Los han apresado varias veces por vestir como mujeres, dicen
Homosexuales denuncian ante la CEDH acoso de policías colimenses
Colima, Col., 5 de febrero. Tres homosexuales presentaron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) contra policías municipales de Villa de Alvarez y agentes estatales que los han encarcelado en varias ocasiones por vestir como mujeres, con el argumento de que están prostituyéndose en la vía pública.
Los inconformes revelaron que han pasado hasta tres días en cárceles preventivas de Colima y Villa de Alvarez, porque no tienen dinero para pagar las multas y que además de que los discriminan, los uniformados les han propuesto tener relaciones sexuales a cambio de dejarlos en libertad.
A Jaime Javier López, mejor conocido como Vanesa, su atuendo femenino le ha costado estar en prisión cuatro veces, debido a que en esta ciudad y en la zona conurbada del municipio de Villa de Alvarez los travestis tienen prohibido salir a la calle.
Los arrestos ocurren sobre todo en la noche y la madrugada, cuando los travestis salen de sus casas para trabajar en la zona de tolerancia, divertirse en la discoteca Danza -único centro nocturno del municipio citado que acepta el ingreso de homosexuales y lesbianas-, o acudir a algún bar de la periferia.
La noche de este viernes, Vanesa se preparó para ir a bailar al Danza, pero apenas había caminado una cuadra de su casa, cuando policías estatales lo detuvieron y trasladaron a la cárcel preventiva con el argumento de que estaba prostituyéndose en la vía pública. Como no tenía 300 pesos para pagar la multa, durmió en prisión.
El domingo pasado también pasó la noche en prisión, aunque esa vez acompañada de Martín Javier García Reyna, otro travesti, porque ambos fueron detenidos en la colonia Nuevo Milenio mientras fumaban y conversaban en la banqueta. El pretexto fue el mismo: "prostituirse en la calle".
Vanesa, García Reyna y Miguel Milanés Sánchez aseguran que son víctimas de discriminación y homofobia por los agentes policiacos, porque además de que no estaban prostituyéndose, a bordo de las patrulla, los uniformados les pidieron dinero o tener relaciones sexuales, a cambio de dejarlos libres.