Rindieron homenaje al pintor y grabador por sus 90 años de edad
Llama Raúl Anguiano a terminar con la discriminación contra los indígenas
Inauguraron muestra del artista en el Museo Nacional de San Carlos
Sigue pendiente su ''viejo sueño'' de crear un espacio museístico con su nombre en la ciudad de México
Ampliar la imagen "Cuando ha habido un mecenazgo, de la Iglesia, el Estado o la iniciativa privada, florecen la pintura mural y las artes en general", dijo Anguiano FOTO Jos�arlo Gonz�z
La imagen y el simbolismo de su litografía La espina (1953), en la que, sentada en el suelo, una indígena trata de sacarse una espina del pie con un cuchillo, dio el tono al homenaje que la noche del martes se rindió al pintor Raúl Anguiano por sus 90 años de edad.
''Algún día veremos que esta mujer se sacará la espina y la herida cicatrice, pues los indígenas de México todavía son discriminados", compartió el pintor, muralista, dibujante, grabador y ceramista luego de la inauguración de la muestra Raúl Anguiano en las artes gráficas (1915-2005), en el Museo Nacional de San Carlos.
Y Raúl Anguiano (Guadalajara, 26 de febrero de 1915), cofundador del Taller de Gráfica Popular en 1937, al lado de figuras como Alfredo Zalce, Pablo O'Higgins, Angel Bracho, Javier Guerrero y Leopoldo Méndez, a quien consideraban ''un tótem", lanzó:
''Gracias a los antropólogos y a los pintores como Rivera, Orozco, Siqueiros o Covarrubias, ya no se discrimina tanto a los indígenas. Ojalá que un día ya no se les discrimine y se les considere al mismo nivel, o más profundamente, que a todos los mexicanos."
El asunto de la espina en el pie había sido traído a cuento por María Fernanda Matos Moctezuma, directora del Museo Nacional de San Carlos:
''Sólo ese cuadro basta para hacer inmortal a Raúl Anguiano. En él representa un dolor que parece no sentirse, al cual el indígena pareciera estar habituado. La espina sigue clavada como testimonio de un pasado dolorosamente actual."
En el homenaje del ''orgulloso integrante" de la Academia de Arte, a quien corresponde la silla que ocupara su maestro y amigo Juan O'Gorman, asistieron figuras como Arturo García Bustos, Rina Lazo, Gilberto Aceves Navarro, Luis Nishizawa, Jorge Alberto Manrique y Tongolele, retratada por Anguiano al igual que Ruth Rivera, María Asúnsolo, Julia Crespo y muchas otras mujeres famosas o anónimas.
Problemas para su museo
En una pausa del homenaje, Anguiano, ''uno de los más viejos inquilinos del Palacio de Bellas Artes", pues ahí expuso por primera vez en 1935, cuando tenía 20 años, recordó que sigue pendiente su ''viejo sueño" de crear un museo con su nombre en la ciudad de México, para lo cual donaría más de 200 obras.
''Las autoridades me han ofrecido apoyo, pero no han madurado. Cuando ha habido un mecenazgo, de la Iglesia, el Estado o la iniciativa privada, florecen la pintura mural y las artes en general", dijo el creador. Sin embargo, otro sueño de Anguiano sí se ha cumplido en Guadalajara, con la fundación de un museo con su nombre.
El pintor, quien durante el reconocimiento estuvo acompañado por su esposa Brigita Anguiano, comentó también que está por concretarse un proyecto con autoridades del Instituto Politécnico Nacional para crear un mural en un edificio de esa casa de estudios, que tendría unos 40 metros cuadrados y cuyo tema sería la ciencia y la tecnología.
Otro proyecto de mural sería en La Jolla, California, donde hace poco le hicieron un reconocimiento, pero también falta presupuesto. Anguiano ya cuenta con cuatro murales en Los Angeles.
En el homenaje también intervinieron Luise Noelle Gras, secretaria de la Academia de Arte, y Saúl Juárez, director general del Instituto Nacional de Bellas Artes. Todos destacaron el profundo sentido de lo nacional y el interés humanista por lo social en la obra de Anguiano, sobre todo en sus trabajos alrededor de los indígenas del país.