DESDE EL OTRO LADO
Seguro Social y migración, coincidencia fortuita
ES REAL LA PROBABILIDAD de que la propuesta migratoria del presidente George W. Bush se postergue porque no es prioritaria en su agenda, no obstante que en su discurso sobre el "estado de la nación" insistiera en su importancia. Pocos observadores creen que el presidente hará los esfuerzos necesarios para convencer a quienes se niegan a apoyarla. La privatización del Seguro Social es en donde ya pone en juego toda su capacidad de disuasión y presión. Lo curioso del asunto es que la reforma migratoria contribuiría, por extensión, a incrementar el fondo del Seguro Social atenuando en alguna medida los problemas financieros que, según el presidente, enfrentará en unos años.
UNA DE LAS CARACTERISTICAS de los trabajadores indocumentados es su capacidad involuntaria para volverse invisibles en el momento de pagar el impuesto por remuneración salarial. Aunque se les descuenta de su salario, frecuentemente no llega a la tesorería estadunidense, no por omisión de los trabajadores, sino de buen número de los patrones. Desde la curiosa óptica de estos últimos, los trabajadores indocumentados se desvanecen ante las autoridades migratorias y, lo que es aún más trascendente para la economía del país, también ante las autoridades hacendarias al momento en que deben pagar los impuestos. En este caso la omisión del patrón es doble: no declara el impuesto descontado al trabajador y tampoco la proporción que le corresponde a él por concepto de Seguro Social.
ES DIFICIL SABER con exactitud a cuánto asciende la cantidad evadida, pero de acuerdo con las estadísticas los trabajadores indocumentados mexicanos son aproximadamente 4 millones, por lo que la suma de impuestos que deja de percibir el erario estadunidense es cuantiosa. Sin entrar en consideraciones mayores sobre las características de la propuesta migratoria de Bush, su aprobación tendría repercusión inmediata en el incremento de la recaudación destinada al Seguro Social. Los beneficios inherentes en su regularización son evidentes, y hay algunos que así lo han entendido ya.
HACE UNOS DIAS se dio a conocer que probablemente el gobierno español otorgue la residencia temporal, y con ella el permiso de trabajo, a más 800 mil trabajadores indocumentados. Una de sus razones es la recaudación de impuestos, entre ellos el del Seguro Social (Financial Times, 4/2/05).
EN EL CASO DE la privatización del Seguro Social hay una clara disputa entre un proyecto liberal y un proyecto conservador, amén de los intereses del poderoso sector financiero. En la negativa a dar estatus legal a los trabajadores indocumentados hay un profundo sentimiento antinmigrante, no exento de xenofobia, acompañada del interés de unos cuantos que se benefician de la existencia de este tipo de trabajadores.