Elogian escritores los méritos de quien fue severo crítico de la sociedad estadunidense
Deploran la muerte de Arthur Miller, uno de los dramaturgos mayores del siglo XX
Su denuncia del macartismo en EU sigue vigente en tiempos de Bush, dice José Ramón Enríquez
Sustentó una nueva concepción del realismo, evalúa Héctor Mendoza
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El dramaturgo Arthur Miller y Marilyn Monroe, en imagen tomada de la revista Life
Dramaturgos del país coincidieron en que Arthur Miller, quien falleció este jueves a los 89 años de edad, fue un crítico de la sociedad estadunidense, cuyo teatro realista siempre fue de compromiso con su entorno político y social.
La comunidad internacional consideró que el autor de La muerte de un viajante es uno de los dramaturgos más relevantes del siglo XX.
Conocedor del hombre de la calle
El dramaturgo José Ramón Enríquez comentó que Miller ''fue importante no sólo para el teatro mundial, sino para la democracia, porque fue un demócrata, en un país donde cada día se necesitan más demócratas".
Recordó que su obra Las brujas de Salem constituyó una denuncia del macartismo y que actualmente esa crítica está vigente por la situación que viven los estadunidenses con el presidente George W. Bush.
Consideró a Miller como el gran maestro del realismo estadunidense por sus obras Panorama desde el puente y las dos antes mencionadas.
Desde el punto de vista estético, agregó, Miller es uno de los autores que mejor conoció al hombre de la calle, el que generalmente no es tomado en cuenta en el teatro. El pequeño ser que va por la vida y que necesita expresarse.
De acuerdo con Enríquez, ''el compromiso del escritor con su entorno político es la mayor influencia que dejó; sus obras tienen un compromiso político muy definido".
Al referirse al deceso de Arthur Miller, la escritora Margo Glantz manifestó: ''Fue una figura fundamental en el teatro estadunidense; lo leí desde joven y sus obras me parecen extraordinarias".
Impacto en los escenarios de Occidente
El dramaturgo Héctor Mendoza, premio nacional de ciencias y artes 1994, indicó que tanto Arthur Miller como Tennessee Williams comenzaron a ''funcionar" al mismo tiempo. ''Con La muerte de un viajante y Un tranvía llamado deseo, dieron una vuelta a la dramaturgia en el mundo.
''Miller manejó una concepción nueva del realismo y junto con Tennessee dio un tratamiento más humano a la realidad".
El director y dramaturgo Fernando Martínez Monroy señaló: ''el teatro de Arthur Miller se caracteriza por un realismo perfectamente acabado; sus personajes son retratos de carácter humano y muy conmovedores.
''Miller lo que hace es analizar el problema para encontrar sus causas; fue un crítico muy fuerte de la sociedad estadunidense. Es un dramaturgo que fuera de Estados Unidos ha tenido siempre mucho éxito."
Martínez expresó: ''Miller es un dramaturgo bastante solitario. Sí tiene imitadores, pero es un dramaturgo que tiene tal presencia y fuerza, que es inimitable".
Para Antonio Crestani, ''Arthur Miller es uno de los dramaturgos más importantes del siglo XX; un autor estadunidense que ha impactado y seguirá impactando en los escenarios de Occidente. Una de sus grandes aportaciones fue la gran crítica que hizo al macartismo con su obra Las brujas de Salem.
''Fue un hombre con un tipo de teatro que sigue las líneas de interés realista, pero sin lugar a dudas tenía una pluma excepcional y con él se va una generación que sigue muy incrustada en la manera de hacer teatro en Estados Unidos. El fallecimiento de Arthur Miller es una lástima para la dramaturgia mundial."
En el ámbito internacional, el autor británico Harold Pinter y el ex presidente checo Vaclav Havel señalaron que Miller era ''el mayor dramaturgo del siglo XX" y su muerte es ''una gran pérdida para la literatura mundial".