El sistema ferroviario se transformó de modo decisivo con la privatización en el gobierno de Ernesto Zedillo. Cambió su estructura, se redujo la cobertura, desapareció prácticamente el movimiento de pasajeros y presta un servicio insuficiente en el rubro de la carga. Hay escasez de inversiones y de equipo y falta un marco regulatorio para su operación. No se ha logrado, luego de casi una década, establecer un medio de transporte crucial para el apoyo a la productividad en esta economía. La extensión de las vías ha permanecido estática durante décadas en poco más de 25 mil kilómetros. El tráfico de pasajeros se redujo de 10.8 millones en 1993 a 270 mil en 2003, y los vagones de mil 29 a 56. El volumen de carga movida ese último año fue 85.2 millones de toneladas. El personal empleado por las empresas ferroviarias pasó de 55 mil 664 trabajadores en 1993 a 13 mil 614 una década después. Existen ocho empresas concesionarias que abarcan un total de 17.2 millones de kilómetros de vías troncales y ramales, y hay otros 3.4 millones de vías no concesionadas §