les costó al país y a sus habitantes 70 mil millones de dólares.

ALGUNAS CONSECUENCIAS DE los citados terremotos, cuando México ya despachaba en el primer mundo (versión oficial). No es deseable que se repita la historia, pero todo indica que el "eje" no tiene memoria.

Las rebanadas del pastel:

INUTIL QUE EL INQUILINO de Los Pinos pida a empresarios testificar "que no me fui a pasear ni a hacer gasto y dispendio" por Europa y Africa. Inútil, porque los hombres del dinero que con él viajaron hicieron lo mismo... Desde Aguascalientes, vía correo electrónico: "a Luis Pazos hay que recordarle sus propias palabras. Hace años, cuando todavía no vivía del presupuesto, en una entrevista televisiva platicó lo siguiente: que una persona le había comentado que los funcionarios manejaban los recursos públicos como si fueran suyos, a lo que Pazos contestó que no era así, que los manejaban mal porque el dinero era nuestro, ya que si fuera de ellos entonces lo cuidarían. Obviamente el ex crítico no predica con el ejemplo. Maneja el dinero como si fuera nuestro"... Gracias Don Alfredo.

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