Concluyen reunión con la perspectiva de que el crecimiento global mejorará este año
Manifiesta el G-7 disposición de reducir 100% la deuda de los países pobres
Compromisos de EU a sanear su desequilibrio fiscal y de la UE y Japón de acelerar reformas
Londres, 5 de febrero. La cumbre de ministros de Economía del Grupo de los Siete G-7 afirmó el sábado en Londres por primera vez su disposición a reducir hasta el 100 por ciento de la deuda de los países pobres, al tiempo que advirtió sobre los "graves desequilibrios" que persisten en la economía mundial.
"Esta es la primera vez" que hay un acuerdo sobre una reducción de "hasta el 100%" de la deuda multilateral de los países pobres, subrayó en conferencia de prensa el ministro de Finanzas británico, Gordon Brown, anfitrión de la reunión del G-7 celebrada el viernes y el sábado en Londres.
Esta reducción puede llegar "hasta el 100 por ciento", tras examinar caso por caso las situaciones de esos países, precisó Brown, destacando los "progresos" efectuados durante los dos días de discusiones en Londres del G-7, compuesto por Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Japón y Gran Bretaña.
En un comunicado al término de su reunión, los siete países más industrializados dieron una visión positiva sobre la economía mundial, afirmando que el crecimiento global, aunque "se ha moderado", "será robusto" en 2005.
Insistiendo en la necesidad de un "crecimiento global equilibrado", los ministros y gobernadores de los bancos centrales del G-7 advierten en su texto final que "persisten graves desequilibrios" en la economía mundial
Los Siete -que poseen las dos terceras partes de la riqueza mundial, aunque sólo 12 por ciento de la población mundial- reiteraron su llamado a la estabilidad en el mercado de divisas y a la flexibilidad en las tasas de cambio.
"Una volatilidad excesiva y movimientos desordenados de los tipos de cambio no son deseables para el crecimiento económico", advirtió el G-7.
"Reafirmamos que los tipos de cambio deben reflejar los fundamentos económicos", afirmó el comunicado del G-7.
El documento no contiene grandes cambios con respecto a los pasados comunicados emitidos por los países ricos al término de sus cumbres.
El documento tomó nota que entre los avances logrados figura "el compromiso" de Estados Unidos a sanear sus déficits fiscales récord, y la voluntad de Europa y Japón de acelerar las "reformas estructurales".
El ministro de Finanzas de Gran Bretaña no dejó dudas que para él, el avance más importante registrado en esta cita es el compromiso de reducir la deuda de los países pobres.
"He asistido personalmente a reuniones del G-7 desde hace casi ocho años", y en todo este tiempo el G-7 "nunca dijo que iría tan lejos, hasta una reducción de 100 por ciento de la deuda", aseguró Brown.
"No hay ninguna duda sobre los progresos que hemos tenido", insistió el ministro, precisando que Los Siete nunca mencionaron el mecanismo de Facilidad Financiera Internacional (IFF).
Este plan de emisiones de bonos en los mercados mundiales (conocido como IFF por sus siglas en inglés) ha sido propuesto por Londres para ayudar al desarrollo y aliviar la deuda de los países pobres, dentro del marco de las metas del Milenio.
El subsecretario del Tesoro estadunidense, John Taylor, reafirmó el sábado en una conferencia de prensa en Londres su oposición a ese plan, insistiendo que Washington prefiere un sistema de donaciones en vez de préstamos para ayudar al desarrollo.
Brown señaló que "también fue la primera vez que se menciona en un comunicado del G-7 la utilización de las reservas de oro (del Fondo Monetario Internacional) para aliviar la deuda".
Además, el G-7 indicó en el texto final que se puso de acuerdo "sobre la importancia para el crecimiento global de que se concluyan las negociaciones" comerciales conocidas como la ronda de desarrollo de Doha, "cruciales para el desarrollo y reducir la pobreza".