Usted está aquí: viernes 18 de febrero de 2005 Cultura Dramática extinción de idiomas en el mundo

Dramática extinción de idiomas en el mundo

FERNANDO CAMACHO SERVIN

De las más de 6 mil lenguas que en la actualidad se hablan en el mundo, la mitad está en riesgo de desaparecer en este siglo a un ritmo de hasta dos por semana, de acuerdo con estudios recientes de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Aunque la muerte de idiomas es considerada de cierta forma un acontecimiento ''natural" que suele llevarse siglos enteros, el proceso ha adquirido un ritmo acelerado y dramático por la presión de las lenguas dominantes (inglés, mandarín, español o ruso), según el Atlas de las lenguas en peligro en el mundo, elaborado por el organismo internacional en 2002.

Gran parte de la riqueza cultural, específicamente la lingüística, está en riesgo de desaparecer a causa de la ''globalización", fenómeno que impone una misma forma de expresarse y de entender la vida, en detrimento de la diversidad.

Tal es la conclusión de un grupo de escritores, analistas y observadores del tema consultados por La Jornada, quienes describen las características de este proceso de ''erosión cultural" y las consecuencias que podría tener en el futuro.

Asimismo, este viernes y el domingo, en el Museo Nacional de Culturas Populares de Coyoacán, se realizará la cuarta Jornada Internacional de la Lengua Materna, instituida por la UNESCO el 21 de febrero de 1999, para motivar a la reflexión sobre la importancia de todas las lenguas en el mundo.

En riesgo, lenguas mexicanas

''Hacia el siglo XVI se hablaban en México alrededor de 170 lenguas, a principios del siglo XX sólo 110 y en lo que va del XXI aproximadamente 62, de manera que en 500 años se han perdido más de 100 lenguas. En los próximos 20 o 40 años van a desaparecer al menos 19 y así, en poco tiempo, tendremos cuando mucho 40 lenguas", advierte el escritor Carlos Montemayor.

El autor de Los pueblos indios de México hace énfasis en un punto central de esta discusión: los idiomas no desaparecen por razones inherentes a ellos, porque haya lenguas ''superiores o inferiores", sino por motivos políticos y económicos.

''El inglés no es superior al zapoteco, ni el alemán al maya, ni el francés al mixteco. Esos son falsos conceptos. Los mexicanos, por ejemplo, decimos, por desinformación, que los indígenas hablan dialectos, pero todos los idiomas son sistemas complejos, culturas vivas, memorias de pueblos", dice.

Patrimonio intangible

El doctor Miguel León-Portilla, una autoridad en idiomas indígenas de América Latina, señala a su vez que las lenguas son ''atalayas distintas para ver el mundo, cauces para acercarse a la realidad. En cierta forma, la lengua condiciona la manera de pensar y, cuando una muere, parte del mundo nombrable desaparece, y eso es terrible''.

''Las lenguas son parte del patrimonio intangible, como la literatura, los recetarios de cocina, las canciones, la música. Todo eso es tan valioso o más que el patrimonio tangible", sostiene el maestro emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien considera que los pueblos indígenas dan una lección admirable de resistencia frente a la globalización cultural, entendida como homogeneización.

Ahora, añade, hay muchas lenguas indígenas de México en peligro de extinción, como las del norte de Baja California, el kiliwa, el pai-pai, el tipai, el cucapá o el seri, muchas de ellas habladas por menos de 100 individuos.

En lo que respecta a otras lenguas más habladas, como el náhuatl, el zapoteco o el maya, "tampoco la situación es muy boyante, porque apenas en los últimos años empezaron a ser cultivadas y enseñadas en las escuelas", indica León-Portilla, coautor con el estadunidense Earl Shorris de la antología literaria mesoamericana Antigua y nueva palabra (Ediciones Aguilar).

En contraposición, el escritor náhuatl Natalio Hernández tiene una perspectiva optimista sobre las lenguas originarias, y aunque reconoce que éstas se vieron sometidas y atacadas durante siglos, afirma que presenciaremos su renacer.

''No estoy asustado, sino entusiasmado con el siglo XXI, porque será el de la consolidación de los idiomas indígenas y la diversidad lingüística", afirma.

Matices aparte, los tres estudiosos coinciden en que la protección del patrimonio lingüístico de México pasa en gran medida por la adopción de políticas de Estado, además de reconocer constitucionalmente la diversidad de idiomas como una riqueza.

No obstante, Montemayor no duda en advertir: ''lo que los indígenas no consigan por su propia fuerza, nadie se los dará por misericordia o solidaridad".

 
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