Usted está aquí: domingo 6 de febrero de 2005 Opinión NAVEGACIONES

NAVEGACIONES

Pedro Miguel

Rosas de otoño

Adriana Iliescu y otras madres viejas

Tragedias de Agrippa

Los graduados Margarita y Nacha

DICEN ALGUNOS CIENTIFICOS que, por lo que respecta a la Madre Naturaleza, un individuo humano de 25 años es un despojo viviente que ya debería haber cumplido con su misión en el planeta -nacer, crecer y reproducirse- y a quien no le queda más destino que envejecer, degradarse, descomponerse y alimentar a los zopilotes. Hasta donde sé (que no es gran cosa), todavía no ha surgido una tendencia radical del ecologismo (o una cruza de nazis y naturistas) que, bajo la premisa de que lo que no sirve estorba, abogue por un reciclaje rápido de las personas mayores de esa edad. Lo más parecido a una postura semejante sería la frase atribuida a James Dean "vive rápido, muere joven, deja un cadáver hermoso" (live fast, die young, leave a beautiful corpse). Hace 50 años (se cumplirán el 30 de septiembre de este año), Dean obedeció la segunda sentencia de ese mandamiento y se hizo pomada cuando circulaba a bordo de su Porsche Spyder 550, al que llamaba "Little Bastard", en la intersección de las carreteras 41 y 46 en Cholame, California. Vivió rápido y se murió joven, pero el impacto fue tan intenso que no pudo dejar un cadáver hermoso.

Por fortuna, los humanos (incluido Dean) hemos escogido la ley social a la natural, nos hemos rebelado contra las consignas impresas en nuestros genes y hemos dado en contaminar un poco más de la cuenta a cambio de existencias cada vez más prolongadas. La esperanza media de vida no deja de crecer y las sociedades se hacen cada vez más viejas. Si los años 50 y 60 del siglo pasado se caracterizaron por las gestas de los jóvenes que exigían un sitio digno en la sociedad, en los 90 empezó a buscarse una dignificación de los ancianos.

http://www.jamesdean.com/index.php
http://www.brainyencyclopedia.com/encyclopedia/j/ja/james_dean.html

TODAVIA EN LOS 80 se podía escuchar a una mujer de treintaitantos refiriéndose a su pasado reciente de esta manera: "Cuando yo era joven..." Hoy, esa misma mujer, ya en los cincuentaitantos, difícilmente va a considerarse "vieja". Es posible que en ambos momentos de su vida haya tenido razón, porque las categorías de la edad son dinámicas: la infancia es un invento de la modernidad, la adolescencia es una categoría formulada en el siglo XX, y en el Renacimiento la vejez empezaba, cuando muy tarde, a los 40.

VISTAS ASI LAS COSAS, tal vez no haya que armar tanta alharaca ante el caso de la rumana Adriana Iliescu, quien a principios de este año, y a la edad de 67 (cuando el mandato de Natura le indicaba ser bisabuela, no madre), parió a una bebé en una clínica de Bucarest. Desde su embarazo asistido, Iliescu se colocó en medio de una polémica en torno a las implicaciones morales de traer un hijo al mundo en una edad en la que uno ya debe estar pensando en marcharse de él. No entraré al debate, pero no quiero dejar de señalar que el caso de la rumana indica que algo pudo (ojo: digo pudo) haber de verdad cuando, en 2003, la mexicana Irma Serrano, cuya edad oscila entre sus declarados 55 y los sospechados setenta y tantos, anunció que estaba embarazada y, luego, que había perdido al bebé.

HASTA EL NACIMIENTO de la hija de Iliescu, el récord lo ostentaba la india Satyabhama Mahapatra, fertilizada con espermatozoides y óvulos donados por familiares anónimos y quien en 2003, a los 65, dio a luz a un niño. Hasta entonces la parturienta más vieja había sido una estadunidense de 63 años con nueve meses, quien tuvo un bebé en 1997. Hace 11 años, en Buffalo, Nueva York, Geraldine Wesoloeski, de 53 y posmenopáusica, dio a luz a su nieto. La mujer se sometió a un implante de óvulos de su nuera (que había decidido años atrás esterilizarse), fertilizados en el laboratorio con esperma de su hijo. Otra que fue madre y abuela al mismo tiempo es la inglesa Edith Jones, quien en diciembre de 1996 dio a luz por cesárea a una bebé originada de un óvulo fecundado de su hija de 22 años, quien carecía de útero. '

http://noticias.ya.com/sociedad/2005/01/254680.html

SIN EXCEPCION, EN los embarazos referidos tuvo mucho más que ver la mano (u otra cosa) de Esculapio que la de Eros, o sea que las mamás acabaron siéndolo en affaires de laboratorio y no de alcoba. Y como era de esperarse, la Santa Madre Iglesia ha puesto el grito en el cielo cada vez que un recién nacido emerge del vientre arrugado de una sesentona. Quién la entiende: si una joven se embaraza con placer pecaminoso, malo; y si una abuelita se deja preñar por frías sondas y gélidas probetas, peor.

http://infomedic.netfirms.com/portafolio/Principios.htm

LOS VIEJOS DE AMBOS sexos y de todas las preferencias están de moda, y en el mundo de habla española un responsable mayor de ese fenómeno es Gabriel García Márquez, quien hace 20 años, es decir, cuando el mundo aún era joven, publicó su gloriosa novela El amor en los tiempos del cólera, en la que exploró el erotismo entre ancianos. A fines del año pasado volvió, de alguna manera, al tema, con la Memoria de mis putas tristes.

http://www.libros.ciberanika.com/letras/g/p00333.htm

AL ESCRIBIR SOBRE los amoríos de los viejos el novelista colombiano tocó un tema tan antiguo como los arquetipos ancestrales que depositan en mujeres maduras, y no en las jóvenes vestales de Occidente, misterios y ministerios de la sensualidad y el amor carnal. La más hermosa expresión de aprecio y apetencia del sexo masculino hacia las veteranas que llevan muchas muchas horas acumuladas de volar por el Séptimo Cielo la formuló, de manera involuntaria, Théodore Agrippa d'Aubigné (1552-1630), poeta calvinista francés que militó como escudero de Enrique de Navarra y que padeció de cerca las piadosas atrocidades cometidas por los católicos contra sus hermanos protestantes, particularmente la Masacre de San Bartolomé (del 24 de agosto al 17 de septiembre de 1572) en la que unos 70 mil hugonotes fueron asesinados en París y en otras localidades francesas. Conmocionado por esa violencia, Agrippa d'Aubigné compuso Les Tragiques, un poema de largo aliento considerado como una de las cumbres del barroco francés. En el libro IV de la obra el poeta secretó un dístico genial que no tenía nada que ver con las mujeres, pero que pasó a la historia como el elogio por excelencia a la madurez femenina: "Une rose d'automne est plus qu'une autre exquise: / Vous avez éjoui l'automne de l'Église." "Una rosa de otoño es la más exquisita de todas: / Os habéis refocilado en el otoño de la Iglesia", reprochaba sarcásticamente Aggripa a los verdugos católicos.

Pero a la historia le importó madres el contexto. Tan es así, que en el siglo pasado Georges Brassens, viejo conocido en esta columna, parodió sin remordimientos al poeta protestante: "Una mujer adúltera es la más exquisita de todas".

http://gallica.bnf.fr/scripts/catalog.php?CT=N027682|N070069

ROSAS DE OTOÑO SON, sin que la expresión lleve carga de insulto, sino acaso lo contrario, Sofía Loren, Margarita Gralia, Jane Fonda y Nacha Guevara, entre otras mujeres que conservan intacta, después de muchas décadas, la capacidad de hacer babear a sus admiradores de cualquier sexo y orientación. Algunas y algunos, como se dice en Los Pinos, buscarán extender el juicio a Sean Connery, Anthony Hopkins, Clint Eastwood o yo qué sé quién más, y ciertamente estarán en su derecho y en su derecha, para seguirle la corriente al martismo-vicentismo.

RECIENTEMENTE, GRALIA Y Guevara han decidido quitarse la ropa ante los espectadores, en sendos montajes escénicos de El Graduado (obra basada en la novela de Charles Webb y el guión cinamatográfico de Calder Willingham y Buck Henry) y en las páginas de Playboy y otras revistas con desnudos. Una y otra podrían causarle un berrinche a Hebe, hija de Zeus y de Hera y diosa de la juventud, y una descarga hormonal severa a personalidades lúbricas. Muy admirables las señoras y sus respectivos cirujanos, quienes parecen tener una mano tan invisible como la que Adam Smith atribuía al mercado, y cuyo trabajo contrasta con el de los taxidermistas que despluman, por ejemplo, a personajes de la farándula como Michael e Irma, pero eso ya es harina de otro costal.

http://www.elgraduado.com/

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