Usted está aquí: lunes 7 de febrero de 2005 Estados Pone el PRD fin a casi 80 años de dominio priísta en Guerrero

Según resultados preliminares oficiales, el sol azteca supera al tricolor con más de 130 mil votos

Pone el PRD fin a casi 80 años de dominio priísta en Guerrero

Es el fin de la antidemocracia y las viejas formas de hacer política, afirma Zeferino Torreblanca

RENATO DAVALOS Y MISAEL HABANA Y JESUS SAAVEDRA ENVIADO Y CORRESPONSALES

Ampliar la imagen Al darse a conocer los resultados preliminares en Guerrero, el festejo perredista no se hizo esperar, mientras que los pri�as cancelaron la celebraci�OTO Jos�ntonio L�

Chilpancingo, Gro., 6 de febrero. Con un avance de 88 por ciento en el conteo de votos emitidos en la elección para gobernador, el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Consejo Estatal Electoral (CEE) de Guerrero indicó a la medianoche que la coalición opositora encabezada por el PRD lleva una considerable ventaja sobre el PRI, con más de 100 mil votos de diferencia.

El CEE dio a conocer que el PRD obtuvo -con su abanderado Zeferino Torreblanca- 535 mil 143 sufragios, 55.56 por ciento de las papeletas computadas; en un lejano segundo lugar se colocó la alianza Todos por Guerrero -con el priísta Héctor Astudillo a la cabeza-, con 403 mil 168 votos (41.86 por ciento), y el PAN quedó definitivamente fuera, con 10 mil 274 boletas (1.07 por ciento).

El próximo gobernador de la entidad entrará en funciones el 1º de abril, mientras que los comicios para renovar el Congreso local y las alcaldías se llevarán a cabo el primer domingo de octubre.

Para las 11:30 de la noche, el PREP había recibido información con las copias de las actas electorales de los 28 consejos distritales, que arrojaban los votos de 963 mil 190 personas que sufragaron, de un listado nominal de un millón 792 mil 682 ciudadanos.

El PREP dio a conocer que según los resultados por distrito, la alianza Guerrero Será Mejor (PRD-Convergencia-Partido de la Revolución del Sur) aventaja en 24, mientras que el tricolor sólo se adjudica cuatro.

En promedio, el PREP había contabilizado arriba de 90 por ciento de las actas que enviaron los 28 consejos distritales, lo que refleja una participación superior a 50 por ciento, y se esperaba que se rebasara esa cifra.

De acuerdo con el PREP, para el cierre de esta edición se habían anulado 14 mil 214 votos.

Celebran opositores

El fin de la era priísta de casi ocho décadas en Guerrero empezó a dibujarse con un ataúd que pasearon en el zócalo de Chilpo, como llaman los guerrerenses a su capital. Pero también en el grito distendido en la costera de Acapulco y en los pendones pisoteados del candidato Héctor Astudillo.

"Es el fin de la antidemocracia", dijo Zeferino Torreblanca Galindo, y en seguida aclaró: "no albergamos revanchismos".

"¡Sí se pudo! ¡Sí se pudo!", exclamaron los torreblanquistas en el parque Cuicali de Chilpancingo. "No nos falle, no nos falle", le gritaron a su candidato.

Esta transición guerrerense, como diría Torreblanca Galindo, comenzó con la esperanza del ahora candidato triunfador de que sus adversarios "sepan responder con altura de miras. Ofrezco concordia y trabajo", apuntó.

Desde que se confirmaron las tendencias del sufragio, el ex alcalde de Acapulco se reunió con su equipo en las cercanías de la costera y decidió que su primer mensaje sería en Chilpancingo, finalmente el centro político del estado que gobernó el priísmo por más de siete décadas.

Torreblanca Galindo llegó con el dirigente nacional perredista, Leonel Godoy, a ese parque en el que se improvisó una rueda de prensa, donde en sus primeras palabras el candidato de la alianza PRD, PRS y Convergencia confió en que los priístas reconocerán su triunfo.

Eran las 10 de la noche y hacía unos cuantos minutos que el presidente nacional del PRI, Roberto Madrazo, se había resistido a reconocer la victoria perredista. "Esperamos una actitud madura", añadió Torreblanca.

"Estamos -expresó- en el umbral de una nueva etapa, de consolidar un largo sueño, después de que se remontaron malos augurios, barruntos de violencia, y quedaron atrás la antidemocracia y las viejas formas de hacer política.

"No voy a fallar; tampoco voy a incurrir en una actitud de triunfalismo", ofreció.

 
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