ENTREVISTA / MARTI BATRES GUADARRAMA ASPIRANTE A DIRIGIR EL PRD-DF
Conciliar adentro y luchar afuera, la oferta política
El partido es mucho más que la suma de sus corrientes, afirma
Ampliar la imagen Entrevista con Mart�atres, subsecretario de Gobierno del Distrito Federal, en la que habl�bre su candidatura a la presidencia del Partido de la Revoluci�emocr�ca en la capital FOTO Mar�Mel�rez Parada
El subsecretario de Gobierno, quien renunciará hoy al cargo para contender por la presidencia del PRD local, se plantea los retos que deberá enfrentar, de ganar la elección interna: luchar contra el desafuero de López Obrador y por la transformación radical de su organización
MIGUEL ANGEL VELAZQUEZ
Martí Batres Guadarrama renuncia hoy a la Subsecretaría de Gobierno del Distrito Federal para encarar, sin "tibiezas", los dos retos más importantes que él identifica para el PRD capitalino: la lucha contra el desafuero que pretende el gobierno federal en contra de Andrés Manuel López Obrador, y la transformación radical de su partido.
Para Batres, a quien postulan siete corrientes internas de su organización, lo importante ahora es convertirse en un dirigente "de todos los perredistas", respetando las corrientes, pero pensando, sobre todo, por el partido en su conjunto.
"Por supuesto que las corrientes tienen su peso, tiene su representatividad, pero también existe una amplia militancia que realiza sus tareas cotidianamente y a la cual también debemos representar desde la dirección.
"Pero además -sentencia- se agotó el esquema del reparto de cuotas. El partido es mucho más que la suma de sus corrientes. El militante debe ser reconocido no sólo por la fuerza que lo apoye, sino por sus virtudes propias.
"Necesitamos ser un solo partido y no una federación de grupos. La inmensa mayoría de los militantes no pertenece a ninguna corriente y también quiere verse representada. Las corrientes se tienen que renovar y subordinarse a la institucionalidad del PRD, la gente, adentro y afuera, está cansada de la disputa entre grupos".
-Una parte del perredismo ha levantado un reclamo, ante la posibilidad de que Martí Batres sea el candidato del PRD, porque proviene de una corriente muy cuestionada (la CID), ¿tiene razón esa protesta?
-Yo creo que la dirección política tiene que estar por encima de las corrientes y tiene que ver por el conjunto del partido, pero además debe tener lineamientos precisos y claros, la unidad no significa que no se tengan posturas definidas y claras, entonces al mismo tiempo que buscamos la unidad, al mismo tiempo trabajamos por tener definiciones muy claras de los problemas de la ciudad.
-Sin embargo, hay quienes aseguran, quienes piden casi como prueba de lealtad que Martí Batres se pronuncie, se desligue públicamente de la CID, para encabezar a todo el PRD. ¿Eso es válido?
-Yo no puedo andar con rupturas, estoy planteando la unidad y no creo que el dirigente deba de estarse peleando aquí y allá dentro del partido, yo creo que el dirigente debe estar peleando con los de afuera, creo que hacia el interior el dirigente debe tener una política conciliatoria, y hacia afuera una política de lucha. La base del partido quiere ver a su dirección luchando, quiere ver una dirección combativa, quiere una dirección que entienda que estamos en un momento de lucha muy fuerte en el país, entonces yo lo que quiero es tener al partido unido, lo que quiero es tener la mejor relación con todos los grupos políticos, con todos los militantes, con todos los dirigentes.
El tema no se acaba, se pesa sobre la mesa de la entrevista que se efectúa en un restaurante del centro de la ciudad. Es mediodía, pero Martí Batres, entre té y té devora alguna concha de chocolate y un moño azucarado, mientras responde pausado los cuestionamientos que se le hacen.
Dice, por ejemplo, que el PRD tiene que ser más fuerte, que es un partido que llegó al Gobierno del Distrito Federal y entonces debe ser un partido con el comportamiento que le da estar en el gobierno, con la capacidad de generar líneas de políticas públicas, con capacidad para generar lineamientos legislativos, "por ejemplo, el consejo estatal, de acuerdo con el estatuto del PRD, es el órgano facultado para generar las líneas de acción legislativa, pero en general eso no sucede".
-Visto desde la calle, el tamaño de la fuerza que ha logrado López Obrador es del mismo tamaño de la desesperanza que se ha generado hacia el PRD. El PRD como organización, como partido, como fuerza política cada día parece haber caído más, y es que parece que al PRD le pasó algo, que en el PRD se rompió algo y que eso es imposible de pegar.
-Mira, el PRD es el partido más fuerte que se ha construido desde la izquierda mexicana, es un partido fuerte, en un proceso de evolución, de avance. Yo creo que fue un logro muy importante que la izquierda de este país haya trascendido la marginalidad, que pueda presentarse como una opción de gobierno, que sea gobierno en la ciudad de México, en una de las ciudades más grandes del mundo, y que además, desde el Distrito Federal, con todos los problemas que aquejan a la gran ciudad, se haya podido convertir en una alternativa que pueda, incluso, tener resonancia a nivel nacional, yo creo que eso dice mucho.
No obstante eso, para el ex subsecretario de Gobierno también hay renglones que corregir, "el partido tiene que ser un centro de definición de políticas programáticas públicas de gobierno y, como ya habíamos dicho, legislativas. La militancia reclama formación, se requieren muchos más cuadros y sin embargo no se ha tenido ese impulso en la formación, la gente lo dice, la base le exige a su partido que le de los instrumentos para enfrentar las responsabilidades para que sean los propios perredistas que han luchado por el cambio los que vayan asumiendo las responsabilidades de gobierno que se van abriendo a partir de los espacios consolidados".
También identifica otro tipo de tareas pendientes del Partido de la Revolución Democrática, y explica que son necesarios "una serie de cambios, de transformaciones. Por ejemplo, necesitamos rencontrarnos con el mundo de la cultura, los intelectuales fueron una parte muy importante en el despegue del PRD, hay muchos que firman la convocatoria para formar el PRD, hasta Emilio Carballido, por ejemplo, pero una buena cantidad de intelectuales no se sienten hoy en el perredismo, esa es una de las tareas fuertes, importantes, ese rencuentro con el mundo de la cultura, con el mundo intelectual". Y advierte, también, de uno de los más graves olvidos del perredismo: "hay otro horizonte que reclama ser construido, ahí sí no hablaríamos de un rencuentro, sino de un encuentro necesario, pendiente, que es con los trabajadores, con el mundo sindical".
Del PRD y de la izquierda
En la reflexión de los quehaceres inmediatos, Batres asegura que el PRD caminará desde la perspectiva de una izquierda nacionalista, es decir, con un programa de carácter nacional, "pero no nos equivoquemos, no se trata de chouvinismo".
"Los dirigentes empresariales -por ejemplo- quieren una izquierda moderna, y para ellos izquierda moderna es aquélla que apoya las privatizaciones o que apoya el programa neoliberal, pero esa no es izquierda. Una izquierda que apoya las privatizaciones ni es izquierda ni es moderna; una izquierda moderna es la que asume el respeto a la diversidad cultural, étnica, sexual; una izquierda moderna es la que asume una vía democrática al gobierno, es la que asume la prueba de las urnas para la llegada al gobierno y para mantenerse en el gobierno".
La agenda de Batres está complicada, aún hay asuntos que concluir en la Subsecretaría de Gobierno, para dejar todo bien planchado, pero aún hacen falta algunas definiciones. ¿Cuál será la tarea para defender a López Obrador de las intenciones del gobierno federal por desaforarlo?
-El rechazo al desafuero llevará a convocar a la movilización de la sociedad y esa movilización significa defender la incipiente democracia que empezamos a tener, pero también significa defender la viabilidad de un proyecto social para el país.
"El partido tiene como responsabilidad inmediata parar la monstruosidad que plantea el desafuero, por ello es una responsabilidad inmediata convocar a la movilización. El desafuero solicitado por la PGR es una jugada burda y grotesca y al rechazar el desafuero no sólo defendemos a nuestro dirigente, muy importante, sino principalmente estamos defendiendo un proyecto social y la posibilidad de un camino alternativo al neoliberalismo. Todo eso significa esta lucha: cambiar México".
Y con esa promesa, la de cambiar México a partir del proyecto que hoy tiene vigencia en el Distrito Federal, Batres promete para ya una lucha política de altura que lo lleve a dirigir al PRD capitalino con la suficiencia que le dé oportunidad de hacer del PRD, por fin, un todo, termina la entrevista.