La reanudación del diálogo, en manos del EZLN, sostiene Rubén Aguilar
Presidencia rechaza el informe sobre los grupos creados por el Ejército
Delegación del gobierno mexicano se reunió con grupos civiles en Madrid
Madrid, 9 de febrero. Altos funcionarios del Ejecutivo federal mexicano mantuvieron hoy una reunión con representantes de cinco organizaciones civiles y sindicales, en la que abordaron varios asuntos relacionados con la "sistemática violación de los derechos humanos" en México; de manera destacada, el informe publicado en la edición de este miércoles en La Jornada, que señala que el Ejército Mexicano estaría implicado en organizar y armar a grupos paramilitares activos en Chiapas. El vocero de Presidencia, Rubén Aguilar, espetó que "niega rotundamente el contenido del informe" y dejó en manos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) la reanudación del diálogo.
El encuentro se desarrolló en la sede de la embajada de México en Madrid. La representación del presidente Vicente Fox -con quien los grupos civiles solicitaron una entrevista personal- recayó en el propio Aguilar; la coordinadora de asesores de la Secretaría de Gobernación, María Amparo Casar, y Ramiro Ayala, consejero político de la delegación diplomática.
En tanto, ocho personas -siete españolas y una mexicana- representaron a la Confederación General del Trabajo (CGT); la Plataforma de Solidaridad con Chiapas, Oaxaca y Guatemala; la Red de Apoyo Zapatista de Madrid; la organización Justicia para Nuestras Hijas, y el Centro de Documentación sobre Zapatismo (CDT). Cabe destacar la presencia de Eladio Villanueva, secretario general de la CGT, agrupación sindical con 35 mil afiliados.
Durante más de una hora, los representantes de las organizaciones sociales expresaron diversas preocupaciones, como la vulneración de los derechos humanos, la situación de las comunidades indígenas, el impasse en que se encuentra el conflicto en Chiapas, la existencia de decenas de "presos políticos" y los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez.
En un principio se acordó que asistiera al encuentro el gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía -quien viaja en la comitiva de Vicente Fox-, pero ante la insistencia de las organizaciones civiles de que se abordaran asuntos globales del país, a última hora se decidió cambiar a los interlocutores, que "por orden expresa del Presidente" fueron los funcionarios citados.
El encuentro se realizó a puerta cerrada y al término del mismo el vocero de Los Pinos comentó a La Jornada que "fue una reunión muy constructiva, donde nosotros escuchamos con atención los puntos que nos señalaban, que eran de protesta o de llamar la atención sobre ciertos elementos relacionados con la violación de los derechos humanos, que les preocupa a ellos. Les agradecimos su preocupación por nuestro país, porque nuestra democracia rinda y avance más. Recibimos con mucho interés sus preguntas, pues nos entregaron un cuestionario muy largo, y nos comprometimos a darle una respuesta por conducto de la embajada. Ellos lo analizarán y, a su vez, después reaccionarán con el embajador sobre su opinión acerca de este texto".
Lola Sepúlveda, una de las representantes de las organizaciones sociales, confirmó que el encuentro se desarrolló con franqueza, porque "reconocieron algunos problemas, sobre todo en relación con la violación de derechos humanos, pero al mismo tiempo nos dijeron que no podían hacer nada para solucionarlo o que simplemente no eran competencia del gobierno federal".
Los defensores de los derechos humanos entregaron en mano una carta pública dirigida a los gobiernos de Vicente Fox y del socialista José Luis Rodríguez Zapatero en la que llaman la atención sobre el deterioro de la situación de los derechos humanos en México. Los funcionarios mexicanos la recibieron y se comprometieron a hacerla llegar al Presidente.
No habrá diálogo con el EZLN
Los representantes de los grupos se presentaron a la reunión con un extracto del informe elaborado por el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas acerca de la participación del Ejército Mexicano en la creación de grupos paramilitares en Chiapas. Aguilar admitió que desconocía el contenido del informe y dijo que, en todo caso, "negaba rotundamente la información''.
Otra de las cuestiones que se abordaron fue la postura del gobierno de Vicente Fox para dialogar con el EZLN, a lo que -de acuerdo con los representantes civiles- les respondieron: "si los zapatistas buscan al gobierno, habrá diálogo; si no lo hacen, pues no lo habrá. Además, nos aseguró que el Ejecutivo cumplió en su día con las condiciones exigidas por los rebeldes al aprobar la ley indígena, liberar a los presos zapatistas y sacar al Ejército de la zona. Si el EZLN no da señales para el diálogo -nos dijeron-, entonces el gobierno seguirá trabajando con la comunidades, como lo ha hecho hasta ahora".
José Luis Humanes, de la Comisión de Solidaridad con Chiapas de la CGT, detalló que cuando abordaron el asunto de los "presos políticos" recluidos en cárceles del país, "ellos nos contestaron que durante esta administración no existían presos de este tipo, por lo que nosotros les entregamos el listado de las personas detenidas por cuestiones políticas y les recordamos a los arrestados durante las jornadas de movilización de Guadalajara. Respondieron que, por su parte, habían hecho lo posible por liberar a las personas aprehendidas en Guadalajara, pero que el gobernador (de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña) no los quiere soltar".
Polémica por una manifestación
Los representantes de las organizaciones civiles acudieron a la embajada de México una hora después de haber sido informados por el Ministerio del Interior español que había sido "desautorizada", por motivos de seguridad -luego de un atentado matutino con un coche bomba-, la manifestación de protesta que tenían previsto realizar a las puertas del Parque Ferial Juan Carlos I, justo en el momento en que Vicente Fox y el rey Juan Carlos inauguraran la feria Arco.
Sin embargo, Rubén Aguilar quiso atribuirse el mérito y aseguró ante los periodistas que acompañan al mandatario mexicano que las propias organizaciones convocantes habían cancelado la protesta, ya que, agregó, "al ser recibidos por nosotros ya no la realizarían, pues lo que solicitaban era un espacio de diálogo y discusión", y éste ya se había dado.