Cada año emigran unas 525 mil personas, según la firma Consultores Internacionales
Advierten expertos que caerán ingresos por remesas en la próxima generación
En nueve años los envíos de "los desterrados" se han mutiplicado 3.5 veces, señala
En una generación más los ingresos que México obtiene por remesas empezarán a descender a medida que los migrantes se establezcan en Estados Unidos, advirtió la firma de analistas Consultores Internacionales (CI).
Según sus cifras, México es uno de los principales "productores" de migrantes en el mundo: 525 mil personas al año. Sólo en Estados Unidos ya suman más de 9.2 millones de personas nacidas en México y más de 20 millones de origen mexicano.
Entre 1995 y 2004 -detalla- el monto de las remesas aumentó 350 por ciento, de 3 mil 600 a 16 mil 610 millones de dólares. De esta forma, las remesas se han convertido en la segunda fuente de divisas del país, sólo por debajo de los ingresos obtenidos por la venta de petróleo y muy superiores a la inversión extranjera directa.
El análisis destaca que, ante la caída de los flujos de inversión, las remesas se han convertido en un paliativo para abatir la pobreza en México.
Con base en información del Censo Nacional de Población y Vivienda, 50 por ciento de los receptores de remeses resuelve sus necesidades básicas con este dinero y la otra mitad podría aportar una parte para financiar proyectos productivos y para el desarrollo municipal.
Sin embargo, los consultores advierten que basar una parte del desarrollo nacional en las remesas no es sustentable porque los flujos tenderán a disminuir a medida que los migrantes se arraiguen en Estados Unidos y sus familiares viejos en México fallezcan.
CI también critica que se intente dar al migrante la imagen de un hombre exitoso y emprendedor que visita a su familia cargado de regalos, cuando en realidad se trata de "mexicanos desterrados" que no tienen oportunidades en su país y en el extranjero son tratados como "ciudadanos de tercera".
Los especialistas sugieren diseñar campañas para ganar la confianza de los migrantes a fin de que aporten una parte de sus remesas a proyectos productivos de desarrollo social y humano en sus comunidades de origen.