Usted está aquí: domingo 20 de febrero de 2005 Cultura Frenar la extinción de 20 lenguas indígenas, primer desafío del Inali

El instituto alista acciones concretas para salvar de la desaparición esos idiomas

Frenar la extinción de 20 lenguas indígenas, primer desafío del Inali

Este lunes, presentación en sociedad del organismo dirigido por el antropólogo Fernando Nava

ARTURO JIMENEZ

Entre los asuntos urgentes que deberá enfrentar el recién creado Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) destaca el intento por salvar las alrededor de 20 lenguas originarias de México en ''franco proceso de desaparición'', de un total de 62 que sobreviven, luego de que en el siglo XVI había unas 170.

Algunos de esos idiomas en peligro de extinción son el ixcateco, el kumiai, el lacandón, el paipai, el cochimí y el kiliwa, el cual se habla en Baja California y que, contrario a algunas cifras oficiales, no cuenta con 52 hablantes, sino con cinco, ya adultos mayores, y los programas gubernamentales con niños y jóvenes al parecer no han podido frenar esa tendencia letal, que también afecta a lenguas con miles de hablantes, como el maya o el náhuatl.

Así lo plantea en entrevista el investigador Fernando Nava López, primer director general del Inali, que este lunes 21, Día Internacional de la Lengua Materna, tendrá una especie de presentación en sociedad durante una ceremonia matutina en la Secretaría de Educación Pública.

Nava asume: ''Es impredecible poder anticipar un resultado tanto negativo como positivo". Aunque aclara que se pondrán en marcha programas concretos para salvar de la desaparición esas lenguas.

Otro asunto urgente que abordará el Inali será comenzar un ''vínculo'' con los gobiernos federal, estatales y municipales para empezar a cumplir el mandato de la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, de prestar los servicios públicos en las 62 lenguas indígenas del país: educación, salud, administración de la justicia y programas de beneficencia social.

Un aspecto más que plantea Nava como urgente es ''sensibilizar" tanto a la población mestiza nacional como a la que habla lenguas indígenas para ''revertir el estereotipo negativo'' que padecen los idiomas originarios.

''La mayoría de las veces los mestizos tienen una apreciación e interpretación desviada, sesgada y racista de lo que son las lenguas y las culturas indígenas, pero también hacia la gente que las habla. Son varias formas de racismo, hacia la vestimenta, los sistemas de creencias y otros aspectos."

Nava trae a cuento el otro lado de la moneda. "Pero también la misma población indígena, por la presión social, ha estado desvalorizando sus costumbres, valores y derechos".

Presupuesto insuficiente

Fernando Nava reconoce sin embargo que ante la gravedad y amplitud de los problemas y el presupuesto ''insuficiente'' de 60 millones de pesos para este 2005, el reto se presenta como muy grande, ''pero se enfrentará''. La mitad de ese presupuesto se destinará a nómina, gastos administrativos, equipo de cómputo y renta del espacio de trabajo.

Ante lo anterior y el qué hacer, el funcionario recurre a las propuestas y plantea que se debe continuar insistiendo en la necesidad de involucrar al sistema educativo en el rescate, fortalecimiento y revaloración de las lenguas indígenas.

Otro factor de ''sensibilización de la sociedad mexicana'' que menciona es el de los medios de comunicación, sobre todo la televisión. ''Por ello nos interesa que entre en proceso de reforma la Ley General de Radio y Televisión, a fin de lograr la apertura de esos medios a las lenguas indígenas''.

Nava abunda en los aspectos centrales del proyecto de trabajo del Inali. "Fortalecer la preservación y desarrollo de las lenguas indígenas, promover su conocimiento y disfrute como una riqueza lingüística y cultural del país, y asesorar a los tres órdenes de gobierno para articular las políticas públicas necesarias en la materia".

En cuanto a los programas concretos, habla de "enlaces" con varias academias de lenguas indígenas que existen en el país, así como con las universidades que aborden el asunto de los idiomas originarios de México.

El Inali también ha buscado acercamientos con otras instituciones académicas de alto nivel, como el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, para elaborar un "catálogo de lenguas indígenas".

Con el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) se buscará diseñar un método y modelo de "censo sociolingüístico", a fin de contrarrestar la falta de información. Sin embargo, como ese censo se levantaría junto con los que realiza el INEGI, aún no se tiene una fecha para hacerlo.

Una historia breve

Derivado de la citada Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, que entró en vigor en marzo de 2003 luego de haber sido promovida por organizaciones de intelectuales y creadores indígenas y no indígenas, como la asociación Escritores en Lenguas Indígenas (ELIAC), el Inali contó en 2004 con un consejo nacional que propuso una terna.

Aunque el consejo nacional del Inali lo preside el secretario de Educación Pública, se trata de un organismo descentralizado de la administración pública federal, "sectorizado" a esa secretaría. Por ello el director del nuevo instituto "rinde cuentas directamente" al Presidente.

Por eso Nava, antropólogo y lingüista, quien aprendió náhuatl y purépecha, fue designado por el presidente Vicente Fox en septiembre pasado, luego de varios meses de retraso en que tenía que elegir de esa terna, integrada además por Ramón Arzápalo Marín, reconocido lingüista de raíces mayas, y Natalio Hernández Hernández, nahua, promotor cultural y escritor.

El nombramiento de Nava no fue bien recibido por organizaciones de intelectuales y creadores indígenas -como el Seminario Indígena, Escritores Mayas-Zoques y Sna Jtz'ibajom-, que pedían la designación de una persona surgida de alguna etnia, aunque otras, como ELIAC, prefieren explorar cómo pueden trabajar con el nuevo instituto.

De cualquier modo, el Inali ya comenzó a tomar forma y por el momento cuenta con unas oficinas en el quinto piso de un edificio de Insurgentes Sur, con 16 empleados e investigadores y una "incipiente" página web presentada en la de la SEP, pero que aún no se puede abrir.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.