A LA MITAD DEL FORO
Enanos y cabezones. Los trapecistas del terror
AYER SE CONMEMORARON 88 años de la Constitución General de la República. La educación pública es tobogán de fracasos en manos de sus detractores. Los campesinos no tienen con quién hablar de la tierra que espera a los mercaderes de bienes raíces. Los trabajadores, los que todavía tienen empleo, asisten al asalto de sus derechos y a la cínica negativa de las autoridades a tutelarlos. No sé, no quiero saber, quién presidió el acto de ayer en Querétaro. Pienso en Ignacio Ramírez y en su discurso al instalarse el Constituyente de 1857 y debatirse el artículo 1º, que en la de 1824 empezaba con la frase "En el nombre de Dios": Respeto demasiado el mandato del pueblo, diría el Nigromante, "para empezarlo mintiendo".
AYER SE ANUNCIO CON bombo y platillos el arribo del circo mínimo que a falta de PAN nos ofrecerán los enanos y cabezones de las facciones gobernantes. El desafuero del rayito de esperanza en la pista central. Saltos mortales de saltimbanquis y trapecistas sin redes protectoras, apenas las entretelas del dinero y las ilusorias mantas verde olivo que ya nadie sabe cómo devolver a las bodegas de los cuarteles. Vuelan por los aires con etérea levedad. El desafuero es un acto político. Los enanos anticipan el acto judicial. Los cabezones se aferran a la fantasía de la "judicialización de la política" y la "politización de la Suprema Corte", que debiera ser Corte Suprema para evitar confusiones semánticas y atropellos como el de la jubilación colectiva de sus ministros por ucase del doctorcito Zedillo.
LLEGO EL 2000 Y NO ha cesado el golpe del yunque para deformar, para rehacer lo instituido en esta República laica y federal desde el día que llegaron los pintos de Guerrero al mando de Juan Alvarez, triunfó la Revolución de Ayutla y Quince Uñas se refugió en sus recuerdos de héroe inmortal de Cempoala. Ya nadie canta, casi nadie recuerda esas estrofas. Pero la clerigalla demanda educación religiosa en las escuelas públicas. Las voces patronales se solazan con el imponente oximorón presidencial de los salarios que son "insuficientes" y "competitivos". El campo es yermo para el consumo de granos subsidiados del otro lado del Bravo. Según el Rey del Ajo, jardín de las delicias productivas; según la terca realidad, páramo del que parte la emigración masiva que envía miles de millones de dólares en remesas puntuales que enriquecen a nuestros pobres banqueros.
NADA HAY QUE temer: el empleo crece, dicen desde las cabañitas de Los Pinos. Francisco Gil y Guillermo Ortiz serán heraldos de la buena nueva: el PIB creció más de 4 por ciento en 2004. Por qué entonces la intensificación de las campañas de desprestigio contra Pemex, contra el IMSS, contra el ISSSTE, contra la CFE y hasta contra Luz y Fuerza del Centro, estructura privada enquistada en cuerpo público por obra y gracia de acciones intestadas en el exterior y reacciones contestatarias del liderazgo sindical a cargo de Paco Brillantes. ¿Por qué la obsesiva intención de desprestigiar al Congreso, a los partidos políticos de la pluralidad, al IFE y los tribunales electorales? A las instituciones que hicieron posible la alternancia, el arribo al poder de la derecha que se amparó en el nuevo orden global y reivindicó lo confesional al asumir Vicente Fox la Presidencia de la República.
El desafuero, el juicio de procedencia, es un asunto político. El suyo es cosa juzgada, dice Andrés Manuel López Obrador. Revive la teoría del complot y el estratega de Nacajuca enlista a los conspiradores, a los conjurados, a quienes tramaron la intriga y se coludieron para maquinar la destrucción de nuestra frágil democracia con el golpe fatal que impida al pueblo ejercer su sagrado derecho a votar por él, por el único que ofrece alternativa al sistema que hace más pobres a los pobres y no ayuda ni a los ricos. Salvo a los cómplices del innombrable, del abogado de la gente decente y otros conjurados empeñados en evitar que el pueblo ejerza su voluntad soberana.
Lo que para Fox es populismo, suena a policracia en voz de López Obrador, en afán de gobernar para todos, dar gusto a todos; lego entre curas, marchante en el mercado, cuadro en las izquierdas, ahorrador entre capitalistas, donador de bienes entre los del común. Los de abajo, el lumpen, los que organizan actos de apoyo y reivindican las virtudes de Bejarano, el "preso político", son coro griego en la tragedia que desconcierta al juez Garzón y a Felipe González, el andaluz, abogado y estadista que gobernó España durante más de una década. Plática en vuelo que inevitablemente trae a la memoria la novela de Salman Rushdie y la caída libre del monólogo que suscitó la condena de la intolerancia. Muchos que alabaron al juez hispano que llevó a Pinochet ante tribunales, vestirán ropaje de ayatolas.
ENANOS Y CABEZONES, tercos, empeñados en reducir el debate democrático a intercambio de vituperios. Mi desafuero, afirma Andrés Manuel López Obrador, ya lo acordaron, tal cual sic: Carlos Salinas de Gortari, "el innombrable"; el presidente Vicente Fox y su esposa Marta Sahagún; el secretario de Gobernación, Santiago Creel; el senador panista Diego Fernández de Cevallos; el dirigente del PRI, Roberto Madrazo; el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, y el líder de la fracción del PRI en la Cámara de Diputados, Emilio Chuayffet. Multitudinario complot. Secreto a voces. Poder desde la sombra el del "innombrable", desde el fondo del desprestigio reflejado en toda encuesta y repetido prácticamente por todos los analistas del nebuloso presente que dicen haber visto claro el turbio pasado de Carlos Salinas, desde antes de que Ernesto Zedillo encarcelara al hermano incómodo de las indiscretas transferencias de millones de dólares a Suiza.
TODOS LOS DIAS denuncia la Presidencia los desmanes del jefe de Gobierno del Distrito Federal; previene al pueblo del peligro inminente del populismo encarnado en el estratega de Nacajuca; Santiago Creel y el vocero de Bucareli diagnostican desequilibrios emocionales y sicológicos en la desmesura tropical del tabasqueño. Y el pobrecito de Luis Felipe Bravo Mena (incapaz de preservar la unidad del PAN que se desmorona) sube al púlpito para condenar las demoniacas intenciones del Peje y encender hogueras. Moderno Savonarola que reclama su parte del botín en votos, así tenga que desconocer el pasado legalista del PAN y reponer al apóstata del priato tardío en la candidatura a gobernador del estado de México. Todos los días le dan la razón al embajador Tony Garza, fronterizo que sabe de qué lado del PAN se unta la mantequilla.
Y DE QUE LADO del río Bravo se queda la parte mayor de las utilidades del narco, que rebasó al Estado mexicano y ha obligado al gobierno de Fox a sacar al Ejército de sus cuarteles. Atención, es facultad del Ejecutivo utilizar a las fuerzas armadas para resguardar y restaurar el orden, la seguridad pública, la seguridad nacional amenazada por el crimen organizado. Pero como el desafuero, los bandos de policía y buen gobierno, las funciones del Ministerio Público corresponden al ámbito político.
EL TOZUDO EMPEÑO EN desprestigiar al Congreso, a los partidos políticos, a la política misma, llegó a las puertas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El Poder Judicial no puede andar en dimes y diretes. Mal lucen toga y birrete al inclinarse ante los poderes mediático-espectaculares y declarar que el pueblo juzgará a quienes son última instancia judicial. En la oclocracia, el gobierno de la plebe, los jueces son simples comparsas en el cortejo de la locura en movimiento retrógrado. No en el estado de derecho. No en el imperio de la ley. La ciega contienda de la incontinencia retórica nos pone al borde del abismo.
HOY DOMINGO, ELECCIONES en Guerrero, en Quintana Roo y en Baja California Sur. Al gobernador René Juárez le quieren hacer pagar los platos rotos antes de saber si va a perder Héctor Astudillo. Pero podría superar la ventaja que le llevaba Zeferino Torreblanca. En la elección interna del PRI hubo rebelión y sacaron de la reunión interna del consejo a Rubén Figueroa y los incondicionales de rigor. El senador Héctor Astudillo ganó la rifa del tigre. No el de Huitzuco, pero tigre al fin, aunque Zeferino Torreblanca es empresario converso al perredismo, fue buen alcalde de Acapulco y ha sabido ganarse a los descontentos, desesperados por la pobreza de la Montaña a la Costa Grande. En Guerrero no pinta el PAN. PRD frente al PRI.
EL VOTO DURO DEL priísmo podría darle ventaja mínima. Pero ahí podría padecer el PRI de Roberto Madrazo su primera pérdida de una gubernatura desde Yucatán, donde los derrotó el panista Patrón Laviada, el altanero ejemplar de la casta divina que divulgó aquella fotografía de un anciano maya que besa la mano "al señor gobernador". Bajo la conducción de Madrazo, el PRI ha perdido en Aguascalientes, Querétaro, Zacatecas. Ninguna de esas entidades era gobernada por el PRI. No hubo pérdida neta. No la habrá en Baja California Sur si gana Narciso Agúndez, perredista, aunque converso, como lo es Rodimiro Amaya, candidato del PRI que volvió al redil después de haberse ido al PRD.
EN QUINTANA ROO los saltimbanquis cambian de bando y de banda con la mayor facilidad. Va a ganar el del PRI: Félix González Canto. La candidata del PAN es senadora del PRI con licencia, Addy Joaquín Coldwell, hermana del heredero del sureste que gobernó la entidad y fue secretario de Turismo de Carlos Salinas. El del PRD es Juan Ignacio García Zalvidea, sensacional escapista que colaboró con el gobierno del hoy preso Mario Villanueva, luego fue senador por el PAN, presidente municipal del PVEM y ahora es candidato a gobernador del PRD.
CON RAZON APUESTA López Obrador a la acción directa, a la protesta pacífica, al golpismo pasivo. Con razón se declara Pancho Barrio en rebeldía contra el gobierno de su compañero de partido, Vicente Fox Quesada. Con razón dicen los del multifacético y variopinto PRI que "ya nada más" contienden Roberto Madrazo, Enrique Jackson y Arturo Montiel. Ah, también Manuel Angel Núñez, quien hace la España como otros hacen la América. Con razón reapareció Elba Esther Gordillo como Edmundo Dantés, rica y ávida de venganza.
Está en su naturaleza. Como el alacrán de la moraleja.