Usted está aquí: lunes 7 de febrero de 2005 Sociedad y Justicia Caídas en ventas, austeridad y fraudes ahogan a Diconsa

El alto precio del maíz causa descenso de 18 por ciento en la comercialización

Caídas en ventas, austeridad y fraudes ahogan a Diconsa

Personal de algunas áreas tomó las representaciones en dos estados en protesta contra despidos

ALMA E. MUÑOZ

Ampliar la imagen El director de Diconsa, Ram�amanillo, asegura que el intermediarismo encarece los precios pese a los subsidios FOTO Archivo La Jornada

Tras varios años consecutivos de operar en números rojos, la empresa de gobierno encargada del abasto rural, Diconsa, enfrenta ahora una caída de 18.8 por ciento en la venta de maíz, debido a su encarecimiento; despidos de personal por instrucciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y presuntos fraudes de miles de toneladas del grano básico en la alimentación de los mexicanos.

La actual administración recibió esta empresa -concebida para distribuir productos básicos y complementarios a precios económicos a 39 millones de personas que viven en zonas de alta y muy alta marginalidad- con un déficit por 192 millones 651 mil pesos, y le sumó otros dos años de pérdidas, hasta llegar a un acumulado de 583 millones 336 mil pesos. En los siguientes dos años hubo una magra recuperación de 87 millones y 375 millones de pesos en 2003 y 2004, respectivamente.

De acuerdo con el informe de actividades y autoevaluación que el director de Diconsa, Ramón Zamanillo Pérez, presentó al consejo de administración de la empresa, al 30 de septiembre de 2004, en los primeros nueve meses de ese año hubo un incremento en ventas de 2.2 por ciento, en comparación con el mismo periodo de 2003, cuando alcanzaron un monto de 4 mil 141.1 millones de pesos. Sin embargo, el comportamiento por sucursales tuvo variaciones. En 10 se registraron saldos positivos, pero en las correspondientes a las zonas peninsular, norte, sureste, Oaxaca y sur hubo disminuciones, en especial en ésta última, con una baja de 29.6 millones de pesos.

Además, la venta promedio mensual en las 22 mil 500 tiendas de abasto rural del sistema Diconsa disminuyó 1.1 por ciento, al pasar de 18 mil 100 pesos en septiembre de 2003 a 17 mil 900 en el primer semestre de 2004. Aunque el documento referido reporta incrementos en la comercialización de arroz, mercancías generales, abarrotes, azúcar y leche subsidiada, también reconoce caídas en la comercialización de maíz, con 18.8 por ciento (143.3 millones de pesos); frijol, 12.3 por ciento (16.1 millones de pesos), y harina de maíz, 8.8 por ciento (30.1 millones de pesos).

Según Zamanillo, durante 2004 la canasta básica, integrada por 21 productos, registró en promedio un margen de ahorro al consumidor de 5.28 por ciento, en comparación con establecimientos comerciales. Pero también acepta que las adquisiciones durante los primeros nueve meses del año pasado, para el programa de abasto rural y otros esquemas de comercialización -sin considerar abarrotes y mercancías generales- fue de 526 mil 652 toneladas, cifra que resulta 20.6 por ciento menor a lo presupuestado y 6.1 por ciento inferior a la del año pasado. La información anterior evidencia que Diconsa no alcanzó sus propias metas.

De enero a septiembre anterior adquirió un volumen de maíz inferior en 4.3 por ciento (17 mil 46 toneladas) al del periodo homólogo de 2003, y superior en uno por ciento en cuanto a costo.

El titular de Diconsa reconoce en el informe que desde años atrás las ventas del grano mostraban tendencia a la baja, y "en el presente ejercicio (correspondiente a los tres primeros trimestres de 2004) ésta se agudizó, principalmente por el aumento en los precios de adquisición en Sinaloa y Jalisco, de 7.1 y 5.6 por ciento", respectivamente. A ello se suma el precio en los servicios de acopio, almacenamiento y fletes para trasladar el grano a los lugares más cercanos a las tiendas comunitarias. Ello implicó un costo por tonelada de mil 956 pesos en 2003 y de 2 mil 123 al siguiente año, es decir, un aumento de 8.5 por ciento.

Un reporte de la dirección de abasto de Diconsa explica cómo el intermediarismo encarece los precios, pese al apoyo por subsidios que brinda a esta empresa pública la Secretaría de Agricultura, vía Aserca. Una vez comprado el maíz en Sinaloa, se realiza una movilización vía marítima, que incluye 10 pasos. El flete terrestre, que se utiliza para trasladar el producto a las unidades Pacífico, Noroeste, Bajío, Centro, Hidalgo, Metropolitana y Norte-Centro, por un volumen de 56 mil 295 toneladas del grano tiene un costo final de mil 798.89 pesos el kilo. El marítimo, con destino a las unidades Mixteca, Sur, Oaxaca, Sureste, Peninsular, Villahermosa y Acayucan, alcanza 2 mil 217.90 y al final, el precio general se sitúa en 2 mil 105.08 pesos el kilo.

En el caso del frijol, la situación es similar. En el periodo enero-septiembre pasado se adquirieron 15 mil 101 toneladas, con un importe de 81.6 millones de pesos. El volumen comprado fue 0.8 por ciento inferior a las 15 mil 223 toneladas programadas para 2004.

La descripción del estado de Diconsa que elaboró Zamanillo precisa que la Secretaría de Hacienda estableció, como en la mayoría de las dependencias federales, disposiciones de austeridad para el año anterior.

Para cumplir con la orden, la empresa liquidó a de enero a septiembre de 2004 a 46 empleados, con lo que la plantilla de personal bajó a 4 mil 267 plazas; también redujo, en ese mismo periodo, 107 puestos de los Consejos Comunitarios de Abasto, los operadores del programa de abasto rural. En lo que va de 2005 ha finiquitado por lo menos a 12 personas más. Por eso, personal de esa área mantiene tomadas las representaciones de Zacatecas y Guerrero, y también hay inconformidades en el estado de México, Jalisco, Hidalgo y las oficinas centrales de Diconsa.

A la problemática descrita se agrega un proceso judicial en contra de la empresa Bufete Eximéxico, por el presunto fraude cometido en 2004, por casi 100 mil toneladas de grano de maíz. El convenio mercantil surgió luego de que dicha compañía fue incorporada, en representación de Canacintra, al consejo de administración de Diconsa. El producto se adquirió en Chiapas, hubo pago inmediato y no se registró ningún ingreso del mismo a los almacenes.

Para su operación, Diconsa ha recibido en la presente administración los siguientes recursos fiscales: en 2000, 405 millones 359 mil 612 pesos; en 2001, 515 millones; en 2002, 568 millones; 2003, 786 millones 6 mil 448, y en 2004, mil 639 millones 613 mil 793 pesos, de los cuales 332 millones 465 mil pesos fueron excedentes que le giró Liconsa por adeudos.

 
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