Hay vacíos legales en la ley de bioseguridad, señalan
México perderá variedades de maíz por uso de transgénicos: productores
La ley de bioseguridad y organismos genéticamente modificados tiene muchos vacíos legales que deben ser atendidos en el reglamento de la misma, de lo contrario México perderá variedades, razas, cultura y tradiciones en maíz, alertaron los productores del grano, y adelantaron que ya están analizando con abogados cómo defenderse de las tres trasnacionales que fueron favorecidas con dicha ley.
"Nos están ahorcando con las trasnacionales por la dependencia de las semillas", dijo Héctor Carlos Salazar Arriaga, secretario técnico de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México.
Agregó que el país requería una ley de bioseguridad porque "entran transgénicos sin control y no hay un etiquetado. Sin embargo, la ley no prevé las evaluaciones de riesgo, por ejemplo, en caso de que algún transporte tenga un accidente, ni hay claridad para las zonas de reserva".
No se trata de acotar o impedir la investigación, sino de una custodia estricta de la semilla transgénica para evitar la contaminación y que se asegure que, en caso de accidente de algún transporte, se tomen las medidas necesarias en torno a su contenido, asentó. Adelantó que la confederación ya está consultando abogados para que en el reglamento de dicha ley se incluya la indemnización a los productores en caso de contaminación de sus cosechas por semillas transgénicas; además de que se establezcan con claridad cuáles serán las zonas de reserva para proteger las razas y materiales criollos del maíz tomando en cuenta la propuesta social.
Para la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), la Ley de Bioseguridad no protege sus intereses. "Nuevamente acudimos a un diálogo de sordos. Los legisladores tomaron decisiones al vapor, desatendieron las preocupaciones y propuestas de los agricultores", sostuvieron integrantes de la organización.
Dispuestos a iniciar, junto con grupos ambientalistas y otros actores sociales, una campaña internacional para proteger al maíz y otros granos, los campesinos de ANEC recordaron que el gobierno no atendió las recomendaciones de la Comisión de Cooperación Ambiental en torno a la contaminación de maíz en Oaxaca, como se documentó científicamente. "Podría pasarnos lo mismo que en Brasil, donde se contaminaron los campos de algodón con variedades transgénicas y el gobierno no hizo nada".
Postura contraria sostuvieron productores de Sinaloa y Tamaulipas, quienes aseguraron que con dicha ley se incrementará la competitividad. Perfecto Solís, representante de los productores de maíz en Tamaulipas, afirmó que la ley permite al sector agrícola "amortiguar las desventajas" que enfrentan actualmente frente a los productores de otros países.
El presidente de la Asociación de Agricultores de Río Fuerte, Sinaloa, Ramón Osuna, aseguró que los productores quieren estar a la vanguardia de las innovaciones tecnológicas para ser competitivos; además, señaló, con los organismos genéticamente modificados se podrán resolver muchos problemas del campo, como plagas, enfermedades, baja productividad y maña calidad de los granos, entre otros.
Más de las dos terceras partes de los agricultores del país siguen sembrando maíz. Diariamente se consumen 272 gramos por persona, equivalentes a 978 kilocalorías y 25.2 gramos de proteína, según información de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.