Descubrimiento del Centro Harvard-Smithsonian para Astrofísica
Gigantescas nubes cósmicas esconden la materia desaparecida del Universo
Fueron detectadas mediante el observatorio Chandra de Rayos X a unos 400 millones de años luz
Se ''desvaneció'' hace unos 10 mil millones de años; equivaldría a la mitad de lo que hoy existe
Ampliar la imagen Una nube gaseosa de color rojo, blanco, azul, verde y rosa, detectada por el telescopio espacial Hubble, situada a 10 mil a�luz de la V�L�ea, en la constelaci�assiopeia FOTO AFP / NASA
Washington, 5 de febrero. Dos monstruosas nubes cósmicas podrían contener la respuesta al misterio de la materia desaparecida del Universo, es decir, las cantidades inmensas de materiales celestiales que de alguna forma han eludido su detección.
Las nubes de gas caliente cerca de una galaxia distante son la mejor evidencia hasta ahora de que una vasta red cósmica contiene toda la materia ordinaria que desapareció hace unos 10 mil millones de años, reportaron científicos que usaron el observatorio Chandra de Rayos X.
La materia perdida podría representar cerca de la mitad de toda la materia ordinaria en el universo. La materia ordinaria -estrellas, planetas, todo en la Tierra- representa sólo 5 por ciento de lo que los cosmólogos creen que existe. El resto es una materia oscura invisible y una fuerza misteriosa conocida como energía oscura.
Los astrónomos tienen buenos cálculos de qué cantidad de materia ordinaria existía en el universo hace 10 mil millones de años, pero una gran parte -casi la mitad- de esta materia se "desvaneció" de alguna manera.
"Si no podemos encontrar la mitad de la materia ordinaria en nuestro universo local, no es un buen comienzo para entender la materia o la energía oscura", dijo Fabrizio Nicastro, del Centro Harvard-Smithsonian para Astrofísica, en un comunicado.
Las simulaciones de computadora indican que la materia desaparecida podría estar escondida en una extremadamente difusa red de nubes de gas de las cuales se formaron las galaxias.
Sin embargo, estas nubes han sido difíciles de detectar por su amplio rango de temperatura -desde unos pocos cientos de miles de grados centígrados a 1 millón de grados centígrados- y su extremadamente baja densidad. Esto las convierte en una especie de material muy específico conocido como materia intergaláctica templada-caliente (WHIM, por sus siglas en inglés).
La evidencia de WHIM se había detectado alrededor de la Vía Láctea, donde está la Tierra, y en sus vecinos galácticos, pero no había una presencia definitiva.
Chandra logró detectar dos nubes de WHIM mucho más distantes cuando observó la galaxia Markarian 421, que está a unos 400 millones de años luz.
Un año luz es cerca de 10 billones de kilómetros, la distancia que la luz viaja en un año.
El observatorio espacial halló que las dos nubes de gas separadas, localizadas un poco más cerca de la Tierra, estaban absorbiendo algunos rayos X de la galaxia.
Las nubes están tan difusas que necesitan de la luz brillante detrás de ellas para hacerlas detectables, algo así como las luces de autos iluminando la neblina.
Gigantescas explosiones en la galaxia emitieron suficientes rayos X para permitir a los astrónomos detectar las nubes WHIM.
Los astrónomos habían estimado cuánta luz de rayos X vería Chandra en Markarian 421, pero lo que realmente vieron fue menos que eso, lo que indica que algo estaba bloqueando la luz. La obstrucción resultó ser la materia perdida escondida en las nubes.
Si el tamaño y distribución de las nubes son representativas, Nicastro y sus colegas podrían hacer los primeros cálculos confiables acerca de la materia desaparecida en nubes WHIM a través del universo.
La investigación fue publicada en la revista Nature.