Usted está aquí: sábado 5 de febrero de 2005 Opinión Lo que se juega en Guerrero

Editorial

Lo que se juega en Guerrero

A dos días de los comicios en Guerrero está en el orden del día el fraude prelectoral perpetrado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que desde hace 40 años gobierna el estado y que ahora, según las encuestas, está en peligro de perderlo.

Uno de los métodos más "creativos" y eficaces consiste en engañar a los electores más pobres y de menor cultura entregándoles una falsa póliza de seguro médico escolar ­que es en realidad, un simple volante­ con la promesa de que los niños serán asegurados sólo si gana el PRI. Por supuesto, la compañía de seguros desmintió haber confeccionado tal "póliza", pero quienes leen los diarios o se informan bien son pocos y la pobreza en cambio es mucha, de modo que el efecto propagandístico del truco es importante. La instancia electoral guerrerense está emulando a los tres monitos famosos y ni ve, ni escucha, ni dice nada, y por eso la denuncia penal fue presentada ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, dependiente de la Procuraduría General de la República, la cual se supone debería ser imparcial. El PRD acaba de hacer público un manual del PRI para los funcionarios de casilla, en el cual se ofrece a éstos entre cuatro y 15 mil pesos si modifican los resultados desfavorables al tricolor. El documento habla también de sustitución de funcionarios, de cambio de ubicación de las casillas, del acarreo de votantes e inclusive de la realización de robos de urnas en su traslado a los consejos distritales.

Por si eso fuera poco, ha aparecido una falsa ONG (Frente Ciudadano AC) dedicada a insultar al candidato perredista alegando que es infiel a su esposa, mentiroso, corrupto e intolerante, recurriendo así a los arsenales políticos del pasado. En la campaña del PRI se destacan además los miembros del clan Figueroa, implicados en la matanza de campesinos, y los numerosos delegados y expertos en fraudes enviados por su Comité Ejecutivo Nacional. Por su parte, el Consejo Electoral Estatal está compuesto por conocidos simpatizantes priístas, lo cual hace dudar de su imparcialidad. La elección guerrerense, por consiguiente, está ya viciada.

¿Por qué este fraude prelectoral tan descarado? Guerrero es un estado estratégico y tiene una larga tradición radical que viene desde la Independencia, pasa por la Guerra de Reforma y llega hasta los Cívicos y los movimientos de Genaro Vásquez y Lucio Cabañas. El genocidio de campesinos durante la guerra sucia de los años 70 y la matanza de Aguas Blancas, así como la virtual ocupación militar existente en la entidad, muestran la explosividad potencial del estado. Lo que pase en éste, no hay que dudarlo, influirá fuertemente en Morelos, Oaxaca, Michoacán, Puebla y el mismo estado de México.

Guerrero, por último, no hay que olvidarlo, es tierra de producción de enervantes y también de paso de droga, y los narcotraficantes, que son combatidos por las comunidades indígenas y que el candidato del PRD declara querer erradicar, tienen viejos y sólidos lazos con la policía, los caudillos y las autoridades priístas del estado.

En Guerrero se están jugando igualmente las elecciones presidenciales y la relación de fuerzas entre los partidos y el gobierno, así como entre las organizaciones sociales y ambos. Por eso no se puede permitir sin reacción que el PRI recurra a los métodos de hace más de 30 años y que lo poco que se ha avanzado en materia de legalidad se pierda de un sólo golpe gracias a la alianza de hecho entre el "partido del cambio" en el gobierno central y los veterosaurios contra los cuales tanto habló el entonces candidato presidencial panista.

 
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