Todo cuanto pasa en la Tierra, a la vista de una nube de satélites
Bruselas, 16 de febrero . Agricultura, hábitat, desastres naturales, migración de aves, gases de efecto invernadero: nada o casi nada escapa al ojo de los satélites de observación de la Tierra, según especialistas reunidos en Bruselas al tiempo que entró este miércoles en vigor el Protocolo de Kyoto.
Nuestro planeta está escrutado permanentemente por una nube de satélites capaces de tomar fotos con mínimo error, captar el calor de un incendio, identificar un bosque enfermo, ver el Sol por medio de las nubes o medir la salinidad de los océanos.
Los satélites también permiten entender cómo afectan los fenómenos a escala continental y no sólo local. Gracias a ellos se ha comprendido que la contaminación del aire no concierne sólo al lugar de la fuente, sino a los países vecinos, precisó Frank Dentener, investigador ligado a la Comisión Europea.
Algunas partes del planeta, como los polos, no podrían ser estudiados sin la ayuda de satélites, señaló el profesor Duncan Wingham. El europeo ERS "revela por primera vez el cambio regional en la Antártida" y los "cambios muy variables, según el lugar, del hielo del Artico", dijo. El futuro Cryosat, según éste, permitirá responder a la pregunta: "¿Cambiamos realmente el entorno polar?"
Los satélites permiten también realizar previsiones, gracias a su "situación única, a su cobertura mundial continuada", explicó Udo Gärtner, director de los servicios meteorológicos de Alemania.
Este tipo de información podría evitar en el futuro las consecuencias trágicas que tuvieron, por ejemplo, la ola de calor que azotó a Europa en 2003, en la que murieron 20 mil personas, o los monzones que dejaron mil 500 muertos y más de cinco millones de personas sin hogar en Asia en 2004.
En caso de desastres, se activa inmediatamente la Carta Internacional de Agencias Espaciales sobre la Gestión de Desastres Naturales, como durante el tsunami que dejó 287 mil muertos a finales del 2004 en Asia.
Afp