En 2003 autorizó dar uso urbano a 3,158 hectáreas agrícolas en beneficio de constructoras
Viola el gobierno mexiquense acuerdo que declara a Zumpango reserva agropecuaria
Productores, obligados a vender propiedades, al subir de $20 a $350 el costo del metro cuadrado
Ampliar la imagen Vista de las casas de inter�social que Casas Geo construye en ejidos agr�las de Zumpango, estado de M�co FOTO Mario A. Nu�L�
Zumpango, Mex., 14 de febrero. Las tierras del proyecto Los Insurgentes, donde -según prometió en su campaña el actual gobernador Arturo Montiel Rojas- se reactivaría la producción ganadera y agrícola, se han convertido en botín para empresas constructoras que con el cambio de uso de suelo de 3 mil 158 hectáreas, comenzaron la construcción masiva de casas de interés social. Ante la situación, campesinos y ganaderos locales han optado por vender sus propiedades y migrar hacia otros estados del país.
En lo que fueron los ranchos Pirineos, San Juan de la Labor, Granja Guadalupe, El Berrinche y Santa María, sólo que- dan bodegas abandonadas y tierras áridas, algunas con los secos alfalfares desatendidos durante la última siembra, en 2004. Sus propietarios vendieron los terrenos, ahora susceptibles de ser urbanizados.
La depredación de las tierras productivas de la localidad comenzó el 29 de octubre de 2003, cuando se publicó en la Gaceta del Gobierno del estado de México que la Legislatura local aprobó el Plan de Desarrollo Municipal de Zumpango, en el cual se autorizó que se modificara el uso de suelo de 3 mil 158 hectáreas agrícolas.
El ganadero Juan Rodríguez Rodríguez, en compañía de otros productores, exhibió a La Jornada los documentos oficiales que propiciaron el cambio de uso de suelo, y dieron origen a un proceso irreversible que afectará el modo de vida de los habitantes de Zumpango.
Para empezar, narró que el precio de las tierras "se disparó". A principios de 2003 el metro cuadrado de tierra de uso agrícola costaba 20 pesos, y al cambiar a zona urbanizable, se elevó hasta 350 pesos por metro cuadrado, lo que hizo a los productores vender sus propiedades, explicó Juan Rodríguez.
Expulsados por el desarrollo urbano, los productores locales han migrado a entidades como Querétaro, donde reinician sus actividades agrícolas y ganaderas. Mientras, en Zumpango comenzó la construcción masiva de casas de interés social.
Los desarrolladores, entre ellos la inmobiliaria Casas Geo, han estimado que podrán construir en el municipio al menos 70 mil viviendas durante los próximos diez años.
Ante el proceso de urbanización, un grupo de productores locales exigió a los gobiernos estatal y municipal -ambos emanados del Partido Revolucionario Institucional- que se detengan los proyectos de vivienda y se impulse el desarrollo económico con base en el cumplimiento del proyecto Los Insurgentes -establecido en 1967-, que declaró a la región reserva agrícola y ganadera.
Los inconformes indicaron que con la urbanización de tierras de uso agrícola y ganadero, comenzó la erosión en terrenos que por siglos formaron parte del proceso natural de captación y recarga de agua en mantos freáticos al norponiente del valle de México, hacia donde actualmente avanza la construcción masiva de casas habitación.
En su desesperación, ganaderos de Zumpango clausuraron los trabajos de construcción de viviendas en 145 hectáreas del paraje El Raid, de lo que fue el rancho San Juan de la Labor. En diciembre pasado pidieron al presidente municipal Luis Décaro Delgado exhibir los documentos oficiales de autorización del proyecto inmobiliario.
Al respecto, el alcalde dijo en entrevista que desconocía los pormenores de las obras de construcción en El Raid, y sostuvo que esos trabajos carecen de autorización oficial. Sin embargo, reconoció que Casas Geo construyó "una casa muestra" en el lugar.
La Jornada recorrió el paraje El Raid, donde se detectó que en dos hectáreas de tierras existen trazos que delimitan al menos 120 lotes menores de 70 metros cuadrados, con pisos de cemento y despuntes de lo que serán casas de interés social. Incluso hay casas en obra negra.
Actualmente Casas Geo construye 4 mil casas en tierras ejidales de Zumpango, y algunas ya están habitadas. En contraste con este desarrollo, han quedado manchas urbanas de colonias irregulares y poblados semirrurales, que no poseen servicios básicos como electricidad y agua potable.
Armando Avarez Gálvez, Alfonso Víquez Miranda y Pastor Oropeza, entre otros pobladores y productores de la región, argumentaron que el desarrollo habitacional programado en Zumpango es violatorio del decreto del distrito de Los Insurgentes, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 11 de agosto de 1967.
En el citado acuerdo, el gobierno federal declaró que 30 mil hectáreas ubicadas en diez municipios de la región de Zumpango fueran reserva territorial para uso agrícola y ganadero, como forma de asegurar una fuente de producción de alimentos básicos para el país. Asimismo estableció que las tierras serían irrigadas con aguas de la laguna de Zumpango, así como obtenidas en represas y ríos de la región.
El Plan de Desarrollo Municipal de 2003 violentó el decreto presidencial de Los Insurgentes -que sigue vigente-, al modificar el uso de suelo de tierras localizadas dentro del proyecto agrícola de la Federación aprobado en 1967.
Todavía a inicios de 2004, ranchos como el llamado Guadalupe, de 200 hectáreas, eran importantes generadores de alimento forrajero para toros, cerdos y pollos. Hoy se observan granjas y ranchos desolados, mientras la maquinaria avanza en el trazo de lo que serán nuevos fraccionamientos habitacionales.
Los ganaderos de la región llegaron a producir hasta 70 toneladas mensuales de carne de cerdo, cifra actualmente reducida a menos de diez tonela- das, pues el alimento para el ganado se ha encarecido al reducirse su cultivo en la región, además de que fueron vendidos inmuebles que alojaban a granjas porcinas.
Los productores de la región ven con incertidumbre el futuro de sus tierras productivas y cuestionan la falta de apoyo del gobierno estatal, que en forma velada desechó el proyecto Los Insurgentes y promovió la "siembra" de casas de interés social en tierras que fueron prósperas zonas agrícolas.