Un ex colaborador asegura haber sido detenido y torturado para renunciar al pago
Se liquidó con dinero público al equipo de campaña de René Juárez, revela informe
Recursos del erario han sido utilizados por el todavía gobernador de Guerrero, René Juárez Cisneros, para pagar liquidaciones al equipo de campaña de cuando fue candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) hace seis años.
Una estela de promesas ha dejado incumplidas el gobernador en su sexenio, pero la que hizo al colombiano Carlos Alberto González Campo, ex coordinador de la brigada de apoyo mecánico de esa campaña, le sigue quitando el sueño.
Documentos en poder de La Jornada confirman que el mandatario estatal ha utilizado recursos del gobierno de Guerrero para pagar a colaboradores que participaron en su campaña; ha usado a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para amedrentar, detener y torturar a uno de sus fieles seguidores que se incorporó al proselitismo priísta con la promesa de que "cuando sea gobernador, te pago y te pago bien".
El camino recorrido por Carlos Alberto González Campo para cobrar su trabajo de mecánico en la campaña de Juárez Cisneros comenzó en 1999, cuando intentó cobrar, dice a La Jornada, medio millón de pesos de los servicios de mecánica que brindó a los vehículos de la campaña, incluido el propio candidato priísta y su esposa, Mirna Acevedo.
Siendo ya gobernador Juárez Cisneros, el colombiano logró que la Secretaría de Finanzas y Administración del gobierno de Guerrero le entregara 100 mil pesos en dos cheques (agosto y noviembre del 2000) del entonces banco Bital. Eran los primeros pagos por su trabajo en el citado cargo.
Su odisea apenas arrancaba y no se imaginaba lo que vendría pocos meses después de recibir esos primeros cheques. El 30 de octubre de 2000, agentes de la Policía Judicial del Estado lo detuvieron con violencia. Lo acusaban de violación. Poco después supo que la persona a la que presuntamente había ultrajado era su compañera sentimental.
En sus declaraciones ministeriales, confirmadas a este diario, González Ocampo asegura que los policías de Guerrero lo trasladaron a los separos de la PGJE, donde le vendaron los ojos, lo torturaron varias horas e intentaron violarlo. "Me decían que dejara de cobrarle al gobernador", recuerda.
La venda se le resbaló de su rostro y pudo ver a los hombres que lo golpeaban, uno de ellos era el hombre fiel al mandatario guerrerense, el director de la Policía Judicial del estado, Jaime Figueroa Velásquez. Poco después le quemaron una casa en Chilapa de Alvarez.
González Campo ha interpuesto en cinco años varias denuncias ante la Procuraduría General de la República, la embajada de Colombia en México y las comisiones Estatal y Nacional de Derechos Humanos.
El colombiano no cedió y continúo cobrando su trabajo de la campaña de Juárez Cisneros. Meses después de la tortura, enviados del gobernador lo llamaron para entregarle otra cantidad cercana a los 300 mil pesos, asegura en sus declaraciones. Querían que todo se olvidara.
El mismo secretario general de Gobierno, Luis León Aponte, lo conminó a firmar un acuerdo para finiquitar la deuda. Firmaron un documento por 600 mil pesos, "que no se ha cumplido a la fecha", asegura.
A finales del año pasado inició la averiguación PGR/CHDDII/135/2004 contra el propio mandatario por el delito de tortura. González Campo asegura que sólo espera un dictamen establecido en el protocolo de Estambul para hacer válida su denuncia de tortura. Recuerda finalmente que se encuentra pendiente la denuncia por peculado, "toda vez que con fondos del erario público me pagaron gastos de campaña" del aún mandatario de Guerrero.