Aporto optimismo ante un mundo triste: Kusturica
Ampliar la imagen El director de cine bosnio llegar� la ciudad de M�co la pr�a semana para presentar su m�reciente filme, Life is a miracle. Tambi�dar�n concierto con su banda The No Smoking Orchestra FOTO Afp
JUAN JOSE OLIVARES
"El mundo se está convirtiendo en un gran corporativo controlado por gobiernos que quieren ser más poderosos. No pertenezco a ningún partido, a ninguna organización política, no soy embajador del Unicef, sólo creo que cada vez hay más diferencias entre la gente pobre y la rica, cada vez más unos cuantos controlan el mundo militarmente", afirma Emir Kusturica en entrevista con La Jornada, vía telefónica desde Madrid.
El reconocido cineasta bosnio, quien ha sido galardonado en dos ocasiones en el Festival de Cannes y será presidente del jurado en la próxima edición de ese afamado certamen, llegará a la ciudad de México la próxima semana para presentar su más reciente filme, Life is a miracle, en el contexto de una retrospectiva de su trabajo que se exhibirá en el segundo Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México, que ayer se inauguró.
Asimismo, por primera vez en el país, dará un concierto con su banda The No Smoking Orchestra, el 25 de febrero, en el Salón 21.
Entre los filmes de Kusturica -nacido en 1954 en la ex Yugoslavia-, destacan Underground, Do you remember Dolly, When father was away on business, Time of the gipsies, Arizona dream, Black cat, white cat, la mayoría proyectados en muestras y festivales internacionales.
El director, cuyas películas, cargadas de fina ironía, tratan temas políticos y sociales, ha denunciado por medio de sus cintas y sus canciones a los líderes de su país y de varias naciones europeas que intervinieron en el sangriento conflicto de la ex Yugoslavia. "Me he opuesto al mainstream de mi país, prácticamente estoy en contra de todo... pero siempre apoyaré a la humanidad. Es difícil explicar mi posición, porque la ex Yugoslavia era un lugar complicado, lleno de conflictos geopolíticos, donde la gente se mataba entre sí."
Sin embargo, el cineasta presenta una visión optimista en sus filmes: "Sólo se trata de mostrar cierta felicidad en mis películas, porque el mundo se ha vuelto un lugar triste, un sitio en el que la tecnología mueve a la gente. Estoy totalmente convencido de que el cine no tiene que mostrar sólo cosas agradables, sino ser una terapia para la gente. No obstante, para mí el cine debe ser optimista, por eso he planteado finales felices, aunque el tema de mis películas, casi siempre político, sea muy duro".
La banda de Kusturica (integrada por 11 músicos) toca ritmos country, marchas turcas, ritmos clásicos italianos, trompetas cíngaras, sonidos sudamericanos, tecno y bases punk provenientes de los Balcanes; el artista ha compuesto las bandas sonoras de sus más recientes largometrajes, y las interpreta con su grupo.
El cineasta afirmó ser seguidor de la música de los Sex Pistols y los Ramones, y lector asiduo de autores como Milan Kundera, Gabriel García Márquez y Jorge Luis Borges.
Kusturica viene a México en esta ocasión a mostrar su vena musical, la cual emergió en 1980 como la expresión más significativa del neoprimitivismo, movimiento cultural y de resistencia creado en Yugoslavia en los años de transición posteriores al fallecimiento de Josip Broz Tito, en 1980.
La música es la parte que completa el universo creativo de Kusturica, quien opina que "el cine y la música son dos artes complementarias, las más complementarias que puede haber; la banda sonora que se usa en el cine debe ser inherente al guión. La música que hago para mi cine está ligada a las ideas de la historia, combina muchos estilos, es la mezcla de varios elementos que le dan originalidad a la película. Ahora parece que la industria piensa que el cine está menos cerca del arte, por eso no se preocupa por el nexo entre la música y la historia, le interesa muy poco la originalidad. Por esa razón, creo que cada director tiene que poner la sangre en cada uno de sus filmes".