El secretario general del Sinn Fein censura la ilegalización de fuerzas políticas
Oportunidad histórica para buscar salida a los conflictos en el País Vasco y el Ulster
Llama el vocero de Batasuna a "apostar por los acuerdos y la negociación"
Ampliar la imagen Gerry Adams, secretario general del Sinn Fein, y Juan Jos�barretxe, presidente del gobierno regional vasco, al t�ino de su reuni�n Vitoria FOTO REUTERS
Madrid, 18 de febrero. Actualmente existe "una ocasión histórica" para buscar una solución a los conflictos en el País Vasco y en Irlanda del Norte, señalaron hoy el secretario general del partido irlandés Sinn Fein, Gerry Adams, de visita en España, y el vocero de la ilegalizada coalición radical vasca Batasuna, Arnaldo Otegi.
Adams, uno de los impulsores del proceso de paz en el conflicto del Ulster, se reunió este día tanto con Otegi como con el presidente del gobierno regional vasco, el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, así como con el dirigente del partido independentista catalán ERC, Josep Lluis Carod-Rovira.
Tras esas entrevistas en la sede del parlamento regional vasco en Vitoria, al norte del país, el dirigente norirlandés señaló que ha encontrado "un ambiente de pacificación" en el País Vasco, por lo que se manifestó en contra de la ilegalización de cualquier fuerza implicada en el histórico conflicto, en alusión a Batasuna.
En el mismo tenor se expresó Otegi, al apuntar que "hay que apostar por un acuerdo y una negociación que incluya a todas las partes, dar la palabra a los pueblos vasco e irlandés, y que se reconozcan los derechos de todos los actores políticos.
"No se puede poner en marcha este proceso con garantías si de hecho no se reconocen los derechos civiles y políticos de una de las partes ni en la práctica cotidiana ni en las elecciones", agregó el vocero de Batasuna, grupo considerado el brazo político de ETA.
Adams se ha convertido en referente en el escenario internacional tras su vital participación en la puesta en marcha de una mesa de negociación para detener la violencia en su país, tanto por parte del Ejército Republicano Irlandés como de las fuerzas militares, paramilitares unionistas y policiales del Reino Unido y de los unionistas.
Desde Euskadi y el Estado español siempre se ha visto cierto paralelismo entre la situación de Irlanda del Norte con el País Vasco, al ser considerados procesos con enormes similitudes, por lo que la presencia de Adams tiene una gran carga simbólica y abre las puertas a una futura intermediación en el proceso.
Después de presentar en Madrid y en Barcelona su libro Memorias políticas (Aguilar), Adams fue recibido por Ibarretxe en la sede del Ejecutivo vasco para posteriormente encontrarse con el parlamentario abertzale Otegi, con quienes habría abordado la situación actual del conflicto y las posibilidades de abrir una mesa de pacificación.
Al término de estas entrevistas, Adams señaló que sobre todo recibió información de primera mano, de lo que aprecia "esfuerzos por crear un ambiente de pacificación en Euskadi y el Estado español, pero hay que ser cautos y prudentes". Inclusive, se declaró dispuesto a ayudar en la solución del conflicto vasco.
Subrayó que con todos los interlocutores que se ha reunido observó que tienen la convicción de que "se abre una oportunidad histórica para un proceso de paz, aunque no haya ninguna negociación concreta en marcha, pero lo más importante es que todos los partidos políticos vascos, incluido Herri Batasuna, quieren llegar a la paz".
Para lograr esto, dijo Adams, "es imprescindible que todos estén dispuestos a dialogar y a escuchar al adversario". Añadió que "nadie tendría que ser temeroso de esa paz, hay que procurar el diálogo, y espero que los representantes del pueblo que están aquí tengan la suficiente sabiduría e inteligencia para afrontar este diálogo".
Al ser cuestionado sobre los problemas que plantea la ilegalización de Batasuna por sus nexos con ETA, concluyó que "nadie tendría que ser excluido o prohibido, como nos sucedió en Irlanda, y como no tendría que suceder en ningún otro sitio del mundo".
Por otra parte, el Sinn Fein y el Ejército Republicano Irlandés se encuentran en su país bajo gran presión de las autoridades, en el marco de un escándalo en el que se les acusa de haber robado y lavado al menos el equivalente a unos 38 millones de euros. Sus líderes lo niegan.