ASTILLERO
Sinaloa como advertencia
Frente Colosio distribuye panfleto contra AMLO
Da como dirección (falsa) Culiacán
El narco, instrumento y coartada
EL MAS RECIENTE embate de guerra sucia contra Andrés Manuel López Obrador pretende asumirse como obra de patriotas anticomunistas residentes ni más ni menos que en Culiacán, Sinaloa. "Complot contra México", se llama el panfleto de dieciséis páginas tamaño carta que estaría buscando demostrar a los mexicanos la peligrosidad política y sicológica del jefe de Gobierno capitalino. La portada, a color, muestra en lo alto fotografías de Hugo Chávez, López Obrador y Fidel Castro. Bajo la imagen del tabasqueño van las de Carlos Imaz, Gustavo Ponce, René Bejarano, Cuauhtémoc Cárdenas y Leonel Godoy. Algunos de los temas desarrollados son: El Complot, Quién es Andrés Manuel López Obrador, Antecedentes criminales, Reo de desafuero, La corrupción hecha gobierno, El caso Ahumada-Bejarano, El caso Gustavo Ponce M., El caso Carlos Imaz, La obsesión por la presidencia, y El peje no está solo. También viene el perfil siquiátrico de AMLO que según eso habría sido elaborado para el libro El manipulador, de Blas A. Buendía. Además, se advierte al lector del peligro que significa la formación de los "Comandos Ciudadanos pro López Obrador" que serían dirigidos por el "ex militar de izquierda Hidegardo Basilio Gómez, como calca del Comando Maisanta que en Venezuela defiende a Hugo Chávez". Desde luego, se mencionan los expedientes de Andrés Manuel relacionados tanto con un crimen imprudencial cometido a los 13 años contra su hermano José Ramón como un pleito de juventud contra José Angel León Hernández que según eso habría terminado meses más tarde con su muerte.
EL LIBELO SE SUMA a esfuerzos del mismo corte como el trabajo audiovisual denominado Un criminal, con el que se pretendía demostrar el grado de desquiciamiento delincuencial del tabasqueño al comparar sus dichos y actitudes con conductas típicas de asesinos. Esa elaboración fue difundida ampliamente por Internet e incluso fue usada por adversarios de AMLO como materia de análisis presuntamente serios. En una variante que pretende ser impersonal y genérica, la Secretaría de Gobernación mantiene en medios electrónicos publicidad que pretende encomiar el hecho de que para conseguir cosas no se tumben puertas y que haya pleno respeto a la ley para vivir en paz (en una de las tomas hechas para televisión se llega a ver a un líder hablando frente a un amplio grupo ciudadano). Y ya entrados en ese terreno es imposible creer que es producto providencial la articulación discursiva contra López Obrador del Presidente de la República, el secretario de Gobernación, líderes empresariales y ciertos segmentos panistas encabezados por Diego Fernández de las Trácalas. Pero el tal "Complot contra México" tiene un ingrediente aún más preocupante, pues en los sobres manila en que son enviados a destajo esos textos se anota como remitente a un irreal Frente Nacional Luis Donaldo Colosio, que tendría domicilio en "C. Postal 80170, Col. Morelos, Culiacán, Sinaloa". El corresponsal de La Jornada en aquella convulsa ciudad, Javier Valdez, dijo a esta columna que nunca ha oído del frente antes mencionado. La misma colonia Morelos habría sido usada como punto de referencia por una presunta Alianza Cívica que de una manera evidentemente falaz e inatendible envió en 2003 cartas cibernéticas a columnistas de la capital del país para difundir un tal "Manifiesto de Sinaloa" con el que desde presuntas posiciones guerrilleras se pretendía apoyar "candidaturas progresistas" a los gobiernos de Sinaloa, Durango, Chihuahua y Nayarit. Los envíos solían señalar que eran enviados "desde un lugar de la Sierra Madre Oriental", pero en alguna ocasión también se mencionó la citada colonia Morelos de la capital sinaloense.
CITAR A LUIS DONALDO Colosio y a Culiacán para atacar rabiosamente a López Obrador tendría menos importancia si no se estuviese frente a un cuadro de descomposición política extrema en el que el narcotráfico puede ser usado como instrumento de ejecuciones políticas (ya lo fue en 1994, en Tijuana, plaza visitada por el candidato presidencial priísta luego de estar en Culiacán, hechos novelados por Elmer Mendoza en Un asesino solitario, texto en el cual el atentado contra el político en campaña habría de realizarse un día antes, justamente en la cuna de los capos del negocio de las drogas). Pero, incluso en caso de que no fuesen necesarios los servicios operativos de esos especialistas paragubernamentales, porque los conjurados tuviesen sus propios sicarios oficiales, el fantasma del narcotráfico también puede servir como coartada ideal (en Colima crece la sospecha de que el asesinato de un abogado y ex candidato panista a la gubernatura ha sido planteado para que parezca asunto de narcos aunque el móvil fuese detener la demanda de juicio político contra el cacique local, Fernando Moreno Peña). Desatado, rompiendo marcas en cuanto a número de asesinados por día, semana y mes, metido según eso hasta la coordinación de giras de Los Pinos, o cuando menos usado políticamente para descalificar a Manuel Espino, para involucrar a Alfonso Durazo y para justificar la protección excesiva del Presidente en prevención de protestas populares por el desafuero de López Obrador, el factor del narco también está ya presente en la guerra sucia contra el tabasqueño condenado a muerte... electoral.
ASTILLAS: LOPEZ OBRADOR cometió el error notable de usar para su causa política una estructura corporativa, chantajeable, como es la de los trabajadores del gobierno capitalino, a quienes reunió y arengó el pasado martes sin reparar en que de esa manera se repetían los vicios del control priísta que manipulaba a los burócratas bajo la amenaza abierta o implícita de problemas laborales para quienes se resistieran a los dictados hechos desde el poder. A esa reunión criticable se suma el uso de recursos públicos para promover actos de resistencia civil y el descuento casi por decreto de porciones de los sueldos de empleados y directivos para financiar "la causa"... Y, mientras el Niño Verde muerde, pero ahora el polvo político, ¡hasta mañana!
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