Saluda desde el papamóvil a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro
Juan Pablo II abandona el hospital
El teólogo Hans Kueng pide que dimita "por el bien de la tan debilitada Iglesia católica"
Ampliar la imagen Juan Pablo II saluda a fieles desde el papam� al salir ayer del hospital Gemelli FOTO Afp
Ciudad del Vaticano, 10 de febrero. Juan Pablo II, de 84 años, abandonó hoy el hospital Gemelli de Roma donde hace diez días fue internado de urgencia debido a graves problemas respiratorios, en medio de una multitud que lo aplaudió cuando cruzó la Plaza de San Pedro en su papamóvil.
Poco antes, el reconocido teólogo alemán Hans Kueng se sumó al creciente número de voces que piden que Karol Wojtyla dimita por el bien de la Iglesia católica, institución que -opinó- está "tan debilitada como el Papa".
El Vaticano apartó a Kueng de la enseñanza de la teología católica en 1979, cuando desafió el concepto de infalibilidad papal.
El Papa polaco salió la tarde de este jueves del hospital a bordo de su papamóvil, escoltado por varias motos de la policía y una docena de automóviles privados, y llegó 10 minutos más tarde al Vaticano.
Juan Pablo II, que sufre la enfermedad de Parkinson desde hace más de una década, parecía débil, aunque pudo saludar a la gente desde su vehículo.
Para facilitar el acceso al papamóvil varios obreros tuvieron que desmontar una puerta de la entrada de urgencias del hospital romano y acomodar a la entrada posterior del automóvil papal una cubierta de plástico, para evitar la entrada de aire frío.
Esta mañana el Vaticano anunció oficialmente que el Papa se había curado y que había sido dado de alta por los médicos.
"Cuando regrese al Vaticano estudiará su agenda, escuchará a su médico personal y decidirá qué hacer, en particular en relación a la celebración del Angelus del próximo domingo", indicó el vocero Joaquín Navarro-Valls, mientras un portavoz de la organización de las Jornadas Mundiales de la Juventud dijo que Juan Pablo II presidirá el evento que se celebrará en Alemania en agosto próximo.
La aparición de un Papa debilitado y con la voz apenas audible -incluso existe la versión de que se recurrió a una grabación para que completara su bendición desde la ventana del hospital- provocó en los últimos días debates sobre su capacidad para seguir al frente de la Iglesia.