Es una decisión de Fox, Macedo y usted, le reprocha el perredista Pablo Gómez
Vendaval de reproches a Creel por el posible desafuero de López Obrador
Mutis de la fracción priísta en la comparecencia, mientras los panistas hicieron el vacío al secretario
Ampliar la imagen "Usted miente, se�secretario. El desafuero no es asunto de particulares", advirti� coordinador perredista FOTO Francisco Olvera
La escasez y simpleza de los argumentos de Santiago Creel para exculpar al gobierno de Vicente Fox y al presidente de la Suprema Corte, Mariano Azuela, de la decisión de desaforar al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, propició una respuesta inmediata del coordinador de la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en San Lázaro, Pablo Gómez:
''Usted miente, señor Creel. Este asunto del desafuero no se origina en un asunto de particulares, es una decisión tomada por el procurador general de la República (Rafael Macedo de la Concha) por instrucciones del señor Fox y de usted... se la quieren llevar diciendo que el asunto es de la Cámara de Diputados, cuando en realidad es producto de una actitud antidemocrática, facciosa de utilización de las instituciones públicas a favor de un partido y de un futuro candidato, que es usted mismo.''
Consigna fallida
Creel Miranda acudió a San Lázaro con la consigna de evadir los temas incómodos a su aspiración por la candidatura presidencial panista. Su actitud fue producto del acuerdo de no agresión entre el subsecretario de Enlace Legislativo de Gobernación, Humberto Aguilar Coronado, y el coordinador de los diputados priístas, Emilio Chuayffet Chemor, establecido el miércoles de la semana pasada en la oficina del segundo. Y fue tan evidente, que los legisladores del Revolucionario Institucional utilizaron la tribuna para preguntar hasta por la pésima conducción de la política exterior del foxismo, a pesar de que el tema de la comparecencia se centraría en el estado de derecho, la justicia y el combate a la delincuencia.
En tribuna, las únicas posturas críticas provinieron de los legisladores de Partido del Trabajo (PT) y el PRD. En contraste, el Revolucionario Institucional desapareció de la comparecencia y los panistas hicieron vacío a su correligionario, al grado de que ningún legislador afín a Felipe Calderón y Francisco Barrio intervino para defenderlo del vendaval de reproches por su probable participación en el desafuero. Es más, Margarita Zavala y Juan Molinar Horcasitas sonreían ante el embate de Pablo Gómez.
El coordinador parlamentario del PRD endureció el tono. A un costado de él, Santiago Creel escuchaba y observaba con el rostro enrojecido cómo el legislador lo señalaba con el índice, porque había sostenido que el desafuero se originó de un conflicto entre particulares:
''¡Qué cobardía decir que es producto de un asunto entre particulares! Es producto de un acuerdo en Los Pinos entre el Presidente, el secretario Creel, el procurador general de la República, el subprocurador general de la República y el invitado presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. ¡Esta es una vergüenza! Porque no se trata de inhabilitar sólo a una persona, se trata de lanzarse en contra de las libertades de los mexicanos, de utilizar el poder de manera facciosa, de utilizar los instrumentos que da el poder para poder inhabilitar a un posible candidato a la Presidencia de la República.
''Esa es la antidemocracia que ofrece un supuesto gobierno del cambio; el desafuero es una afrenta... Señor Creel, usted va de la mano del Presidente como padrino y ahijado, dentro y fuera de su partido, para inhabilitar al puntero en las encuestas y para ganar una candidatura dentro de su partido; ese es el desafuero que plantean el Presidente y el secretario de Gobernación.''
Impasible, con sonrisa nerviosa y el rostro enrojecido, Creel escuchaba y en ningún momento de la comparecencia -que se extendió casi cuatro horas- respondió a profundidad a las críticas sobre su probable participación en el proceso contra López Obrador.
''Si hay defensas, ejercítenlas''
Simplemente intentó justificar que el tema no tenía nada que ver con un complot orquestado desde las altas esferas del poder, y desvió la responsabilidad del desafuero hacia la Cámara de Diputados. ''Yo no creo que pueda haber una confabulación de todos los poderes, o de casi todos los poderes del Estado mexicano, para afectar los intereses políticos de alguien; eso no es correcto y no es cierto. Si hay defensas, ejercítenlas y sobre todo decidan aquí lo que debe corresponder al desafuero; no lo traigan (sic) allá afuera; si queremos decidirlo, decidamos dentro de las instituciones.''
Antes, el petista Joel Padilla manifestó la decisión de su partido de rechazar el proceso: ''Queremos dejar de nueva cuenta en claro que el grupo parlamentario del Partido del Trabajo está categóricamente en contra del intento de desaforar al jefe de Gobierno del Distrito Federal. Consideramos que no se puede privar a los electores del más elemental derecho político de decidir por quién votar y no podemos utilizar subterfugios legales para impedir esta participación''.
Mientras proseguía la comparecencia, y el secretario Creel no dilucidaba su participación en el desafuero, con ironía la diputada del PRD Eliana García le reprochó que él, como otros funcionarios federales, habría tomado un curso de evasión.
Y es que el responsable de la política interior no clarificaba nada, se dedicaba a elevar el tono de su voz para llamar la atención de los presentes al salón de plenos, que en muchas ocasiones le daban la espalda para platicar de otras cosas entre las curules. Por tal razón la legisladora le recriminó:
''Me parece una gran deshonestidad y una falta de valentía que usted venga a esta soberanía, y parafraseando a usted en su lengua sexista y misógina, sea usted hombrecito y acepte que el señor Fox, en el caso particular del desafuero contra el jefe de Gobierno del Distrito Federal, reconoció que ha sido la decisión política más difícil durante el año pasado.''
A Santiago Creel se le subió el color al rostro, se acomodaba en el sillón y escuchó a la diputada García, quien le soltó el reproche que provocó la sorna en el salón de plenos: ''Esperaríamos, ya que no ha sabido ser secretario de Gobernación, que cuando menos sepa usted tener palabra, de lo que ha pedido a otros, de hombre''.
El secretario rió, no replicó y sostuvo el silencio hasta el final sobre los señalamientos de ser uno de los artífices del proceso de desafuero.