Desmiente el Vaticano que haya hecho playback
Imparte el Papa la bendición del Angelus desde el hospital
Roma, 6 de febrero. Con voz ronca y apenas comprensible, el papa Juan Pablo II impartió este domingo la bendición del Angelus desde una ventana del hospital romano Gemelli, donde se encuentra internado desde el martes pasado por una crisis respiratoria, y dijo que continuará "sirviendo a la Iglesia y la humanidad".
Pocas horas después, el Vaticano tuvo que desmentir que el jerarca de la Iglesia católica, de 84 años, haya utilizado el "playback", es decir un mensaje grabado previamente, en su primera aparición pública desde que sus problemas de salud se agravaron por las complicaciones de una gripe.
La aparición duró unos 10 minutos, pese al frío reinante, y tranquilizó a los creyentes de todo el mundo preocupados por sus delicadas condiciones de salud.
"No tienen sentido las versiones que sostienen que fueron grabadas las palabras transmitidas en ese momento", aseguró el vocero del Papa, Joaquín Navarro-Valls.
Karol Wojtyla comenzó la bendición con voz débil, sofocada enseguida por un ronquido. Uno de sus asistentes acomodó mejor un micrófono y se dirigió hacia los técnicos de Radio Vaticano, que se encontraban detrás del Papa polaco. Tras un salto de sonido que parecía ser un problema técnico, el tono de las palabras de Juan Pablo II mejoró.
Para varios técnicos de sonido, periodistas y expertos en transmisiones de televisión que seguían el evento, la voz parecía remplazada por una grabación, lo que obligó al Vaticano a desmentir la versión.
En un mensaje dirigido a los católicos y leído antes por su colaborador, el sustituto de la Secretaría de Estado, el argentino Leonardo Sandri, Juan Pablo II aseguró que sigue sirviendo a la Iglesia y a toda la humanidad.
"Aun en el hospital, en medio de los enfermos a los que transmito mi afecto, continúo sirviendo a la Iglesia y a la humanidad entera", afirmó en el mensaje, en una aparente respuesta a las noticias de que el Papa ya no es capaz de dirigir la Iglesia debido a sus enfermedades, entre ellas el mal de Parkinson y la artritis.
En el mensaje, el Papa polaco agradeció la atención del personal sanitario y a aquellos que han manifestado su solidaridad tras su hospitalización de urgencia.
"Hay que confiar en la vida. Confiar en la vida es lo que reclaman silenciosamente los niños que aún no han nacido", dijo en alusión al aborto.
Esta no es la primera vez que el Papa imparte la bendición desde la ventana del hospital romano. El 17 de mayo de 1981, pocos días después del atentado perpetrado por el turco Ali Agca que lo dejó gravemente herido, Wojtyla dio la bendición desde su lecho de enfermo. La última ocasión fue en 1996 desde el mismo nosocomio, tras una operación de apéndice.
No obstante la voz débil, los católicos aplaudieron y se emocionaron por la aparición del Papa, en particular los varios grupos de latinoamericanos presentes en la plaza de San Pedro. "Tanta debilidad me emocionó. Me pareció ver a Cristo crucificado", comentó por su parte el italiano Pasquale Ciuffreda.