CIUDAD PERDIDA
Listo, el desafuero de López Obrador, festinan en el PRI
La medida, atada a su propia supervivencia
Decisión negociada
EL RUMOR ya no pudo ser contenido. Los priístas dicen estar listos para desaforar a Andrés Manuel López Obrador antes de Semana Santa, confiados en que el impacto de la noticia se diluirá por la gran cantidad de mexicanos que se despreocupan de las injusticias y se dedican a vacacionar.
NO OBSTANTE, para los priístas que aún creen en su partido y han hecho un compromiso real para tratar de rescatarlo del marasmo al que lo han llevado los errores sucesivos de su dirección, el desafuero del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, no solamente es un acto de injusticia, sino que, consideran, marcaría, ahora sí, la muerte de su organización política.
EL DILEMA que les plantea esa decisión en contra del mandatario de la capital -que para Emilio Chuayffet Chemor ya está negociada y tomada- abrió una brecha mucho más profunda de lo que se podría imaginar.
Y NO se trata de estar en favor de López Obrador -parece que muy pocos lo harían por simpatía o por identificación con su forma de pensar-, sino más bien se manifiestan en contra del desafuero porque miran en la determinación del grupo que encabeza el ex secretario de Gobernación en la Cámara de Diputados, la losa que sellará el foso del que no ha podido salir el PRI. Lo hacen, eso está claro, por absoluta sobrevivencia.
AL SER mayoría en la comisión que dictaminará la viabilidad del desafuero, el PRI es el responsable total de lo que suceda, y según las mediciones que han realizado algunos miembros de ese partido, la gente no perdonará tamaña injusticia.
DESPUES DE este sexenio, pasarán otros 70 años, o tal vez más, para que los azules recobren la Presidencia de la República. En la memoria de muchas generaciones estará grabado el inmenso error que fue llevar a Los Pinos a Vicente Fox.
ESO, EL error histórico del gobierno del fracaso, habrá de dejar, al margen del poder, a esa derecha que representa el panismo y que resultó débil, corrupta e incapaz.
LOS AZULES, entonces, ya saben el tamaño de la factura que deberán pagar. Su voto en favor del desafuero no cambiará la percepción que tiene la población sobre su quehacer político. Digamos que están perdidos.
DEL LADO del Revolucionario Institucional las rupturas parecen inminentes entre el priísmo tradicional, nacionalista, y los miembros del ala neoliberal, que de una u otra manera han gobernado la mayor parte de la época de crisis en contra de la población, es decir, más de dos décadas.
ROBERTO MADRAZO, el maestro del juego sucio, sabe que para derrotar a López Obrador deben utilizarse todos los medios, justos o no, legales o no, pero no se puede, de ninguna manera, librar una batalla política limpia y transparente si pretende ganar.
EN ESE afán, el muy cuestionado líder nacional de los priístas camina falto de responsabilidad partidista hacia la ruptura y la condena pública. Para Madrazo, el PRI, su partido, es lo menos importante, la meta es destruir, aunque en ello vaya reducir a la nada ese instituto político.
ES MAS, hay quienes dicen que para Madrazo cada uno de los líderes de su partido, no importa en que bando se ubiquen, ostentan un precio y cualquiera puede ser seducido y corrompido si se alcanza el poder.
ESE ES su concepto de unidad y en eso confía para trabajar, sin escrúpulos, en complicidad con los panistas, por la descalificación del jefe de Gobierno de la ciudad de México.
POR TANTO, con esa visión de que todo puede ser corrompido, incluso la memoria colectiva, el ala neoliberal, salinista, del PRI no teme ir por el desafuero; por el contrario, lo impulsa como única estrategia que permita a Madrazo llegar a la Presidencia de la República.
POR LO que hace a los que hoy se muestran como opositores a Madrazo, éstos no le quitan el sueño, ya que, él mismo lo ha dicho: todos tienen un precio, todos son corruptos. ¡Viva la unidad!