Admite que urge rediseñar las políticas públicas para combatir rezagos sociales

Sedeso: en pobreza alimentaria, al menos 20 millones de mexicanos

Preocupa especialmente el grave índice de mortalidad infantil que persiste en el país

ALMA E. MUÑOZ

Las Metas del milenio -propósito que los países integrantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se impusieron para reducir las problemáticas sociales en el mundo- evidenciaron los rezagos que México aún mantiene: de los 20 millones de personas en pobreza alimentaria, cuatro millones no tienen ni diez pesos diarios para comer la mortalidad infantil aún es muy alta -en especial se refleja una desigualdad a escala municipal-; persisten el importante avance de la deforestación y la alta deserción de la secundaria, mientras aumentan los casos de obesidad, sobre todo en mujeres.

El subsecretario de Prospectiva, Planeación y Evaluación de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Miguel Székely, informó que la próxima semana México presentará a la ONU un avance satisfactorio en el cumplimiento de los objetivos planteados, aunque aceptó que falta mucho por hacer para estar satisfechos en cuanto a revertir las problemáticas sociales en el país. Destacó que es necesario rediseñar políticas públicas, lo mismo que establecer una buena coordinación interinstitucional.

A un lustro del compromiso

Hace cinco años, más de 170 estados asumieron 8 compromisos como Metas del milenio. Se pretendía, para 2015, reducir a la mitad el número de personas cuyos ingresos fueron inferiores a un dólar diario, así como el porcentaje de quienes padecen hambre; lograr la enseñanza primaria universal promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer; reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años; mejorar la salud materna; combatir el VIH-sida, el paludismo y otras enfermedades graves; garantizar la sustentabilidad del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo, encarando de manera general los problemas de la deuda de los países del tercer mundo, entre otros temas.

De todos los objetivos anteriores, según el subsecretario, la mortalidad infantil es el punto que "de seguir al ritmo que hoy se tiene" México no cumpliría. Sin embargo, destacó que ya se realizan las acciones pertinentes para encararlo, además de que como país, el Estado se propuso fines más ambiciosos y pertinentes en cuanto a la realidad que vive. Uno de ellos es disminuir para 2015 el número de mexicanos en pobreza alimentaria, a partir de datos de 1989. Es decir, pasar de 30.5 a 15 por ciento la cifra de afectados por esta causa.

Asimismo, se busca establecer un nuevo giro al combate a la desnutrición, toda vez que ahora se presentan más casos de obesidad por un mal consumo de energía alimentaria.

El subsecretario -como parte de la delegación que acompañará a la titular de la Sedeso, Josefina Vázquez Mota, a informar al Consejo Económico y Social de la ONU del comportamiento nacional en cuanto a las Metas del milenio- aceptó que las disparidades estatales y municipales inciden en el logro de objetivos más ambiciosos, como es combatir la deserción en secundaria por la incorporación temprana al mercado laboral, entre otros factores, porque en cuanto a la enseñanza primaria, México cumplió la meta, aunque aún quedan 4 estados en los que no se tiene la cobertura completa en este nivel: Campeche, Chihuahua, Michoacán y Nayarit.

Informó que es indispensable hacer un desglose de indicadores de mortalidad infantil a escala municipal y estatal, así como sumar esfuerzos para revertir las tendencias que se presentan. En Guerrero, por ejemplo, hay localidades que registran el deceso de 8.9 por ciento de infantes menores de 5 años.

Aunque descartó que la pobreza en México se mida a partir del ingreso diario de un dólar, explicó que en 1989 había 10.8 por ciento de la población sin posibilidad de contar siquiera con este recurso para comer. En 1994, el número se redujo a 5.6, pero la crisis macroeconómica que se registró entonces provocó que se revirtiera la situación y el porcentaje se ubicara, dos años después, en 11.9, y en 1998, en 13.2. Para 2002, pasó a 4.1, lo que significaría que se cumplió la Meta del milenio.

Miguel Székely también reconoció que si México "no sigue aumentando su productividad -para la generación de empleos- no vamos a ver buenos resultados."