ASTILLERO
¿Citlali o Yeidckol?
De Ibáñez Camacho a Polevnsky Gurwitz
Sigue el enredo del presunto narcoespía
LAS AUTORIDADES electorales del estado de México deberán poner atención especial al expediente de la candidata del PRD al gobierno, Yeidckol Polevnsky Gurwitz, pues en torno a la ex presidenta nacional de los industriales mexicanos corre una historia de falsificaciones que trasciende de la vida privada al interés público. Según diversas versiones conocidas por esta columna, el nombre verdadero de la aspirante a suceder a Arturo Montiel es Citlali Ibáñez Camacho, hija del coronel retirado Cuitláhuac Ibáñez y de Guillermina Camacho Amezcua. Citlali fue la segunda de cuatro hijos y, cuando era niña, sus padres se separaron. Muchos años después Citlali comenzó a ganar presencia pública en Canacintra, pero con una historia personal modificada. Aparte del nuevo nombre (ascendencia polaca, según se explicaría), su hoja biográfica señala que nació en Mexicali, Baja California, y menciona una serie de estudios profesionales que también deberán ser verificados. Los reportes elaborados en el marco de los conflictos entre grupos de poder de la propia Canacintra mencionan con detalle otros puntos de conflicto entre la historia oficial de Yeidckol-Citlali y su realidad familiar. La aparición de la señora Polevnsky Gurwitz (Ibáñez Camacho) en la política nacional, en particular al aceptar la postulación del PRD al gobierno del estado de México, ha producido indagaciones varias de periodistas sobre su historia personal, destacando la ambigüedad u oscuridad que la candidata mantiene respecto a su vida familiar. La presentación de sus datos oficiales ante las autoridades electorales del estado de México ofrece la oportunidad de saber la verdad sobre Citlali Ibáñez Camacho y Yeidckol Polevnsky Gurwitz. Aunque, previsora, la candidata perredista ha adelantado ya su intención de cambiarse el nombre, pues el actual "¡es absolutamente una pesadilla!", según dijo en Tlalnepantla a Rebeca Jiménez, corresponsal de El Universal, en nota publicada el 1º de febrero. Con ironía porque ya la apodan "la innombrable" por su denominación polaca, Yeidckol dijo que estaría dispuesta a cambiar su nombre a "Yeidcóatl" para darle una terminación más mexicana, tan mexicana, añade este tecleador, como los nombres de las hijas del coronel Ibáñez: Xóchitl, la mayor, Citlali, la siguiente.
LO QUE NO necesita grandes investigaciones ni profundos cambios de denominación es el grado de incompetencia y enredo al que pueden llegar las máximas instancias del gobierno federal a causa de un enredo burocrático-judicial que quieren elevar a la categoría de asunto de seguridad nacional. El caso del presunto espía del narcotráfico infiltrado en la casa presidencial llega ya a extremos tragicómicos. Hasta ahora sólo se tiene como justificación para haber expuesto al escarnio público al ya famoso Nahum Acosta el hecho de que habría sido visto visitando la casa de un narcotraficante que según la familia del ex director de área de Giras Presidenciales pretendía rentar. Además, el nombre del sonorense estaría registrado en algún documento que la procuraduría federal encontró en alguna casa de empresarios de la droga. Con ello se ha construido un escándalo que, aparte de marcar para siempre al mencionado Acosta, ha servido para que el gran cañón del Estado mexicano sea convertido en escopeta de aficionados a la caza de conejos (una versión mínima y apresurada de la manera en que los ocupantes actuales del poder federal tejen sus planes políticos). El terrible descubrimiento de infidelidades domésticas supremas ha sido enderezado políticamente en tres direcciones: una, el golpeteo seguramente terminal contra Manuel Espino, el candidato a presidir el PAN que está alineado con Santiago Creel y a quien apoya el senador del amor, Diego Carretero de Cevallos; con esta muy abonada campaña que relaciona a Espino con Acosta, el ganador de la contienda interna blanquiazul será Carlos Medina Plascencia, que a partir de ahora podrá dar las gracias por su triunfo a alguna virgen de la Concha. La segunda consecuencia del expediente del narcoespía apunta hacia Alfonso Durazo, el sonorense que fue secretario particular de la Presidencia y bajo cuyo mando estuvo el ahora espinoso Nahum Acosta; la procuraduría federal de justicia tiene ahora motivo legal para allegarse al escurridizo ex vocero e incluso podría ligarse el episodio actual con el incidente de semanas atrás en que Durazo era seguido por agentes del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional. Del tercer objetivo de la maniobra Nahum ya se dio cuenta aquí ayer pero es necesario insistir: con el petate del narcotráfico infiltrado podrán fortalecerse a niveles extremos las medidas de seguridad alrededor del Presidente de la República, justificando así aislamientos que le coloquen lejos de las eventuales protestas (que ya se han dado en algunas giras) de ciudadanos partidarios de Andrés Manuel López Obrador, sobre todo en relación con el desafuero ya decidido. Pero, en fin, mientras tanto sigamos disfrutando los tropiezos declarativos entre funcionarios, las versiones dramatizadas de la gravedad del incidente y otras escenificaciones más en estos tiempos de fantasmas verdaderos y de otros creados para fines especiales.
ASTILLAS: LA BATALLA EN el PRI por el presunto relevo de Roberto Madrazo sigue a toda marcha. Los finalistas, según eso, serían Manlio Fabio Beltrones, Emilio Chuayffet y Beatriz Paredes. Desde luego, falta ver la maniobra que tenga preparada el audaz Robertico, quien no necesariamente está dispuesto a irse el 4 de marzo, con la asamblea nacional tricolor, pues tiene preparada una amplia agenda de trabajo que terminaría por allá de octubre, cuando al fin estaría dispuesto a dejar la silla partidista para asumirse como candidato presidencial. ¡Pero de esos y otros asuntos se informará aquí en esta sección que nunca ha pensado en llamarse Astillerovski!
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