México D.F. Martes 16 de noviembre de 2004
Subraya experto el agotamiento de los medicamentos
disponibles para controlar la pandemia
Los científicos, sin armas para encarar el cercano
repunte del sida
Aníbal Sosa señala que la mayoría
de laboratorios se ha dedicado a elaborar fórmulas más rentables
ANGELES CRUZ MARTINEZ /II Y ULTIMA ENVIADA
Buenos Aires. En la batalla contra el sida el panorama
es triste y poco alentador por la cada vez más visible resistencia
del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el agotamiento de los medicamentos
disponibles para controlarlo, así como por la transmisión
de cepas más fuertes debido, principalmente, a la falta de prevención,
afirmó Aníbal Sosa, director del Programa Internacional de
la Alianza para el Uso Prudente de Antibióticos.
Según el especialista, nos encontramos ante una
nueva etapa del VIH/sida, en la que "pronto veremos un alarmante repunte
de casos, casi de la misma proporción de la que ahora se reporta
en Africa". Lo peor es que la comunidad científica no está
preparada para enfrentar esta nueva contingencia.
"Estamos más cerca que lejos", expresó,
de que el VIH deje de responder a las terapias. De hecho, el problema ya
está presente en casi todos los medicamentos antirretrovirales disponibles.
Calculó que entre 40 y 60 por ciento de los enfermos ya han presentado
resistencia a uno o varios fármacos, lo cual significa que las posibles
combinaciones para formar los cocteles empiezan a agotarse.
Al
participar en el seminario Periodismo de la Salud efectuado en esta ciudad
con los auspicios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS),
laboratorios Merck Sharp and Dohme (MSD) y Voice of America, Sosa resaltó
que la combinación de antirretrovirales es el tratamiento estándar
para controlar el VIH/sida y mantener a los pacientes con mejor y mayor
calidad de vida.
Sin embargo, el uso masivo de estas drogas se ha asociado
con un aumento de la resistencia del VIH a los fármacos. Recordó
que actualmente existen 20 tipos de antirretrovirales, entre inhibidores
nucleósidos de la transcriptasa reversa (nueve), inhibidores no
nucleósidos de la transcriptasa reversa (tres), inhibidores de la
proteasa (siete), e inhibidores de fusión (uno). Este último
salió al mercado en marzo de 2003. El resto está disponible
desde antes de 2000.
Es decir, explicó el experto también reconocido
como uno de los 50 latinoamericanos más influyentes de los radicados
de Estados Unidos en VIH/sida, en los pasados cuatro años se redujo
sensiblemente la producción de alternativas terapéuticas
contra el padecimiento. Según Sosa, la mayoría de los laboratorios
"ha cambiado la estrategia" y se abocan a elaboración de fórmulas
"más rentables", como las que se utilizan para el control de la
hipertensión o las afecciones cardiacas.
No obstante, en cuatro laboratorios existen proyectos
de investigación para el desarrollo de fármacos contra el
VIH/sida, ahora enfocados a actuar en el ámbito del núcleo
de la célula para evitar que el virus se integre al ácido
desoxirribonucleico (ADN), asiento de la información genética.
"Tal vez dentro de cinco años podría haber
fórmulas innovadoras, pero el panorama es muy triste", mencionó
Aníbal Sosa.
De acuerdo con un estudio reciente efectuado en Argentina
entre 690 pacientes, para observar el comportamiento del virus frente a
los fármacos, resultó que 45 por ciento de los enfermos presentaba
resistencia a por lo menos una droga, y 20 por ciento la tenía a
cualquiera de los medicamentos existentes. Esto es signo de alarma que
las autoridades sanitarias deberían tomar en cuenta, subrayó
el especialista.
Respecto a las personas que viven con VIH/sida y que han
estado en tratamiento durante varios años, Aníbal Sosa explicó
que cada combinación de medicamentos (coctel) puede ser útil
a los enfermos durante tres años en promedio, pero una vez que el
médico detecta la falla de uno de ellos tiene que modificar la terapia
completa. Eso significa que ese paciente no podrá volver a tomar
esos tres fármacos nunca: "Así de tres en tres hasta que
se agotan".
Aseguró que este fenómeno ha empezado a
modificar "hacia arriba" la curva de mortalidad en Estados Unidos, además
de que ya se ha observado la aparición de infecciones oportunistas,
como el sarcoma de Kaposi, inclusive entre los pacientes controlados en
su carga viral y su sistema inmunológico.
Al explicar otras causas de la resistencia del VIH, Sosa
quien también es miembro de la Sociedad Internacional contra el
Sida, resaltó que se han detectado mutaciones espontáneas
en el genoma del virus. De la misma manera contribuye la supresión
parcial del VIH debido a la administración de dosis no óptimas
de drogas y a la interrupción de las terapias. Esta última,
a su vez, se origina por el desabasto de los sistemas de salud y la pobreza
en que viven los enfermos, la cual les impide acceder a la atención
médica integral. Además, afirmó, se ha observado ya
la transmisión de virus resistentes a los antirretrovirales.
Sosa advirtió que "la situación es costosa
y tenebrosa". La comunidad científica, indicó, "no está
preparada" para enfrentar esta nueva etapa de la epidemia. No existen las
herramientas terapéuticas, y de ahí la importancia de fortalecer
las estrategias de prevención con el apoyo de los organismos no
gubernamentales y los grupos comunitarios, a fin de reducir el riesgo del
VIH/sida en las futuras generaciones.
Mientras, con quienes ya están infectados y todavía
no lo saben, e inclusive, con los ya enfermos, "tendremos que seguir usando
lo que tenemos de la mejor manera posible", aunque siempre con el riesgo
de la resistencia del VIH a los fármacos, señaló.
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